La ciudad ef¨ªmera

De pronto, Granada se ha visto asaltada por la poes¨ªa. Pero no de la oficial, la cl¨¢sica o la acad¨¦mica. Ni siquiera la de Garc¨ªa Lorca. Las calles de la ciudad, de unos d¨ªas a esta parte, han sido adornadas por los versos de un enigm¨¢tico personaje, Sex, El Ni?o de las Pinturas, que toma cualquier muro disponible para retratar con sus pintadas a la infancia del Tercer Mundo y acompa?ar sus dibujos con reflexiones filos¨®ficas. La iniciativa del artista del graffiti ha sido tal, que el Ayuntamiento de la ciudad ha decidido crear un itinerario para que puedan visitarse todas las pintadas que ha hecho por Granada.

Ra¨²l Ruiz, o Sex, o El Ni?o de las Pinturas, de 23 a?os, tiene una tem¨¢tica constante: dibuja inmesos murales callejeros con los rostros de ni?os y de ni?as africanos, sudamericanos, indios. Dentro del mismo mural, anota una reflexi¨®n: 'No tengo fr¨ªo... s¨®lo busco el silencio para encontrarte...' o 'Nadie sabe donde se esconden los corazones que no se entienden'.

As¨ª, poco a poco, ha ido convirtiendo las paredes m¨¢s desoladas de Granada en obras de arte ef¨ªmeras que durar¨¢n lo que duren en pie los muros que las sostienen o hasta que alguien decida borrarlas. Aunque El Ni?o de las Pinturas no se arredra.

'S¨¦ que muchas de las pintadas son la cr¨®nica de una muerte anunciada', explica, 'pero todos los que nos dedicamos al graffiti somos conscientes de que algo en lo que hemos trabajado durante horas al d¨ªa siguiente puede estar tachado'.

Ayer tarde, en una plaza granadina, comenz¨® una visita por los diferentes murales de Sex que estuvo guiada por su propio autor y muy concurrida de curiosos. El Ayuntamiento de Granada reparti¨® folletos con la reproducci¨®n de todas sus obras y el lugar donde pueden ser contempladas como una forma de alentar el arte alternativo.

'La verdad es que quien se dedica a las pintadas', comenta Ruiz, 'lo hace de una manera muy pura. Un pintor, en invierno, pinta cuadros en su casa con una estufa, o en verano, con el ventilador. Luego los muestra en una galer¨ªa y los vende. Un artista de graffiti se gasta todo su dinero en botes de spray, deja su arte ah¨ª, en la calle, y no cobra nada por ¨¦l. Nadie sabe lo altruista que puede ser quien se dedica a esto'.

El Ni?o de las Pinturas comenz¨® a dibujar hace diez a?os, cuando apenas ten¨ªa 13. Estudi¨® Bellas Artes, pero sus necesidades econ¨®micas lo obligaron a dejar la facultad para abrir una tienda. De vez en cuando hace cuadros por encargo, otras veces le piden que pinte un mural, como hace ahora en una inmensa fachada de la Cuesta de Escoriaza, pr¨®xima al centro de la ciudad. Tiene un curioso refr¨¢n: 'No cobro por horas, ni por metros... cobro por necesidad'. La gran mayor¨ªa de los trabajos que hace son gratis, y son en la calle. Y su tem¨¢tica es siempre la misma ¨²ltimamente: la infancia, los ni?os.

'Tal vez es por la inocencia, por todas esas cosas que perdemos todos por el camino, tanta inocencia. Tal vez lo que yo trato de expresarle a la gente es lo que trato de expresarme a m¨ª mismo', confiesa. Su proyecto, llamado Mira los muros, elude, sin embargo, cualquier clase de demagogia.

'Todas esas pintadas de 'Hay hambre en el mundo' o 'No a la globalizaci¨®n' ya est¨¢n hechas', afirma. 'Yo lo que busco es mostrar, con toda la amabilidad, otra cara de las cosas, como llegar a alguien y decirle: 'Buenas tardes' y pintar una realidad que est¨¢ ah¨ª'. ?na realidad de murales y versos y de botes de spray que ha hecho de Granada una ciudad ef¨ªmera.