El fort¨ªn ibero de Arbeca revela nuevos secretos a los arque¨®logos
Presentada la primera restituci¨®n virtual del asentamiento
El fort¨ªn de Els Vilars, en la poblaci¨®n leridana de Arbeca, que fue construido por los iberos que habitaron la zona hace 2.800 a?os, contin¨²a desvelando los secretos que el tiempo, ayudado por la erosi¨®n y una aut¨¦ntica monta?a de tierra y vegetaci¨®n, ha mantenido ocultos hasta ahora. Finalizada la primera fase de excavaciones, el equipo que dirige los trabajos en la zona, encabezado por el arque¨®logo Emili Junyent y el inform¨¢tico Jes¨²s Lor¨¦s, ambos de la Universidad de Lleida, acaba de presentar la primera restituci¨®n virtual de este peculiar asentamiento amurallado. Con ella, apoy¨¢ndose en t¨¦cnicas de realidad virtual y animaci¨®n en tres dimensiones, pretenden dar a conocer a la comunidad cient¨ªfica y al p¨²blico lo que cuentan las piedras sobre la fortificaci¨®n leridana.
El an¨¢lisis de los restos arqueol¨®gicos, ahora transformados en realidad virtual, evidencia caracter¨ªsticas poco habituales en este tipo de recintos. El trabajo inform¨¢tico muestra la existencia de un foso y de un campo frisio (barrera defensiva formada por piedras clavadas en el suelo), el mejor conservado y m¨¢s extenso de cuantos existen en Europa, en torno a unas murallas de cinco metros de grosor.
Casi 200 habitantes
En el interior del recinto, la restituci¨®n muestra una serie de habit¨¢culos rectangulares de escasas dimensiones donde resid¨ªan entre 150 y 200 habitantes, seg¨²n los c¨¢lculos de los investigadores. Un porche, de madera y piedra, serv¨ªa de antesala y salida a calles estrechas y pavimentadas que segu¨ªan una trayectoria circular alrededor de la muralla y que estaban cortadas radialmente a partir de una plaza central en la que hab¨ªa una gran cisterna, tambi¨¦n pavimentada, para recoger el agua de lluvia.
Por el momento, se?alan los investigadores, poco m¨¢s puede decirse del fort¨ªn. Seg¨²n indica Junyent, es posible que las investigaciones den respuesta a otros interrogantes. El primero de ellos se refiere a los motivos que llevaron a ese grupo de iberos a construir una fortificaci¨®n en plena llanura, despreciando las ventajas para la defensa de un lugar de cierta altura. El hecho de estar cerca de un curso de agua y en un medio f¨¦rtil, aventura Junyent, podr¨ªa ser la mejor respuesta. Pero sorprende igualmente el 'volumen exagerado' de las defensas, que ocupan pr¨¢cticamente el 75% del total construido. 'Quiz¨¢ se trate de un s¨ªmbolo de intimidaci¨®n y poder', interpreta Lor¨¦s.
Otros interrogantes, por ahora sin respuesta posible, son la largu¨ªsima existencia del asentamiento, calculada en cerca de 500 a?os, y su s¨²bito final, del que se desconocen 'motivos traum¨¢ticos' como pudiera ser una derrota militar y la posterior expulsi¨®n o aniquilaci¨®n de los habitantes.
El equipo de investigadores se inclina a creer que el espacio vital del fort¨ªn acab¨® siendo demasiado reducido y que sus habitantes, simplemente, optaron por abandonarlo e instalarse en las f¨¦rtiles tierras colindantes. La llegada del ej¨¦rcito romano, hacia el siglo III antes de Cristo, acabar¨ªa haciendo el resto.
Junyent conf¨ªa en que futuras excavaciones ayuden a resolver el misterio. 'Queda m¨¢s del 80% por excavar', puntualiza. Los trabajos deber¨¢n resolver aspectos concretos de la vida diaria de sus habitantes, as¨ª como los motivos que los impulsaron a abandonar el asentamiento. A ello contribuir¨¢ la localizaci¨®n de utensilios y restos humanos. De los primeros se han hallado unas pocas muestras. De los segundos, por el momento, ni rastro. Tan s¨®lo, afirman sorprendidos, se han visto restos de caballos, hecho para el que no tienen ninguna explicaci¨®n coherente.
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