La momia, en cera

La momia se ha instalado en el Museo de Cera de Barcelona. Pero no una momia cualquiera, toda vendas y pingajo. Qu¨¦ va. La momia que ha sentado sus reales en el c¨¦reo centro situado al final de la Rambla es nada menos que la m¨¢s cool del momento, la de Imhotep, el sacerdote malo de The mummy y su secuela reci¨¦n estrenada The mummy returns. As¨ª que, claro, mucha gente visita el museo, busca la momia pensando en la de Boris Karloff y no la encuentra. Porque Imhotep va a pecho descubierto, sin vendas. Podr¨¢n verlo cerca del doctor Frankenstein y su criatura, exactamente encima, en la barandilla sobre su laboratorio. Vayan con cuidado, que igual se arranca y ese tipo no se anda con chiquitas. El Imhotep de cera mide 1,98 metros y pesa 50 kilos. Se parece much¨ªsimo al actor Arnold Vosloo. La momia de Imhotep es la ¨²ltima adquisici¨®n de un centro, el Museo de Cera, que recibe cerca de 300.000 visitas al a?o y que cuenta en su inquietante galer¨ªa con casi trescientas figuras, entre ellas las de gente simp¨¢tica como Chaplin y Einstein; algo m¨¢s seria, como Unamuno; disgustada, como Ana Bolena, o definitivamente siniestra como Hitler, ante cuyas maldades palidecen las de Imhotep. El museo que dirige Carmina Vall, presto a incorporar al plantel de sus personajes a los que, como el de The mummy, despuntan en popularidad, organiza a partir de julio visitas nocturnas los s¨¢bados.