Toledo vence a Garc¨ªa en las elecciones de Per¨², seg¨²n los primeros datos

El economista Alejandro Toledo, 55 a?os, candidato de la coalici¨®n Per¨² Posible, es el virtual ganador de las elecciones presidenciales peruanas celebradas ayer, seg¨²n los primeros resultados oficiales, con un recuento del 15% de la votaci¨®n. El vencedor obten¨ªa un 51,8% frente al 48,1% logrado por el abogado y presidente del per¨ªodo 1985-1990, Alan Garc¨ªa, de 52 a?os. El vencedor recibi¨® la noticia en el hotel Sheraton de Lima, cuartel general de su candidatura, donde se produjo un estallido de j¨²bilo entre sus partidarios. Toledo habr¨ªa ganado en 18 departamentos, mientras que Garc¨ªa se apuntar¨ªa el triunfo en siete.

El aperitivo de la jornada electoral fue del peor gusto para los miles de aficionados al f¨²tbol. La v¨ªspera, la selecci¨®n de Per¨² ca¨ªa derrotada en Lima ante la de Ecuador, el pa¨ªs que despierta algo m¨¢s que rivalidad deportiva. 'Podemos perder en f¨²tbol, pero ganaremos la batalla contra el desempleo y por el futuro del pa¨ªs', dijo Alan Garc¨ªa en sus primeras declaraciones de la jornada electoral. Su adversario, Alejandro Toledo, manifest¨®, por su parte: 'Yo ya s¨¦ el resultado de esta elecci¨®n. Per¨² y la democracia han sido el primer ganador'. Los dos candidatos adoptaron ayer una actitud responsable para calmar los ¨¢nimos de sus seguidores, que se han ido calentando conforme avanzaba la campa?a. Uno y otro se han comprometido a respetar los resultados y han pedido tranquilidad a sus seguidores.

La jornada transcurri¨® con normalidad, seg¨²n certificaron los numerosos observadores internacionales desplazados a Per¨², entre los que destaca la ex secretaria de Estado norteamericana Madeleine Albright, en representaci¨®n del Centro Carter. El ex presidente dem¨®crata estuvo presente en Lima en la primera vuelta del mes de abril. El inter¨¦s demostrado por la misi¨®n estadounidense contrasta con la actitud que mantuvo en las elecciones fraudulentas del a?o pasado, en las que no hubo ning¨²n representante de tan alto nivel.

Garc¨ªa vot¨® una hora antes que Toledo y los dos lo hicieron en olor de multitudes, aclamados por sus seguidores y perseguidos por un enjambre de periodistas. El primer informe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) se?ala que a las diez de la ma?ana estaban instaladas el 98% de las mesas de sufragio, porcentaje superior al de la primera vuelta. 'Se est¨¢ cumpliendo el objetivo de eficiencia', dijo Fernando Tuesta, director de la ONPE, quien destac¨® la abundante presencia de los fiscalizadores de la votaci¨®n. A mediod¨ªa hab¨ªa acudido a las urnas la mitad de la poblaci¨®n.

El presidente provisional, Valent¨ªn Paniagua, dirigi¨® un mensaje a los peruanos en el que subray¨® el restablecimiento de la independencia de los poderes del Estado y la transparencia de los mecanismos que han permitido la celebraci¨®n de las elecciones. Sin embargo, los peruanos han votado con una Constituci¨®n en vigor y un Estado heredado del r¨¦gimen de Alberto Fujimori. No hab¨ªa tiempo material para grandes cambios y el Gobierno provisional tampoco estaba en condiciones, porque no es Gobierno electo, de afrontarlos. Ello significa que la verdadera transici¨®n del sistema autocr¨¢tico instaurado por Fujimori a la democracia empezar¨¢ a partir de la toma de posesi¨®n del nuevo Gobierno, el 28 de julio.

Los dos candidatos han transmitido a lo largo de la campa?a dos actitudes cuya diferencia se ha acrecentado a medida que se acercaba el d¨ªa de la elecci¨®n. Mientras Toledo ha sido incapaz de ocultar su irrefrenable deseo de abrazar el poder, Garc¨ªa ha dejado entrever que una eventual derrota no le quitar¨ªa el sue?o. Para Garc¨ªa, ¨¦sta no es su ¨²ltima oportunidad. Si no alcanza la victoria podr¨¢ buscarla de nuevo en 2006. Es joven y tiene a su disposici¨®n un partido con historia, disciplinado y totalmente entregado, la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA). Nadie le discutir¨¢ ninguna decisi¨®n.

Porque, en realidad, Alan Garc¨ªa ya gan¨®. Logr¨® el primer triunfo el d¨ªa que regres¨® a Lima sin ninguna causa judicial pendiente. Su buena estrella continu¨® brillando a medida que las encuestas mostraron un crecimiento sostenido de las preferencias electorales por Garc¨ªa. Lleg¨®, pues, a la final sin despeinarse y sin so?arlo, lo que realza m¨¢s el excelente resultado obtenido en las urnas. Garc¨ªa se sabe ganador moral de los comicios, lo que le permite moverse con mayor tranquilidad y aplomo que su rival.

En el otro bando, Alejandro Toledo ha dado muestras de una creciente inestabilidad an¨ªmica, que se percibi¨® en el debate electoral, y que fue en aumento conforme las encuestas indicaban el ascenso de su rival. No cabe duda de que tiene un nada despreciable gancho popular, pero el hecho de estar en campa?a desde hace dos a?os puede que, a la postre, le haya desgastado.