?tica
Ejerciendo el derecho a decidir sobre sus cuerpos y circunstancias derivadas del uso que se hace de ellos, las mujeres y sus parejas administran la fecundidad por medio de m¨²ltiples inventos: dispositivos intrauterinos, profil¨¢cticos (condones), anticonceptivos orales o espermicidas son utilizados para aquel fin y ahora llega el ¨²ltimo grito: la pastilla del d¨ªa siguiente contra la que, escandalizados, han clamado los obispos y objetado no pocos m¨¦dicos.
Que la Iglesia reaccione de esa manera no tiene nada de extra?o, pero que lo hagan los facultativos de la medicina ya es harina de otro costal.
?stos aducen que la famosa pastilla, en realidad dos, tiene efectos secundarios graves y puede funcionar como abortivo; que la gente que la use se va a acostumbrar porque la Junta de Andaluc¨ªa, a trav¨¦s de su Consejer¨ªa de Salud, ha dispuesto dispensarla gratuitamente en los centros hospitalarios, eso s¨ª, con receta.
Los mismos profesionales prescriben grageas orientadas al mismo prop¨®sito: evitar que el ¨®vulo no sea fecundado o que si lo es no pueda, por falta de condiciones, implantarse en el ¨²tero siendo as¨ª expulsado. Se logra simular una menstruaci¨®n normal y la conciencia de la usuaria y la del que recomienda ese medicamento queda tranquila.
Pues bien, la toma de tal tratamiento, si es prolongada, tiene efectos secundarios -hasta el prospecto lo anuncia-. Dolores de cabeza, irritabilidad, problemas circulatorios, incluso disminuci¨®n del apetito sexual y, como es un f¨¢rmaco asimilado durante mucho tiempo, problemas hep¨¢ticos. Pero no importa, farmac¨¦uticos y doctores se lo dan al p¨²blico sin problemas con el coste correspondiente para la Seguridad Social.
?Qu¨¦ ocurre en el caso de que fallen esas ya tradicionales precauciones y la mujer quede encinta? Pues que la primera idea que pasa por la mente de quien recibe la mala noticia es la del aborto.
Aqu¨ª hay una ley tambi¨¦n rechazada por muchos, pero si se da el caso de encontrar un galeno sin prejuicios que quiera hacer la operaci¨®n, despu¨¦s de pasar todos los tr¨¢mites, hay que preparar quir¨®fano, ginec¨®logo, anestesista, enfermera e instrumental y despu¨¦s de finalizada la intervenci¨®n, proporcionar antibi¨®ticos, hemost¨¢ticos y material de cura que salen por un ojo de la cara. Adem¨¢s de que toda agresi¨®n, por peque?a que sea, tiene riesgos.
Si no se hace por la v¨ªa legal siempre quedan las soluciones clandestinas crueles y traum¨¢ticas efectuadas por un entendido o cualquier chapucero, costosas para la paciente tanto en dinero como en complicaciones. Muchas hemorragias, infecciones derivadas de estos actos acaban en urgencias. M¨¢s dinero p¨²blico.
La administraci¨®n correcta de la NorLevo ayuda a evitar traumas, padecimientos y despilfarros, evitando embarazos que en el peor de los casos han llegado a terminar en parricidio.
?Por qu¨¦ boicotearla?, ?qu¨¦ ¨¦tica es la que aprueba y aplaude la masculina Viagra negando en cambio a las mujeres la facultad de decidir sobre s¨ª mismas?
Ah, no consta que las familias de aquellos objetores sean m¨¢s numerosas comparadas a las del pueblo llano.
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