El tratamiento con hero¨ªna, una esperanza para los drogodependientes
Hace alg¨²n tiempo recib¨ª una emotiva carta de un joven heroin¨®mano. Sus palabras no las olvidar¨¦ nunca. 'Por fin alguien piensa realmente en m¨ª, y eso me llena de ilusi¨®n', me dec¨ªa al final de una misiva en la que narraba una vida llena de desesperaci¨®n y abandono. El joven hab¨ªa conocido a trav¨¦s de un diario el proyecto de prescripci¨®n de hero¨ªna en Andaluc¨ªa, y vio en ¨¦l una luz de esperanza para sus m¨¢s de diez a?os de condena atado a esta sustancia, sin amigos y sin familia. Durante ese tiempo intent¨® salir de su adicci¨®n como pudo, a veces por propia voluntad y otras obligado por la ley, pero ninguno de los tratamientos m¨¦dicos habituales lograron curarle y devolverle a la sociedad. Finalmente, a la ansiedad de tener que conseguir la hero¨ªna todos los d¨ªas se un¨ªan las enfermedades, hepatitis cr¨®nica y anticuerpos de VIH. 'El ¨¦xito de su proyecto', conclu¨ªa el joven', es un ¨¦xito tambi¨¦n para m¨ª y para el resto de los deseheredados como yo'.
En la actualidad, 3.500 andaluces se encuentran en esta misma situaci¨®n. Los ¨²ltimos estudios realizados por la Consejer¨ªa de Asuntos Sociales revelan que el 0,6% de los andaluces aseguran haber consumido hero¨ªna en los ¨²ltimos seis meses, rondando la edad de inicio en el consumo los 20 a?os. Adem¨¢s, el 30% de los adictos a la hero¨ªna no responden a los programas habituales de desintoxicaci¨®n con metadona.
Cuando en 1998 la Junta de Andaluc¨ªa plante¨® la realizaci¨®n de un ensayo cient¨ªfico con vistas a ofrecer un tratamiento alternativo a estos heroin¨®manos no fue, pues, una idea impulsiva, ni el intento de buscar un motivo m¨¢s de confrontaci¨®n pol¨ªtica, sino un planteamiento fruto del trabajo de profesionales en drogodependencias que tras 15 a?os de estudio detectaron una necesidad social y la manera de resolverla.
Tras tres a?os de arduo debate pol¨ªtico y moral, el pasado 3 de mayo el Proyecto de Prescripci¨®n de Estupefacientes de Andaluc¨ªa (PEPSA) recib¨ªa luz verde desde el Ministerio del Interior para poder ser de nuevo presentado ante la Agencia Espa?ola del Medicamento para su autorizaci¨®n como proyecto cient¨ªfico. En lo ¨²nico en que nos ha beneficiado el retraso de esta aprobaci¨®n del Gobierno central es en la experiencia y formaci¨®n que ha ido adquiriendo nuestro equipo investigador. Pero este sacrificio no merece la pena si lo comparamos con las personas que han enfermado gravemente e incluso han fallecido por no tener a tiempo un recurso que se adapte a sus necesidades.
El PEPSA es el ¨²ltimo eslab¨®n de una cadena de tratamientos terap¨¦uticos dirigidos a heroin¨®manos. El ¨¦xito de los programas con metadona o libres de drogas depende en gran medida de la disposici¨®n del paciente a seguirlos y la experiencia nos indica que no todos responden. Por ello es preciso dignificar los programas que buscan la reducci¨®n del da?o que supone el consumo de drogas desde la aceptaci¨®n de la realidad del adicto. Y es que no existen drogodependencias, sino drogodependientes.
La pasada semana, la Universidad de California presentaba un desalentador informe sobre el funcionamiento del Programa Civil de Adictos, en el cual ingresaron por orden judicial 581 j¨®venes heroin¨®manos en la d¨¦cada de los sesenta. El estudio conclu¨ªa que el 70% de los participantes en este programa, basado en la abstinencia total, ha muerto o contin¨²a consumiendo esta droga tres d¨¦cadas despu¨¦s. Los investigadores concluyen, en consecuencia, que los tratamientos basados en la abstinencia s¨®lo conducen a la frustraci¨®n y el fracaso, ya que constituyen una expectativa demasiado exigente para estas personas.
La adicci¨®n a la hero¨ªna no puede tratarse como una enfermedad aguda. La adicci¨®n es una enfermedad cerebral que se parece mucho m¨¢s a un proceso cr¨®nico, como la diabetes o las dolencias cardiacas. La administraci¨®n controlada de esta sustancia como si de un f¨¢rmaco se tratara no es, pues, una cuesti¨®n moral, sino sanitaria y en este caso tambi¨¦n social.
El PEPSA es un proyecto m¨¦dico, de salud f¨ªsica, mental y social. Entre sus objetivos no se encuentra el plantear un debate sobre la legalizaci¨®n de las drogas. Adem¨¢s, el programa requiere altas exigencias a sus beneficiarios. Los pacientes que participen en los ensayos que se van a desarrollar en Granada y La L¨ªnea deber¨¢n acudir tres veces al d¨ªa a un centro de prescripci¨®n y participar en programas de inserci¨®n familiar, social, y laboral.
Por supuesto que el horizonte de nuestro trabajo a largo plazo es que estas personas abandonen la droga, pero hemos de ser realistas y empezar por garantizar su salud y recuperarlos para el conjunto de la sociedad.
Isa¨ªas P¨¦rez Salda?a es consejero de Asuntos sociales de la Junta de Andaluc¨ªa.
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