Carta abierta a la ministra de Educaci¨®n sobre la LRU
El autor y otros 300 profesores apoyan los objetivos de la reforma de la LRU y proponen que el m¨¦rito sea la base del gobierno de la Universidad
Se?ora Ministra: deseamos con esta carta manifestarle nuestro acuerdo con los objetivos que se propone alcanzar con la nueva Ley de Universidades. Se trata, seg¨²n sus propias palabras, de mejorar la calidad de la instituci¨®n, de constituir una Universidad cr¨ªtica y cient¨ªfica basada en el rigor y en el m¨¦rito, de potenciar la actividad investigadora, de promover su incorporaci¨®n al espacio universitario europeo para favorecer su competitividad y de propiciar la movilidad de estudiantes y profesores. La intenci¨®n de esta carta es ofrecerle nuestro apoyo y trasladarle los argumentos en los que un grupo de profesores universitarios, enteramente dedicados a la docencia y a la investigaci¨®n, fundamos nuestro convencimiento de que si el proyecto se desarrolla tal y como lo ha presentado, podr¨ªamos encontrarnos de nuevo en una situaci¨®n semejante a la actual. Por otra parte, deseamos proponerle algunas medidas que creemos permitir¨ªan hacer compatibles la nueva Ley de Universidades con los objetivos por usted apuntados.
Muchas protestas sobre la p¨¦rdida de autonom¨ªa son de los que la usan s¨®lo para sus propios fines
Nuestra propuesta se basa en tres ideas b¨¢sicas:
1) La calidad como objetivo prioritario. La b¨²squeda de la calidad debe orientar toda la pol¨ªtica universitaria y a su servicio deben estar profesores, PAS y la propia autonom¨ªa universitaria. Muchas de las protestas que se leen estos d¨ªas por una posible p¨¦rdida de autonom¨ªa universitaria provienen de quienes la utilizan para sus propios y exclusivos fines. Autonom¨ªa s¨ª, pero s¨®lo para aumentar la calidad de la Universidad.
2) La calidad de la Universidad es, fundamentalmente, la de su profesorado. El profesorado, seg¨²n sus propias palabras, es el principal activo de la Universidad. Creemos, por ello, que deber¨ªa llevarse a cabo una evaluaci¨®n simult¨¢nea, obligatoria y peri¨®dica de las labores docente e investigadora de todos los profesores que los clasificara en diferentes niveles. El uso, con este fin, del n¨²mero de sexenios es mejor que el actual sistema que nos iguala a todos, pero creemos m¨¢s adecuado que expertos externos seleccionen a los profesores de mayor nivel y que ¨¦stos establezcan el nivel del resto. Sin embargo, ya que en su proyecto se hace uso del n¨²mero de sexenios y aunque, insistimos, no nos parece el mejor sistema para asignar un nivel a cada profesor, le sugerimos que use como tal el n¨²mero de sexenios, afectado de un coeficiente corrector, menor o igual que 1, igual a la relaci¨®n entre el n¨²mero de sexenios evaluados positivamente y el de transcurridos desde el primer a?o que se someti¨® a evaluaci¨®n. A este nivel nos referimos en lo que sigue.
3) El m¨¦rito como base del gobierno de la Universidad. Si, como declara, se pretende 'elaborar un marco normativo que estimule el dinamismo de los universitarios y de la sociedad en funci¨®n de unos mayores niveles de excelencia, de exigencia, de rigor, de trabajo y de integraci¨®n en el contexto social', debemos decirle que los cambios que propone dejan a la Universidad en manos de los mismos grupos que la han gobernado hasta ahora de modo que, dificilmente, puede esperarse que la reforma consiga algun cambio de importancia. Dichos grupos, cuya existencia se debe a la ley que se pretende derogar, todav¨ªa no han manifestado la menor autocr¨ªtica ni, por tanto, la menor intenci¨®n de llevar a cabo el m¨¢s m¨ªnimo cambio. No entendemos, por tanto, cu¨¢l es la autoridad moral de la que est¨¢n investidos para exigir que sus opiniones sean tenidas en cuenta. Creemos que resulta imposible una mejora de la Universidad si no se implica en la reforma al profesorado que posee el nivel de excelencia que se pretende para la propia instituci¨®n. Hasta ahora, la mayor parte de dicho profesorado ha estado ajeno al funcionamiento de la Universidad. Para conseguir esta colaboraci¨®n es necesario que sea el m¨¦rito el principal factor a considerar para acceder a los ¨®rganos que dise?en la pol¨ªtica universitaria y controlen su aplicaci¨®n. Para ello:
1. Los miembros de cualquier Comisi¨®n de car¨¢cter acad¨¦mico deber¨ªan ser elegidos entre los profesores de mayor nivel. A t¨ªtulo de ejemplo, deber¨ªa exigirse un nivel m¨ªnimo de 3 para participar en la Comisi¨®n de Habilitaci¨®n Estatal, en la de contrataci¨®n o acceso del profesorado, la de investigaci¨®n o docencia de cada Universidad, de elaboraci¨®n o reforma de los planes de estudio o de los Estatutos.
2. Un nivel m¨ªnimo de 2 deber¨ªa ser exigible para ser elegido Rector, Decano, Director de Instituto o Departamento, para pertenecer al Consejo de Gobierno de la Universidad, de cada Facultad o Departamento, y, en general, para ser miembro de cualquier ¨®rgano de decisi¨®n, consulta o control.
3. El Consejo de Coordinaci¨®n Universitaria y ¨®rganos similares que se creen en cada Comunidad Aut¨®noma, deber¨ªan estar constituidos mayoritariamente por profesores de nivel 4 o superior.
4. Criterios de calidad deber¨ªan usarse tambi¨¦n en la elecci¨®n de los miembros de los Consejos Sociales. S¨®lo en el caso de los concursos a c¨¢tedra deber¨ªa exigirse, adem¨¢s del nivel indicado, la categor¨ªa de catedr¨¢tico, de forma que no exista otra distinci¨®n que no est¨¦ basada en el m¨¦rito.
El modelo actual y el que usted propone, exigen a quienes desean participar en el gobierno de la Universidad mayor dedicaci¨®n y esfuerzo para agradar a sus votantes que para procurar la mejora de la instituci¨®n. Las Universidades, y cada profesor en concreto, deber¨ªan ver reconocidos todos los esfuerzos realizados para conseguir una mayor calidad. Menci¨®n aparte merecen las medidas a tomar para luchar contra la endogamia. Las que propone son interesantes, pero creemos que de nada servir¨¢n si la Comisi¨®n que ha de contratar al profesorado de una Universidad no est¨¢ constituida por profesores externos con nivel m¨ªnimo de 3 y sin relaci¨®n cient¨ªfica alguna con los candidatos. Esta ¨²ltima exigencia deber¨ªa ser aplicable tambi¨¦n a los miembros de la Comisi¨®n de Habilitaci¨®n Estatal. La presencia de prestigiosos profesores extranjeros en estas Comisiones promover¨ªa la incorporaci¨®n de la Universidad al espacio universitario europeo y, adem¨¢s, permitir¨ªa constituir comisiones en esas ¨¢reas en las que, por las exigencias anteriores, no hubiera suficientes profesores nacionales.
Es urgente modificar el art¨ªculo 8? de la LRU que asigna a los departamentos la misi¨®n de organizar y desarrollar la investigaci¨®n, as¨ª como la de articular y coordinar las actividades investigadoras de la Universidad. La experiencia ha demostrado la inutilidad de este art¨ªculo, lo que no puede sorprender ya que en ninguna Universidad del mundo se encarga tales tareas a los departamentos. Conviene, por tanto, que la ley defina el ¨®rgano que, de hecho, se ocupa actualmente de organizar y desarrollar la investigaci¨®n, el Grupo de Investigaci¨®n. Por su propia naturaleza y para cumplir con eficacia su misi¨®n, este ¨®rgano debe ser independiente de los departamentos o facultades a las que pertenezcan sus miembros. Los grupos de investigaci¨®n deben estar adecuadamente representados en todos los ¨®rganos de gobierno y control de la Universidad.
Creemos que los grupos que actualmente ostentan el poder universitario aspiran a una Universidad cuyos objetivos distan bastante de los que usted pretende con su reforma. Por tanto, es necesario que no cometa el error de dejar cuestiones esenciales en manos de quienes har¨¢n los reglamentos (los estatutos). Ya la han acusado de reglamentista, pero no olvide que de falta de concreci¨®n ya pec¨® suficiente la LRU. Y sus efectos a la vista est¨¢n. Creemos que si dirige su reforma en la direcci¨®n que le proponemos lograr¨¢ una mejora sustancial de la Universidad espa?ola. Sin embargo, algunos de sus efectos ben¨¦ficos pudieran perderse si la ley no se tramita con car¨¢cter de urgencia.
Gabriel Tortella es catedr¨¢tico de la Facultad de Ciencias Econ¨®micas de la Universidad de Alcal¨¢. Junto a ¨¦l firman la carta m¨¢s de 300 catedr¨¢ticos y profesores titulares, entre ellos los economistas Javier Ruiz-Castillo (Carlos III), Xavier Calsamiglia (Pompeu Fabra), Carlos Rodr¨ªguez Braun (Complutense), Ezequiel Uriel (Valencia); el soci¨®logo Ignacio Sotelo (exced. Barcelona y Berl¨ªn); los fil¨®logos Ignacio Bosque (Complutense) y Violeta Demonte (Aut¨®noma de Madrid); el jurista Eusebio Gonz¨¢lez (Salamanca), y los qu¨ªmicos Pascual Royo (Alcal¨¢) y Jos¨¦ Vicente Soler (Murcia).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.