El pulso entre el alcalde de Ja¨¦n y el presidente del PP provincial divide al partido

La alargada sombra de una discoteca de ¨¦xito ha hecho de cuchillo afilado en el PP de Ja¨¦n. Divisi¨®n en dos sectores, uno potente bajo la direcci¨®n de Jos¨¦ Enrique Fern¨¢ndez de Moya, presidente provincial del PP, y otro con los restos de poder que acumula el alcalde, Miguel S¨¢nchez de Alc¨¢zar. El protagonista ha sido, y es, una persona pol¨¦mica, el primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, Miguel Segovia, al que el grupo municipal socialista ha puesto al filo con la denuncia de su participaci¨®n en la discoteca que, seg¨²n la denuncia, impide ejecutar una carretera en una de las zonas de expansi¨®n de la capital.

Las primeras denuncias s¨®lo sirvieron para montar polvareda, pero con el paso de los meses han hecho que en el propio Partido Popular las desavenencias se hayan hecho evidentes. Hasta la direcci¨®n regional ha tenido que intervenir para intentar poner las cosas en su sitio y buscar que el conflicto municipal no termine por deteriorar la imagen del partido en Ja¨¦n, que en las dos ¨²ltimas elecciones municipales ha conseguido la alcald¨ªa por mayor¨ªa absoluta. Pero se ha puesto del lado del presidente, Fern¨¢ndez de Moya.

Miguel Segovia siempre ha formado parte del equipo de personas de confianza del alcalde, hasta el punto de que, cuando ¨¦ste tuvo que aceptar ser el candidato a la alcald¨ªa, lo situ¨® como hombre fuerte con la concejal¨ªa que maneja m¨¢s hilos y presupuesto. Segovia ha sido el duro, el que provocaba las pol¨¦micas, el que paraba los golpes al alcalde, acostumbrado a navegar por aguas del Parlamento andaluz y desacostumbrado a la cercan¨ªa de un ayuntamiento. Esa confianza ha sido la que ha hecho que Segovia no haya ca¨ªdo a¨²n. El alcalde lo defiende a capa y espada, frente a la opini¨®n de la direcci¨®n provincial, que hubiese optado por apartarlo y dejar el Ayuntamiento fuera de sospechas sobre amiguismos o tratos de favor como el denunciado por el PSOE.

El equipo de gobierno municipal decidi¨®, presionado por la oposici¨®n, crear una comisi¨®n de investigaci¨®n para defender la inocencia del concejal de Urbanismo, y el alcalde trat¨® de cerrarla cuanto antes sin conseguir el benepl¨¢cito de Fern¨¢ndez de Moya. Fue la chispa que termin¨® de prender en las relaciones entre ambos.

Fern¨¢ndez de Moya sustituy¨® en la presidencia del partido precisamente a S¨¢nchez de Alc¨¢zar, que durante el pasado mandato municipal no consigui¨® controlar al equipo de gobierno. Aprendida la lecci¨®n, el actual presidente no quiere que se mueva una sola hoja sin que sea el partido el que mantenga el poder de las decisiones. No quiere una rebeli¨®n como la que protagoniz¨® el ex alcalde, Alfonso S¨¢nchez Herrera, que incluso particip¨® en la maniobra que pretend¨ªa arrebatar la presidencia a S¨¢nchez de Alc¨¢zar.

Los temas municipales se comentan y debaten con la direcci¨®n del partido. El presidente es concejal en la capital y tiene claro que el control es imprescindible. Segovia no es persona de su confianza, pero hasta ahora no ha querido forzar el pulso que har¨ªa dimitir al responsable de Urbanismo.

El resultado es que Segovia sigue en el Ayuntamiento, la comisi¨®n de investigaci¨®n se ha cerrado y la divisi¨®n del PP se mantiene y continuar¨¢ hasta que la direcci¨®n consiga imponerse.