'Mi madre ha sido mi inspiraci¨®n'

'Verla as¨ª, tan guapa, tan simp¨¢tica, volviendo a jugar a este nivel, es una maravilla'. La frase no es de Stefano Capriati, el padre de Jennifer. Ni siquiera de su madre, Denise, o su hermano, Steven. Quien habla as¨ª de ella es Manuel Santana. 'Es mi jugadora', comenta el campe¨®n espa?ol; 'conozco bien a sus padres y s¨¦ todo lo que han pasado y lo que ahora sienten vi¨¦ndola ganar de nuevo'.

La relaci¨®n de Santana con los Capriati se remonta al nacimiento de Jenny. Stefano y Denise pasaban entonces largas temporadas en Marbella (M¨¢laga), donde ¨¦l dirig¨ªa el club del hotel Puente Romano. All¨ª comenz¨® su relaci¨®n. Y prosigui¨® en una segunda etapa cuando Santana ayud¨® a Jenny a prepararse para los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona, en los que gan¨® la medalla de oro. Entre esos dos momentos, la tenista, nacida en Nueva York porque sus padres se desplazaron a Estados Unidos para que fuera as¨ª, se hab¨ªa convertido ya en la ni?a m¨¢s precoz de su deporte.

Sus r¨¦cords se suced¨ªan. A los 13 a?os hab¨ªa ganado ya los t¨ªtulos j¨²niors de Roland Garros y del Open de Estados Unidos. A los 14, antes de debutar en el circuito, hab¨ªa firmado contratos por cinco millones de d¨®lares. Fue la m¨¢s joven en adjudicarse un torneo, el de Puerto Rico (1990), con 14 a?os y seis meses. Poco despu¨¦s se convirti¨® en la m¨¢s precoz cabeza de serie de un grande. Y a¨²n ten¨ªa 14 a?os cuando fue la m¨¢s joven semifinalista del Grand Slam. Luego, fue la m¨¢s joven semifinalista de Wimbledon. Y en Barcelona 92, convertida ya en la reina.

'Stefano sab¨ªa que ser¨ªa tenista incluso antes de que naciera. Simplemente, al ver mi embarazo', afirm¨® Denise. Mientras ella iba configurando su carrera, su padre negaba cualquier similitud con los casos de las tambi¨¦n norteamericanas Andrea Jaeger o Tracy Austin, que debieron abandonar sus carreras por lesiones prematuras: 'Jenny es s¨®lo una ni?a con posibilidades de ser feliz'.

Sin embargo, s¨®lo un a?o despu¨¦s de ganar los JJ OO, tras disputar el Open de Estados Unidos en septiembre, Capriati desapareci¨® del circuito. Afirm¨® que quer¨ªa recuperar su ni?ez perdida, sus amigos del colegio, rehacer su vida personal... Se enfad¨® mucho cuando, al regreso de una gira, descubri¨® que su padre hab¨ªa cambiado el domicilio familiar, lo que la alejaba de su ambiente. Y entonces rompi¨® con toda la presi¨®n a la que le somet¨ªa su padre y comenz¨® una vida disipada, lejos de casa, con amigos que la llevaron a consumir marihuana y a robar un anillo en unos almacenes por puro divertimiento. All¨ª toc¨® fondo. Su imagen era deplorable: muchos kilos de m¨¢s, despeinada, vestida de forma descuidada...

No parec¨ªa posible que aquella muchacha, ya con 18 a?os, pudiera tener otra oportunidad. Pero la tuvo y la aprovech¨®. 'Sin la ayuda de mi madre nunca habr¨ªa logrado salir de aquella situaci¨®n', reconoce; 'ella ha sido una especie de inspiraci¨®n para m¨ª. Me ha ense?ado el camino de regreso despu¨¦s de haber vivido algunos momentos muy dif¨ªciles. Me ayud¨® a creer en m¨ª misma y siempre se mantuvo muy cerca de m¨ª. Si ahora estoy aqu¨ª, no es s¨®lo por mi esfuerzo, sino sobre todo por el apoyo de mi madre y mi padre. S¨¦ que me quieren. Eso es lo m¨¢s importante. Todo ese conjunto forma parte de mi car¨¢cter actual'.

Ten¨ªsticamente, su recuperaci¨®n fue debida en gran parte a Harold Solomon, un ex jugador estadounidense. Vecino de su familia y especialista en la tierra batida, devolvi¨® a Jenny la confianza: 'Puedes llegar hasta d¨®nde quieras. Incluso a ser la n¨²mero uno. S¨®lo hace falta que decidas poner todo lo necesario, que te entregues a fondo, que lo des todo'. Y Capriati lo crey¨®. A finales de 2000 volvi¨® a pedir a su padre y su hermano que la dirigieran.Perdi¨® otros cinco kilos y comenz¨® a ganar. Recuperar la estabilidad le bast¨®. Su tenis volvi¨® a fluir, sus veloces bolas comenzaron a limpiar las l¨ªneas. Capriati estaba de regreso: en enero gan¨® el Open de Australia y este s¨¢bado Roland Garros. Ya piensa en cuadrar un Grand Slam, ganar los cuatro t¨ªtulos grandes el mismo a?o, y desbancar del liderato mundial a la suiza Martina Hingis.