El Ayuntamiento realoja a las cuatro primeras familias chabolistas del poblado de Pitis

Mar¨ªa Luz de los Anjos, de 24 a?os, creci¨® entre las chabolas de Pitis. Pero desde ayer se siente aliviada porque sus dos ni?as, de 11 y tres a?os, podr¨¢n criarse en un vecindario asfaltado e iluminado, con tiendas y sin barrizales. Y, adem¨¢s, la peque?a, afectada por un grave problema cerebral, tendr¨¢ cerca el hospital al que debe acudir tan a menudo. 'Todav¨ªa no he visto la casa que me ha tocado, s¨®lo s¨¦ que es una planta baja, y eso es estupendo para la ni?a, que apenas anda', explica jugueteando con las llaves de su nuevo hogar, en Usera.

'Nosotros ten¨ªamos agua y ba?o en la chabola, adem¨¢s de luz que consegu¨ªamos de una bater¨ªa de coche. Pero, con los calores y la suciedad, mi hija estaba delicada cada dos por tres. A ver si ahora podemos cambiar de vida', comenta esperanzada esta mujer, que ahora subsiste con el ingreso madrile?o de integraci¨®n (IMI), una ayuda de unas 42.000 pesetas mensuales que reciben familias sin recursos.

Lourdes, de 40 a?os, y sus tres hijos, uno de ellos discapacitado, viven desde ayer en un piso de Carabanchel, lejos del poblado en el que llevaban siete a?os. 'Estoy muy contenta de salir de aqu¨ª, he visto el barrio donde me van a llevar y me ha gustado, el piso a¨²n no lo conozco, pero seguro que nos adaptamos', asegura. A su lado, una pareja formada por un portugu¨¦s y una espa?ola casi llora pensando en su nueva casa, en el Puente de Vallecas, donde sus hijos podr¨¢n invitar a otros compa?eros sin avergonzarse de su barrio.

Estas familias pagar¨¢n de 5.000 a 10.000 pesetas mensuales de renta por pisos de la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) en los distritos de Carabanchel, Usera y Puente de Vallecas. Dos de las viviendas son del parque de la EMV; las otras dos las ha adquirido este organismo a particulares para arrend¨¢rselas a estos chabolistas a precios sociales.

El Ayuntamiento ten¨ªa previsto iniciar en enero este realojamiento, pero se ha ido retrasando. El concejal de Vivienda, Sigfrido Herr¨¢ez, explic¨® ayer que su objetivo es realojar este a?o a unas 80 familias de las 120 que habitan en el n¨²cleo y finalizar en 2002 esta operaci¨®n, cuyo coste se estima en 700 millones de pesetas. 'Uno de los problemas es que hay familias reacias a ser trasladadas, porque no saben d¨®nde guardar la chatarra, pero se va a intentar que se asocien en cooperativas para conseguir un almac¨¦n', a?adi¨® Herr¨¢ez. Otro temor de muchos chabolistas es no poder pagar las 15.000 o 20.000 pesetas que suelen costar los alquileres, pero, por ahora, se est¨¢n fijando rentas m¨¢s bajas.

Buena parte de estas familias prefererir¨ªan ser realojadas en un poblado de casas bajas donde permaneciesen todos juntos y pudiesen seguir viviendo a pie de calle, como han hecho siempre. Pero el Ayuntamiento y la Comunidad rechazan crear m¨¢s poblados de realojamiento en casas bajas tras la mala experiencia vivida con algunos de ellos como La Celsa, La Rosilla o La Quinta, que han acabado siendo guetos de marginaci¨®n y de venta de estupefacientes. Pitis, pese a su proximidad a La Quinta, un hipermercado de la droga, no ha sido nunca un punto de trapicheo. Seg¨²n los datos de la EMV, las tres cuartas partes de las familias de Pitis, un 20% de ellas de etnia gitana, tienen ingresos inferiores al salario m¨ªnimo interprofesional (73.000 pesetas al mes). La mayor¨ªa vive de la venta de chatarra y cart¨®n y del peonaje.

El poblado entorpece la construcci¨®n de la avenida del Arroyo del Fresno, vital para esta zona en expansi¨®n. Pero los trabajadores sociales que atienden a estos chabolistas han insistido para que los primeros realojados sean las familias con m¨¢s problemas, y no las que ocupan las casetas m¨¢s cercanas a las obras.

15 a?os de historia

El poblado de Pitis naci¨® hace 15 a?os, cuando varias familias llegadas de la deprimida comarca lusa de Tras os Montes se asentaron en un descampado junto a la estaci¨®n del mismo nombre. En 1987 las instituciones los expulsaron a Portugal, pero volvieron. Al tratarse de ciudadanos extranjeros, hasta hace tres a?os no han entrado en los planes de erradicaci¨®n del chabolismo. En 1995 los due?os de los terrenos se comprometieron a aportar 220 millones de pesetas al Consistorio para que construyese un poblado de casas bajas en el barrio de Las Alamedillas. Pero la oposici¨®n vecinal frustr¨® la operaci¨®n. Tras el derribo de las favelas de Los Focos (San Blas) o La Celsa (Puente de Vallecas), Pitis es el segundo n¨²cleo chabolista m¨¢s viejo de la ciudad, detr¨¢s del Pozo del Huevo, creado en los a?os 50.