CAF y el medio ambiente

En referencia a la informaci¨®n publicada sobre la empresa CAF y la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica, en el que se me cita repetidas veces, me gustar¨ªa aclarar los siguientes aspectos:

La adecuaci¨®n a la normas que rigen la protecci¨®n del medio ambiente es un proceso que no puede ni debe hacerse, salvo supuestos de especial significaci¨®n, a golpe de querella criminal. CAF ha podido incumplir la normativa que rige los supuestos de emisiones contaminantes, pero como buena parte de las empresas e instituciones que se encuentran en un proceso de implantaci¨®n de medidas que permitan el respeto al medio ambiente. La adecuaci¨®n a las normas, cada vez m¨¢s restrictivas, sobre contaminaci¨®n ambiental debe realizarse con actuaciones en positivo, no coercitivas, y teniendo en cuenta las circunstancias en las que se encuentra la empresa o instituci¨®n implicada (situaci¨®n econ¨®mica, etc.).

Los datos que obraron en nuestro poder fueron los primeros que se obten¨ªan en nuestro entorno, por lo que, hasta ese momento, la gran mayor¨ªa de empresas de la comarca, como de otros muchos lugares, emit¨ªan sustancias contaminantes. Este aspecto no era valorado hasta la introducci¨®n de una cultura de respeto al medio ambiente ligado a normas m¨¢s estrictas en este ¨¢mbito. En este sentido, a principios de los a?os noventa hab¨ªa varias empresas que se encontraban en una situaci¨®n similar o peor que CAF.

En este caso, desconozco qu¨¦ acciones concretas se realizaron desde que yo abandon¨¦ el Ayuntamiento (1995) de Ordizia, por lo que dif¨ªcilmente puedo afirmar que CAF construy¨® el sistema de depuraci¨®n debido a la interposici¨®n de una denuncia en 1999. Lo ¨²nico cierto es que en los a?os que estuve en el Ayuntamiento abogu¨¦ por la suscripci¨®n de un acuerdo con CAF que permitiese su adecuaci¨®n, teniendo en cuenta sus circunstancias (la d¨¦cada de los noventa fue especialmente cr¨ªtica para la empresa); en definitiva, tratando de conciliar la defensa del medio ambiente con la defensa de los puestos de trabajo. El camino hacia un modelo limpio ambientalmente no ha hecho m¨¢s que empezar, y debemos recorrerlo juntos, sin pausa, pero sin demagogias.

Como se?alaba antes, estoy en absoluto desacuerdo con un procedimiento penal que nada resuelve. No creo que quepa imputar una responsabilidad penal a los directivos de la empresa o a los responsables de las instituciones, cuyas actuaciones pueden ser discutibles, pero no constitutivas de un il¨ªcito penal. M¨¢xime cuando estos momentos CAF cuenta con un sistema de depuraci¨®n que parece ser adecuado y ha obtenido diversas certificaciones de calidad medioambiental, en un esfuerzo por mejorar su gesti¨®n en dicho ¨¢mbito. Hoy CAF es un referente, un ejemplo de modernidad y una empresa de la que nos sentimos orgullosos.