Antonina Rodrigo reconstruye la biograf¨ªa de 27 espa?olas exiliadas
La Diputaci¨®n de Sevilla presenta el libro 'Mujer y exilio 1939'
Amas de casa sin ideolog¨ªa libertaria que fueron al exilio siguiendo a sus hijos y maridos, sindicalistas, modistas, actrices, obreras, maestras de escuela o intelectuales. De todas ellas ha recogido la escritora granadina sus testimonios, muchos de forma directa a trav¨¦s de entrevistas, pero tambi¨¦n indagando en m¨¢s de una veintena de archivos y bibliotecas espa?oles y de Argentina. 'La mayor¨ªa son historias orales de las que no hay documentaci¨®n. El exilio, aunque es colectivo, es un hecho individual. Cada una de esas mujeres lleva o llevaba su propio archivo personal', cuenta Rodrigo, que public¨® el libro hace dos a?os despu¨¦s de varios de una investigaci¨®n que contin¨²a.
Mujer y exilio 1939, publicado por Compa?¨ªa Literaria con la colaboraci¨®n de la Diputaci¨®n de Sevilla, recupera las vivencias de mujeres como Elena Bonet, madre del bi¨®logo Faustino Cord¨®n, 'una Madre Coraje que fue comprando a los jueces y salvando a sus cinco hijos condenados a muerte'. O de Ana Ruiz, la madre de los hermanos Machado, que cuando lleg¨® a la estaci¨®n de Collioure (Francia), en la ¨²ltima parada de su exilio definitivo, preguntaba, ya con la cabeza ida, mientras la bajaban del tren en brazos: '?Llegamos pronto a Sevilla?'. 'La misma madre que a¨²n en su delirio se preocupaba de la deteriorada salud de su hijo menor y pretendr¨ªa pararse en un campo donde pastaban vacas para que Antonio tomase un vaso de leche', relata Rodrigo, que ha querido hacer un friso de la vida de mujeres de toda clase y condici¨®n. 'Lo que sale al destierro es el pueblo, y en el pueblo hay de todo'. La autora distingue dos tipo de exilios: el que llama 'de hojalata, el de las obreras que no conocen a menudo el idioma del pa¨ªs al que van', y el de 'plata y oro', un exilio m¨¢s ilustrado que se desenvuelve mejor.
Especialmente impresionada se muestra Rodrigo con la sargento de milicias republicanas Te¨®fila Madro?al, a quien entrevist¨® poco antes de morir en un hospital de Montevideo, que padeci¨® tortura en el Uruguay de los setenta acusada de complicidad con los revolucionario de Tupac Amaru. 'Detr¨¢s de todas hay una historia de amor o desamor', contin¨²a. Vicenta Lorca, la madre del poeta, la dinamitera Rosario S¨¢nchez, que perdi¨® una mano y viv¨® en libertad vigilada hasta la muerte de Franco; la guerrillera Manuela D¨ªaz, la fil¨®sofa malague?a Mar¨ªa Zambrano, la pol¨ªtica feminista Clara Campoamor o Isabel Oyarz¨¢bal, embajadora de la II Rep¨²blica en la Sociedad de Naciones, componen el mosaico vital de unas mujeres que, seg¨²n dice Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n en el pr¨®logo, fueron 'barridas hacia el extra?amiento del exilio' y 'se marcharon con la carga de la raz¨®n'.
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