Exuberancia del desierto
Daniel Sada naci¨® en Mexicali, una ciudad en la frontera con Estados Unidos y bajo el nivel del mar. La zona parece tan inh¨®spita que durante un tiempo se pens¨® que s¨®lo los chinos pod¨ªan vivir ah¨ª. Alg¨²n Gobierno les dio facilidades para colonizar la arena e inventar la sombra. No es casual que ahora las noches de la franja fronteriza est¨¦n iluminadas por ideogramas de ne¨®n. De acuerdo con Sada, el principal v¨ªnculo cultural entre M¨¦xico y Estados Unidos es la comida china. Esa h¨ªbrida tierra de pioneros brinda escenario a sus cuentos, novelas y poemas.
Lezama Lima afirm¨® que, si el barroco europeo fue un arte de contrarreforma, el barroco americano significaba una contraconquista. La desaforada realidad del nuevo mundo requer¨ªa de un lenguaje feraz que nombrara sus excesos. Sada es un escritor de estirpe lezamiana, pero ubica sus historias en parajes yermos, donde no deber¨ªa haber nada ni nadie. Sus cuidadas arquitecturas verbales surgen de esa escasez, son el momento de excepci¨®n en que dos fugitivos se encuentran en un cruce de caminos y donde el viento cargado de polvo trae noticias y partidos de b¨¦isbol muy lejanos.
Su libro de cuentos Registro de causantes es una lecci¨®n de o¨ªdo. Sada aprendi¨® a disfrutar los arca¨ªsmos en una biblioteca municipal donde s¨®lo encontr¨® cl¨¢sicos grecolatinos y del Siglo de Oro. En cuanto a los neologismos que activan su prosa, es posible rastrear su origen en las radionovelas que o¨ªan sus t¨ªas, el contrabando de idiomas en la frontera y su gozosa inventiva personal.
Dos influencias b¨¢sicas definen su estilo: el romance espa?ol y el corrido mexicano. De Lampa vida (1980) a Porque parece mentira la verdad nunca se sabe (1999), las historias de Sada ocurren en octos¨ªlabos. Sin embargo, no estamos ante un culterano que busque deslumbrar con su dominio de la m¨¦trica. La po¨¦tica de Sada incluye la cultura popular. Su tit¨¢nica novela Porque parece mentira... registra una tradici¨®n que el PRI cultiv¨® durante 71 a?os (el fraude electoral) y los avatares de una familia amiga de los folletines y los dramones inolvidables. Sada apuesta a la complejidad de la novela y al placer del texto. Su tapiz ling¨¹¨ªstico resulta complejo para lectores de cualquier latitud, pero el ritmo ayuda a entender palabras tan sonoras y ajenas a la literalidad como las de Valle-Incl¨¢n en Tirano Banderas.
Ajedrecista de escuela nabokoviana, futbolista que fue pretendido por el Atl¨¦tico Espa?ol y que a sus 48 a?os rubicundos sigue haciendo magias con el bal¨®n, Sada es devoto de los trucos elegantes. Como en Pedro P¨¢ramo, en Porque parece mentira... los ausentes y los muertos deciden por los vivos. En 603 p¨¢ginas de exuberante tierra bald¨ªa, la voz de Daniel Sada despliega 'esos significados que no acaban ni principian y m¨¢s a¨²n en el desierto, donde las palabras suenan a retumbo de otra parte'.
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