Daniel Sada asombra a la literatura hispana con una novela de 90 personajes y 650 p¨¢ginas
'Porque parece mentira la verdad nunca se sabe' recrea los dialectos y la violencia de M¨¦xico
Sada est¨¢ en Madrid estos d¨ªas, camino de Helsinki. Es un hombre afable y bromista, un conversador espl¨¦ndido y muy poco pedante. Naci¨® en la aislada pen¨ªnsula de Baja California en 1953 ('con calor de 52 grados'), y se cri¨® en un pueblo des¨¦rtico del norte de M¨¦xico: '1.000 habitantes, m¨¢s muertos que vivos'.
All¨ª le ense?¨® m¨¦trica una maestra que s¨®lo amaba a los cl¨¢sicos. Y eso ley¨® Sada hasta los 22 a?os, cuando se fue al DF: 'No hab¨ªa pasado del Siglo de Oro. Casi todo eran griegos y latinos, y cre¨ªa que el Quijote era la ¨²ltima novela de la literatura, y ¨¦sta un arte desaparecido en el tiempo. Por suerte descubr¨ª a los escritores contempor¨¢neos'.
Para entonces ya le hab¨ªa ocurrido el suceso que iba a originar esta novela de ambici¨®n balzaquiana escrita durante cuatro a?os, publicada en M¨¦xico por Tusquets en 1999, una novela 'que o se toma o se deja', seg¨²n Poniatowska, y que est¨¢ elaborada a base de versos alejandrinos, endecas¨ªlabos y octos¨ªlabos.
Creyendo que 'la universalidad no puede estar muy lejos de donde uno vive', Sada utiliza un lenguaje ultracoloquial que Fuentes define como 'la fusi¨®n de Cantinflas y G¨®ngora'. Es, explica Sada, 'un canto a los dialectos del norte, a los neologismos y la contaminaci¨®n ling¨¹¨ªstica, al fabuloso goteo de sonidos que se oye en el M¨¦xico profundo'.
Habla y metaf¨ªsica
Luchar por el purismo de la lengua es absurdo, opina Sada: 'Cuanto m¨¢s contaminada, m¨¢s viva. El coloquialismo es tan complejo como la metaf¨ªsica'.
Pero, volviendo al suceso crucial: con 19 a?os, Sada se dispuso a votar en su pueblo, eran sus primeras elecciones, 'y cuando me faltaban s¨®lo tres puestos para llegar a la urna, unos tipos llegaron y se llevaron la caja'.
Era a principios de los setenta, los tiempos crudos y sangrientos del fraude electoral del PRI, y Sada pens¨® que deber¨ªa reflejar en un libro el submundo que encubr¨ªa esa mafiosa t¨¦cnica pol¨ªtica.
La novela empieza con esta frase: 'Llegaron los cad¨¢veres a las tres de la tarde'.
Pero lo complicado fue el proceso de escritura. Despu¨¦s de ir formando su obra con algunos cuentos (gan¨® con Registro de causantes el prestigioso Premio Villaurrutia); algunas novelas breves como Albedr¨ªo (1989) o Una de dos (Alfaguara, 1994), y colaborando en Vuelta ('la revista de Paz, que en paz descanse') y Letras Libres ('la de Krauze'), Sada vio de repente c¨®mo su viejo sue?o literario regresaba a lo real cargado de una tremenda cantidad de material: 'Primero invent¨¦ una geograf¨ªa imaginaria, luego pens¨¦ en la historia de una familia, despu¨¦s se me vino un cuento sobre la frontera y de repente todas esas historias juntas, y otras m¨¢s, se me metieron en la novela'.
Los 90 personajes creados por Sada van narrando las distintas tramas y subtramas de una forma circular. El autor los clasifica as¨ª:
'Tr¨¢gicos: 'Shakespearianos, si avanzan nunca reculan.
Tragic¨®micos: Los que predominan. El mundo moderno es tragic¨®mico, nos ponemos metas y cuando las alzanzamos volvemos a buscar otras, insatisfechos.
Er¨®ticos: Sensibles, ingenuos, cursis incluso, mantienen intacta la capacidad de asombro.
Tan¨¢ticos: Enamorados del abismo, autodestructivos, pesimistas.
Pat¨¦ticos: Simp¨¢ticos, encantadores, dependen de los dem¨¢s y ¨¦sa es su arma, si les das la mano te cogen el brazo; son fascinantes y trepadores.
Donjuanes: Inseguros, s¨®lo les interesa la conquista, no el amor'.
La novela ofrece pura acci¨®n y poca reflexi¨®n: un amplio espectro de matones, cobardes, asesinos y v¨ªctimas de todo pelaje explican la sociedad mexicana, el culto salvaje a la violencia y el gusto por la muerte.
Sada cree que 'la historia de M¨¦xico se ha escrito siempre con sangre, quiz¨¢ porque la geograf¨ªa es de por s¨ª violenta y est¨¢ llena de volcanes y terremotos, quiz¨¢ por el acoso de los espa?oles'.
El t¨ªtulo vino solo: de un refr¨¢n o¨ªdo en un autob¨²s. 'Era ideal, porque refleja otra caracter¨ªstica muy local y muy presente en la novela: la adoraci¨®n por la mentira, el miedo a la verdad de los mexicanos. Las verdades son crueles y demasiado simples, caben en una sola frase. Pero las mentiras son infinitas y emotivas, dan un barniz amable a lo amargo y lo cruel'.
El pa¨ªs est¨¢ cambiando poco a poco, afirma Sada, pero vive instalado en la mentira con raz¨®n,porque la verdad es demasiado dolorosa. 'En realidad, la novela es un acto de amor a M¨¦xico realizado a trav¨¦s de una caricatura. Es donde siempre he habitado y todav¨ªa me sorprende. Imprevisible y m¨¢gico. Nunca nadie puede decir la ¨²ltima palabra sobre M¨¦xico. Su realidad ser¨¢ sucia, s¨ª, pero de una suciedad muy especial. Excremento y dulzura'.
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