Los otros protagonistas
Santiago Grisol¨ªa, presidente del Consell Valenci¨¤ de Cultura, calific¨® la aprobaci¨®n del dictamen sobre la filiaci¨®n del valenciano como 'un peque?o milagro'. Ayer, las Cortes Valencianas a?adieron unos gramos de taumaturgia al prodigio al dar su visto bueno a los integrantes de la Acad¨¨mia Valenciana de la Llengua. Muy poco a poco, paso a paso, se van sentando las bases para mitigar una irracional y absurda pol¨¦mica ling¨¹¨ªstica que ha venido enfrentando a los valencianos. La constituci¨®n de la Acad¨¨mia es un peque?o gran ¨¦xito para situarse m¨¢s cerca de la cordura; pero a¨²n se est¨¢ lejos de alcanzarla porque el da?o cometido ha sido tan inmenso que puede llegar a ser irreversible.
Ayer fue d¨ªa de grandes adjetivos y solemnes declaraciones, de pl¨¢cemes y enhorabuenas, de aplausos un¨¢nimes, de alegr¨ªas reales y de satisfacciones obligadas por las circunstancias. Por eso mismo, hoy toca pedir prudencia y paciencia por m¨¢s que el cuerpo pida otra cosa. Prudencia a los acad¨¦micos porque en sus manos tienen el futuro de un idioma minusv¨¢lido y extremadamente fr¨¢gil. Paciencia a los pol¨ªticos y a los agentes sociales y culturales porque los milagros, pese a Grisol¨ªa, se dan en Lourdes y en pocos sitios m¨¢s y no todos los d¨ªas.
Pero hoy tambi¨¦n toca ser agradecidos. Y corresponde darle la gracias en primer lugar al presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, porque si suya era la mayor parte de responsabilidad en caso de fracaso, suya es ahora la mayor parte del ¨¦xito. A Joan Ignasi Pla porque, pese al escepticismo de no pocos de los suyos, demostr¨® firmeza, habilidad y cintura en la recta final de la negociaci¨®n. Al rector Pedro Ruiz por su actitud distanciada y responsable ante una negociaci¨®n que la Universidad s¨®lo pod¨ªa mirar con recelo. Y, especialmente, a todos aquellos que estuvieron en el inicio del proceso y hoy no est¨¢n en la foto: a Francisco Camps, Joan Romero, Manuel Sanchis Guarner, Joaqu¨ªn Calomarde, Ram¨®n Lapiedra y tantos otros que siguen y seguir¨¢n en el anonimato.
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