El aborto encalla en Dubl¨ªn
El barco holand¨¦s no tiene permiso para actuar m¨¦dicamente en alta mar
El Aurora ech¨® amarras en el muelle de Dubl¨ªn sin gritos de bienvenida ni protesta. Con su explosiva carga intacta, un contenedor reconvertido en cl¨ªnica de alta mar, sobre la cubierta del viejo pesquero que zarp¨® de Holanda el lunes. Y con sus 12 tripulantes, incluidos tres m¨¦dicos y una enfermera, ilusionados de hacer campa?a por la legalizaci¨®n del aborto en Irlanda, el pa¨ªs europeo m¨¢s estricto en la materia. Pero en el muelle aguardaban sorpresas. Decepciones, m¨¢s bien.
'Han surgido complicaciones t¨¦cnicas, obst¨¢culos burocr¨¢ticos en el ¨²ltimo minuto. No tenemos los permisos necesarios', reconoci¨® Cathleen O'Neill, portavoz irlandesa de Mujeres sobre las Olas, la organizaci¨®n que puso en marcha el pol¨¦mico plan. M¨¢s de 80 irlandesas hab¨ªan pedido ayuda para su involuntario embarazo, pero s¨®lo recibir¨¢n asesoramiento e informaci¨®n.
80 irlandesas que quer¨ªan interrumpir su embarazo a bordo s¨®lo podr¨¢n recibir asesoramiento
En las prisas por emprender la traves¨ªa, el colectivo relaj¨® otros tr¨¢mites fundamentales y se ech¨® a la mar sin la licencia holandesa para practicar abortos a bordo. Para rematar la frustraci¨®n, la autoridad portuaria de Dubl¨ªn neg¨® al Aurora permiso para navegar por el r¨ªo Liffey con un mayor n¨²mero de pasajeros que los que atracaron la noche del jueves. 'Nos entregaron el contenedor dos d¨ªas antes de zarpar y no hubo tiempo para la inspecci¨®n. Pero la sala de operaciones est¨¢ acondicionada para emergencias. Mantenemos los mismos baremos de calidad y seguridad que se exigen a un quir¨®fano holand¨¦s. Es una pena no poder utilizarlo en aguas internacionales', protest¨® la ginec¨®loga Sunilla Kleirerda.
En vez de embarazadas, el barco recibi¨® la visita de cientos de periodistas. Las capas de pintura no ocultan las huellas de su anterior funci¨®n pesquera, hasta acceder al contenedor, dividido por dentro en dos secciones as¨¦pticamente decoradas. En la primera, un sof¨¢ y un mostrador con folletos, condones y otros anticonceptivos. M¨¢s all¨¢, una camilla, un lavabo y varios aparatos cl¨ªnicos.
'Quiero que me den la p¨ªldora abortiva', dijo de repente una joven pelirroja desde el muelle. Despistada y ajena al fiasco, Sin¨¦ad, madre soltera de 27 a?os, cre¨ªa que Mujeres sobre las Olas iba a ayudarle a poner fin a su embarazo de dos semanas. 'No tengo con qui¨¦n dejar a la ni?a, ni dinero para ir a Inglaterra a abortar. Tampoco puedo tener un segundo hijo, en mis condiciones no ser¨ªa bien recibido. Quiero la p¨ªldora pero no s¨¦ cu¨¢nto hay que pagar', explicaba compungida.
En el caos organizativo, ning¨²n miembro del colectivo estaba a mano para explicar que el tratamiento, de haberse podido ofrecer ayer, hubiera sido gratis.
'Est¨¢n sobrecogidos por la cantidad de mujeres que han pedido ayuda. Deber¨¢n tomar medidas ante tanta demanda, pero estoy convencida que les pondr¨¢n en contacto con organizaciones especializadas. Proveer un servicio quir¨²rgico temporal es una mejora para pa¨ªses donde el aborto est¨¢ prohibido. Aqu¨ª es menos pr¨¢ctico porque pueden viajar a Inglaterra y, de hecho, uno de cada 10 embarazos se interrumpe voluntariamente', se?al¨® Ann Furedi, del servicio brit¨¢nico de Asesor¨ªa para Embarazadas, que atiende a m¨¢s de 6.000 irlandesas al a?o.
'Es un desastre para ellas, pero la soluci¨®n es la legalizaci¨®n. Con su cobard¨ªa pol¨ªtica, el Gobierno irland¨¦s ha fallado a las mujeres. Debe procurar el aborto gratuito, seguro y legal', respondi¨® O'Neill. Mientras, los grupos antiabortistas pr¨¢cticamente ignoraron el 'golpe publicitario', seg¨²n descripci¨®n de la organizaci¨®n Vida Humana Internacional, y botaron un solitario velero salvavidas en el Liffey. En un simulacro de bronca, Peter McCormack salt¨® al contenedor, seguido de un par de guardias de seguridad. Y Maureen Collins, de 20 a?os, pidi¨® la muerte de las embarazadas que no toman precauciones ni quieren dar su hijo en adopci¨®n. Fueron las pocas protestas que se escucharon frente al Aurora.
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