"Soy un fantasm¨®n, vaya"

Pregunta. ?Por qu¨¦ lleva siempre las manos en los bolsillos?

Respuesta. Supongo que porque no s¨¦ bien qu¨¦ hacer con ellas, y es c¨®modo. Una greguer¨ªa de Ram¨®n G¨®mez de la Serna dec¨ªa que Madrid es meterse las manos en los bolsillos mejor que nadie.

P. The New York Times le ha comparado con Henry James y Marcel Proust. ?Mola?

R. Nadie en su sano juicio me ha comparado ni con Proust ni con James. Lo que la cr¨ªtica dec¨ªa es que el tipo de prosa, de frase larga, pod¨ªa ser reminiscente.

P. Tambi¨¦n afirmaban que era un tipo enigm¨¢tico.

R. Ya, pero lo dec¨ªan como escritor, porque personalmente no me conocen.

P. Usted no se encuentra as¨ª.

R. Me conozco desde ni?o, y me encuentro de lo m¨¢s transparente.

P. Veo su casa empaquetada de andamios, y ahora comprendo su fijaci¨®n con el alcalde.

R. Lo que no me explico es c¨®mo la fijaci¨®n no la tiene el resto de mis conciudadanos.

P. ?Es cierto que se pone ante el Ayuntamiento a calcular si le dar¨ªa, caso de liarse a cantazos?

R. S¨ª. Tengo la sensaci¨®n de que llevamos as¨ª como diez a?os sufriendo una destrucci¨®n sistem¨¢tica de Madrid. Como vivo cerca, suerte que no tengo licencia de armas, porque me podr¨ªa venir la tentaci¨®n.

P. Futbol¨ªsticamente, se autodenomina 'merengue civilizado'. ?Nunca pierde el adjetivo?

R. S¨ª, s¨ª. Sobre todo si estoy solo en casa delante del televisor y nadie escucha las barbaridades que puedo llegar a decir.

P. Pero financia al Numancia. ?No es un gesto numantino?R. La verdad es que s¨ª. Pero el a?o pasado se mantuvieron en Primera y apoquin¨¦ como un se?or. Era un dinero inesperado, que me hab¨ªa venido de unos premios literarios, y me hac¨ªa ilusi¨®n.

P. ?Es cierto que usted es su personaje favorito?

R. ?De ficci¨®n?

P. De todo. ?Se encuentra o no se encuentra estupendo?

R. Pues no. De m¨ª tengo m¨¢s bien mala opini¨®n.

P. ?Qu¨¦ se ha hecho?

R. Me juzgo con severidad, no crea.

P. ?Y lo de que es muy mani¨¢tico?

R. S¨ª. Por ejemplo, con las palabras. Hay palabras que no soporto, como decir caldos cuando se habla de vinos; o el adjetivo letal, que me parece horrible. Tambi¨¦n tiene uno sus preferencias.

P. ?Por ejemplo?

R. Reminiscencia es una palabra que me gusta, aunque no se emplea mucho.

P. Dicen que es un broncas.

R. Yo creo que no es verdad. Yo no las busco, lo que pasa es que si me pinchan, reacciono.

P. ?Los Querejeta, Jordi Herralde y el finado profesor Aranguren est¨¢n entre sus bestias negras preferidas?

R. Al finado Aranguren ni siquiera lo mencion¨¦ inicialmente.Los otros no son bestias negras: m¨¢s bien debo de serlo yo de ellos. En mi caso, no es acci¨®n, sino reacci¨®n.

P. ?Qu¨¦ tal intertextualiza?

R. Pues no s¨¦... Yo creo que todos los que escribimos tambi¨¦n escribimos sobre lo que hemos le¨ªdo. La diferencia fundamental est¨¢ en el ¨¢nimo de ocultaci¨®n o no.

P. La propia palabra intertextualizar, ?no le parece como de cachondeo?

R. Prefiero llamarlo tomadura de pelo. Es casi lo peor en este asunto. M¨¢s que el hecho en s¨ª, que en el fondo es venial, es esta tomadura de pelo posterior.

P. ?Se considera un chico recatado?

R. Hombre, recatado, no. Pero soy de los que siguen pensando que de ciertas cosas no se debe hablar.

P. ?Cu¨¢les?

R. No s¨¦, t¨² ves la televisi¨®n y todo el rato se habla de cosas muy raras, como el tama?o del pene de la gente, una cosa ins¨®lita. Tambi¨¦n me parece extra?o que se hable de si la gente est¨¢ operada o no. Si yo estuviera operado, tendr¨ªa pudor al respecto y me lo callar¨ªa.

P. ?Su pertenencia al club de los fantasmas es s¨®lo literaria?

R. S¨ª. S¨®lo literaria.

P. No es un fantasma.

R. En un sentido metaf¨®rico, s¨ª me lo puedo considerar. Y en un sentido coloquial...

P. Tambi¨¦n.

R. ...Pues, tambi¨¦n. Soy un fantasm¨®n, vaya. Pero no creo en m¨¢s fantasmas que los literarios. No creo en nada sobrenatural, ni preternatural; casi ni siquiera en nada antinatural.