Pujol excluye de su agenda a la minor¨ªa rusa de las rep¨²blicas b¨¢lticas

Por fin, Jordi Pujol podr¨¢ conocer sobre el terreno la realidad social y pol¨ªtica de las rep¨²blicas b¨¢lticas de Estonia y Letonia que tanto admira y cuyo proceso de independencia de la URSS, hace ahora 10 a?os, copmpar¨® con las leg¨ªtimas aspiraciones pol¨ªticas de Catalu?a. Pero el presidente catal¨¢n ha excluido de su agenda cualquier contacto con las minor¨ªas. En Letonia, los ciudadanos de origen ruso representan cerca del 40% de la poblaci¨®n y no tienen los derechos de que gozan sus compatriotas letones, incluso se les niega el derecho a poder ser elegibles para cargos de representaci¨®n parlamentaria.

El motivo de esta discriminaci¨®n hay que buscarlo en la oposici¨®n de la minor¨ªa rusa a separarse de la URSS cuando, en agosto de 1991, Estonia, Letonia y Lituania lograron recuperar su independencia despu¨¦s de medio siglo de ser rep¨²blicas sovi¨¦ticas. La declaraci¨®n de independencia de las tres rep¨²blicas b¨¢lticas pill¨® a Pujol en Mosc¨².

All¨ª afirm¨® que Lituania, Estonia y Letonia ten¨ªan los mismos derechos que Catalu?a, pero mientras que aqu¨¦llas optaban por la independencia otros prefer¨ªan la v¨ªa auton¨®mica.

Ahora Pujol visita durante dos d¨ªas Estonia y Letonia. El viaje incluye entrevistas con las principales autoridades del pa¨ªs y sendas conferencias sobre la situaci¨®n de las lenguas minoritarias en los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea. El presidente dijo que su visita a estas rep¨²blicas obedece a su inter¨¦s por la situaci¨®n de las lenguas vern¨¢culas.

Pero su defensa de las minor¨ªas no incluir¨¢ en ning¨²n caso a los rusos, que representan el 30% en Estonia y cerca del 40% en Letonia, y cuyos gobiernos aplican pol¨ªticas dispares en cuanto a la integraci¨®n. Mientras que las autoridades de Tallin han apostado por la cohesi¨®n social, en Riga todav¨ªa siguen vigentes algunas pr¨¢cticas discriminatorias, seg¨²n denuncian las asociaciones de derechos humanos y, sobre todo, el Partido para la Igualdad de Derechos, que agrupa a buena parte de los 900.000 rusos que viven en el pa¨ªs, que en total tiene 2,4 millones de habitantes.

Entre las normativas calificadas de excluyentes figuran las duras condiciones para la obtenci¨®n de la ciudadan¨ªa letona y la vigencia en los pasaportes del origen de cada ciudadano (ruso, let¨®n o jud¨ªo).

El Gobierno let¨®n ha prohibido, adem¨¢s, a la presidenta del Partido para la Igualdad de Derechos, Tatiana Zdanoka, concurrir a unas elecciones por su activa oposici¨®n a la independencia del pa¨ªs. Zdanoka ha apelado ante el tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo.

La ley de naturalizaci¨®n, que entr¨® en vigor en 1999 despu¨¦s de enormes presiones internacionales, agiliz¨® la obtenci¨®n de la nacionalidad letona, aunque los requisitos han sido puestos en entredicho siempre por las asociaciones de derechos humanos. Desde entonces, seg¨²n las ¨²ltimas cifras, tan s¨®lo 20.000 rusos se han convertido en ciudadanos letones. En materia ling¨¹¨ªstica, las leyes exigen un dominio absoluto del idioma local a pol¨ªticos, m¨¦dicos o juristas y diversos grados al resto de habitantes. Aunque la UE aplaudi¨® en su d¨ªa la nueva normativa, vigente desde septiembre del pasado a?o, pidi¨® a las autoridades de Riga que la aplicasen con 'esp¨ªritu liberal'.