La ejecuci¨®n del hispano Garza reaviva el debate sobre el racismo en Estados Unidos

Garza, nacido en M¨¦xico pero nacionalizado estadounidense, nunca neg¨® su responsabilidad en tres asesinatos cometidos a principios de los a?os noventa, en el marco de ajustes de cuentas en el seno de la red de tr¨¢fico de marihuana que ¨¦l dirig¨ªa en Tejas. Pero, como inform¨® el Centro de Informaci¨®n sobre la Pena de Muerte, una organizaci¨®n abolicionista de Washington, muchos otros delincuentes blancos cumplen condenas de cadena perpetua por hechos semejantes. Al jurado que sentenci¨® a Garza a v¨¦rselas con el verdugo nunca se le plante¨® la alternativa de condenarle a vivir el resto de sus d¨ªas entre rejas.

Tras una moratoria que duraba desde 1963, el Gobierno federal de EE UU se ha sumado al entusiasmo de 38 Estados de ese pa¨ªs en la aplicaci¨®n de la pena federal. En tan s¨®lo ocho d¨ªas el Gobierno federal ha ejecutado en su penitenciaria de Terre Haute a dos condenados: el terrorista de ultraderecha Thimoty McVeigh y el narcotraficante Garza. A¨²n m¨¢s inquietante: la gran mayor¨ªa de los que est¨¢n en capilla en Terre Haute son miembros de minor¨ªas. En septiembre de 2000, en el ¨²ltimo tramo de la presidencia de Bill Clinton, el departamento de Justicia de Estados Unidos reconoci¨® que los acusados eran negros o hispanos en el 80% de los casos en los que sus fiscales solicitaron a los jurados sentencias de pena de muerte en los ¨²ltimos cinco a?os.

La entonces titular de Justicia, Janet Reno, se declar¨® 'amargamente perturbada' por este dato, pero Clinton se neg¨® a proponer la abolici¨®n de la pena de muerte a escala federal, o establecer una moratoria en su aplicaci¨®n. El pol¨ªtico de Arkansas se limit¨® a aplazar las ejecuciones m¨¢s inminentes, empezando por la de Garza. Le dej¨® la patata caliente a su sucesor y ¨¦ste termin¨® siendo George W. Bush, c¨¦lebre por el r¨¦cord de ejecuciones que estableci¨® como gobernador de Tejas. A comienzos de este mes, el muy derechista John Ashcroft, titular de Justicia con Bush, rechaz¨® que exista racismo en la pena de muerte. Seg¨²n Ashcroft, si hay muchos negros en los corredores de la muerte es porque esta minor¨ªa est¨¢ m¨¢s implicada que otros grupos en asuntos de drogas.

Como McVeigh, Garza muri¨® con los ojos abiertos. Su ¨²ltima comida consisti¨® en un filete con aros de cebolla y patatas fritas y una bebida gaseosa. En sus ¨²ltimos momentos se mostr¨® tranquilo y estuvo acompa?ado por un sacerdote cat¨®lico, pero reiter¨® que hubiera preferido ver su sentencia conmutada por la de cadena perpetua. Garza ten¨ªa dos hijas y quer¨ªa ahorrarles el vivir el resto de sus d¨ªas con el horror de la ejecuci¨®n de su padre.

S¨®lo 50 personas se manifestaron ayer contra la pena capital frente a la penitenciaria de Terre Haute, de donde hab¨ªan desaparecido por completo los 1.400 reporteros y las decenas de camiones con antenas parab¨®licas que cubrieron el circo de la ejecuci¨®n de McVeigh. M¨¦xico, donde hab¨ªa nacido Garza y que lo extradit¨® en 1992 a Estados Unidos, tuvo una reacci¨®n moderada. 'Garza', se?al¨® el ministro mexicano de Exteriores, Jorge Casta?eda, 'era ciudadano norteamericano'.

Extranjeros en el corredor

En cambio, el presidente Vicente Fox reiter¨® su preocupaci¨®n por el destino de Gerardo Valdez, un compatriota cuya ejecuci¨®n en Oklahoma ha sido aplazada hasta el 16 de julio. Como ocurri¨® con el espa?ol Joaqu¨ªn Jos¨¦ Mart¨ªnez y muchos otros extranjeros detenidos en EE UU, la polic¨ªa estadounidense no respet¨® la Convenci¨®n de Viena en la captura de Valdez y no le inform¨® de que ten¨ªa derecho a entrar en contacto con su consulado.

El apoyo a la pena de muerte sigue siendo mayoritario en Estados Unidos, pero se est¨¢ erosionando de modo significativo. Otra pol¨¦mica en el candelero es la relativa a la ejecuci¨®n de retrasados mentales. Jeb Bush, hermano del presidente y gobernador de Florida, firm¨® hace poco una orden prohibiendo que en su Estado sean ejecutadas personas con evidentes minusval¨ªas mentales. Pero Rick Perry, el nuevo gobernador de Tejas, acaba de vetar la introducci¨®n de esa misma medida en su territorio. EE UU es el ¨²nico pa¨ªs democr¨¢tico que env¨ªa a la silla el¨¦ctrica o la inyecci¨®n letal a gente que ni tan siquiera comprende los cr¨ªmenes que cometi¨®.