Espa?a fabricar¨¢ m¨®dulos del proyectil Standard, cuya nueva generaci¨®n tendr¨¢ capacidad antibal¨ªstica
El Ministerio de Defensa est¨¢ ultimando la compra de 32 misiles antia¨¦reos Standard SM-2, a un mill¨®n de d¨®lares (casi 200 millones de pesetas) por unidad, para dotar a las futuras fragatas F-100, cuyas necesidades se estiman en unos 180 misiles. El consorcio americano fabricante del misil ha ofrecido a Espa?a integrarse en el grupo SMiE (Standard Missile in Europe), que har¨¢ dicho proyectil para Alemania y Holanda. Pero Espa?a no quiere esa versi¨®n, adaptada al sistema de combate naval europeo Apar, sino que prefiere el original, dise?ado para el Aegis.
Su prop¨®sito es obtener, en compensaci¨®n, la fabricaci¨®n en Espa?a de un m¨®dulo completo del misil, que se incorporar¨ªa a los vendidos en todo el mundo.
Las F-100 llevar¨¢n el modelo SM-2MR Bloque IIIA. Se trata de un misil de medio alcance (170 kil¨®metros de distancia y 19.800 metros de altitud), concebido b¨¢sicamente para la defensa contra aviones, aunque con una capacidad limitada para la defensa antimisiles. Se trata, en todo caso, de defenderse a s¨ª mismo o a los buques a los que escolta, para lo que cuenta tambi¨¦n con los misiles Evolved Seasparrow de corto alcance, pero no de proteger una zona, como busca el escudo antimisiles.
La siguiente versi¨®n del Standard, el bloque IV, tiene ya una versi¨®n antibal¨ªstica, adem¨¢s de otra para ataque de superficie. Pero es la nueva generaci¨®n SM-3, todav¨ªa en pruebas, la que debe dar el salto tecnol¨®gico a un proyectil capaz de interceptar en vuelo un misil de teatro, adecuado para el programa NMD. 'Si Espa?a se engancha a la familia Standard', opinan los expertos, 'podr¨ªa participar en sus futuros desarrollos'.
Bush ha anunciado que, adem¨¢s del territorio de EE UU, el escudo proteger¨¢ a sus tropas en el extranjero, lo que incluye sus soldados en Rota (C¨¢diz) y Mor¨®n (Sevilla) o en la antigua Yugoslavia. 'Si el paraguas cubre a las tropas americanas en Europa, no puede excluir a las europeas ni a la poblaci¨®n civil y esta protecci¨®n no ser¨¢ gratuita: o Europa participa, y se beneficia industrialmente, o se acabar¨¢ limitando a pagar la factura', sostienen fuentes espa?olas.
Al ampliar el escudo a Europa, Bush ha mezclado los interceptores de misiles estrat¨¦gicos (m¨¢s de 10.000 kil¨®metros de alcance), todav¨ªa ciencia ficci¨®n, con los de teatro (hasta 2.000 kil¨®metros), incorporando as¨ª programas que, como el Standard SM-3, ya estaban en marcha.
El problema para Europa es que participar en el NMD, dados sus escasos recursos en Defensa, puede obligarle a relegar los programas necesarios para construir su autonom¨ªa militar.
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