Las obras del Mar¨ªa Guerrero durar¨¢n a?o y medio y costar¨¢n 900 millones

El edificio, para empezar, tendr¨¢ 150 metros cuadrados m¨¢s que antes de que, el a?o pasado por estas fechas, comenzasen las obras de remozado en la sala del patio de butacas. 'A medio mill¨®n de pesetas que cuesta el metro cuadrado en este barrio, no est¨¢ nada mal', apunt¨® ayer el arquitecto, durante una visita guiada por las obras -en las que ya se han gastado 300 millones- con los medios de comunicaci¨®n y el director general del INAEM, Andr¨¦s Amor¨®s.

Pero habr¨¢ m¨¢s. Las termitas que se descubrieron en una viga durante aquel remozado, en noviembre de 2000, han servido para desvelar la cara oculta de este teatro -propiedad estatal desde 1929-, escondida bajo varias reformas parciales, 'una cada d¨¦cada', que desvirtuaron sus cualidades arquitect¨®nicas y decorativas en favor de 'los gustos y modas de cada momento'. 'Quedar¨¢ recuperada la imagen tradicional del teatro, pero dotado t¨¦cnicamente para el futuro', subray¨® el arquitecto.

Como detectives, Florentino G¨®mez y su equipo han ido buscando, metro a metro, pared por pared, d¨®nde estaba 'toda la madera' a la caza del insecto xil¨®fago. As¨ª, se han descubierto m¨¢s de 1.200 metros de vigas de madera en 'una ITV a fondo del edificio, de cimientos a cubiertas'. Y menos mal, porque del edificio se hab¨ªan perdido los planos originales que permitieron levantarlo en 1885, con el nombre de teatro de la Princesa. Ahora, gracias a esta inspecci¨®n, ya se dispone de unos 'en toda regla', que podr¨¢n prevenir futuros desperfectos 'y corregirlos en cuanto se detecten'.

Casa y sala de ensayos

La labor de tanteo en busca de posibles nidos de termitas ha dado tambi¨¦n como fruto la eliminaci¨®n de 2.000 metros cuadrados de falsos techos, como los tres que ocultaban, en la planta quinta, las trabajadas molduras de cinc que coronaban la vivienda de la propia Mar¨ªa Guerrero, un espacio que quedar¨¢ 'di¨¢fano' y volver¨¢ a ser la sala de ensayos que all¨ª se levant¨® en 1918. 'Hab¨ªa varias decenas de candilejas alrededor y una luz cenital, con una claraboya que dejaba pasar el sol', record¨® el arquitecto. Tambi¨¦n han aflorado 20 columnas de fundici¨®n, entre ellas las que limitaban, entre el patio de butacas y el vest¨ªbulo, una balconada 'muy en la l¨ªnea de los teatros del siglo XIX, donde se iba a mirar y a ser mirado'. Los espectadores del siglo reci¨¦n estrenado tambi¨¦n podr¨¢n ejercitar la curiosidad, pues el balc¨®n se recuperar¨¢ con una r¨¦plica de las barandillas que cierran los palcos. La original desapareci¨® en una de aquellas reformas parciales, que de paso ocult¨® tanto el balc¨®n como las columnas.

Otro hallazgo est¨¢ en el s¨®tano, donde antes se ubicaba la cafeter¨ªa. 'Se ha descubierto la estructura de hierro, una obra moderna, y al eliminar tabiques ha quedado un espacio que ser¨¢ la sala polivalente, para lecturas dramatizadas, conferencias y exposiciones', adelant¨® Florentino G¨®mez. 'Aqu¨ª podr¨¢n estrenar los autores j¨®venes que quieran presentar sus obras en el Centro Dram¨¢tico Nacional', destac¨® su director, Juan Carlos P¨¦rez de la Fuente, quien record¨® que el CDN seguir¨¢ estrenando en otras salas mientras dure 'esta especie de exilio'.