El incierto futuro de Piqu¨¦

Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y su Gobierno apoyar¨¢n al ministro de Exteriores, Josep Piqu¨¦, hasta que finalice el proceso abierto por el caso Ercros y est¨¢n dispuestos a soportar, al menos por el momento, el desgaste pol¨ªtico que supone la iniciaci¨®n de un procedimiento judicial. El entorno del presidente del Gobierno concede total credibilidad a las explicaciones que Piqu¨¦ ha dado a Aznar sobre su 'inocencia' en el caso Ercros. El ministro de Exteriores ha vuelto estos d¨ªas, tras la reapertura del caso, a hablar pormenorizadamente con Aznar, como lo hizo en el oto?o de 1999, y con el ministro portavoz, P¨ªo Cabanillas, con el que se entrevist¨® el pasado martes. Seg¨²n fuentes gubernamentales, Aznar es consciente del desgaste pol¨ªtico que implica la continuidad de un procedimiento judicial que afecta a un ministro. Lo vivi¨® en la oposici¨®n al dirigir una feroz campa?a pol¨ªtica contra el ¨²ltimo Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez, aprovechando los esc¨¢ndalos que entonces saltaron a la opini¨®n p¨²blica. Aznar conf¨ªa, seg¨²n fuentes gubernamentales, en que la opini¨®n p¨²blica sepa calibrar que se trata de un 'asunto privado' ocurrido cuando Piqu¨¦ era empresario y ni siquiera estaba afiliado al PP.

Aznar ha hecho una apuesta personal por el ministro catal¨¢n, al que ya respald¨® con claridad cuando el caso Ercros apareci¨® con fuerza en 1999. Aznar siempre ha visto en Piqu¨¦ una faceta de 'modernidad' que facilitaba la imagen de centro de su partido y precisamente por ello le nombr¨® portavoz del Gobierno en una etapa crucial, como fue la de la tregua de ETA. El apoyo de Aznar a Piqu¨¦ se confirm¨® en la conformaci¨®n del Gobierno de mayor¨ªa absoluta tras las elecciones de 2000. Pese a estar ya cuestionado, Aznar decidi¨® nombrarle ministro de Exteriores.

La reacci¨®n del partido ante la propuesta de imputaci¨®n a Piqu¨¦ ha generado malestar en el Ministerio del Portavoz por la decisi¨®n del secretario general del PP, Javier Arenas, de delegar en uno de sus colaboradores, Rafael Hernando, la defensa p¨²blica del ministro cuando el Gobierno lanzaba a Cabanillas.

En el partido, sostienen oficialmente que su c¨®digo ¨¦tico y su doctrina pol¨ªtica no afectar¨ªan literalmente a Josep Piqu¨¦ ni aunque fuese imputado porque entonces, en 1991, no era ni afiliado. Dirigentes populares aceptan que el ministro de Asuntos Exteriores deber¨¢ dimitir voluntariamente si el Fiscal General del Estado, Jes¨²s Cardenal, acaba asumiendo las recomendaciones de los fiscales para que sea imputado. 'No es que pueda haber alguna preocupaci¨®n en el PP por las derivaciones pol¨ªticas del caso Piqu¨¦ es que no hay nadie en el PP que no est¨¦ muy preocupado'. Esta frase de un miembro del Comit¨¦ Ejecutivo Nacional del PP es ratificada por varios de sus compa?eros.

El PP y el Gobierno han optado, por ahora, por sacar a la palestra portavoces de segundo nivel para salir en defensa de la inocencia de Piqu¨¦. El argumentario oficial elaborado al respecto sostiene que el PP no entrar¨¢ al juego que intenta el PSOE de confundir la situaci¨®n judicial de Piqu¨¦ como si ya estuviese imputado o acusado. Y menos a¨²n se prestar¨¢ el PP a anticipar la discusi¨®n sobre qu¨¦ tendr¨¢ que hacer Aznar o el propio Piqu¨¦ si al final es imputado.

El PP reafirma p¨²blicamente, con escasa vocaci¨®n, que en teor¨ªa Piqu¨¦ no estar¨ªa sujeto a poner su cargo a disposici¨®n del partido como fija el punto octavo de su c¨®digo ¨¦tico porque ese apartado s¨®lo precisa esa obligaci¨®n para 'cualquier cargo p¨²blico', algo que el ministro no era cuando trabajaba en Ercros. Un dirigente del PP de dilatada carrera profesional constat¨® con iron¨ªa las pol¨¦micas aportaciones a la pol¨ªtica espa?ola de los independientes y de los que llegan de la empresa privada.

Respecto al futuro de Piqu¨¦, algunos hacen el siguiente vaticinio: '?l mismo dimitir¨¢ voluntariamente y no prolongar¨¢ m¨¢s esta agon¨ªa si resulta imputado'. Y a?ade: '?l es el m¨¢s interesado ya en que este asunto se resuelva cuanto antes, aunque si tiene que aguantar la larga presi¨®n en que puede desembocar este proceso lo har¨¢, porque es muy fuerte, como ya demostr¨® semanalmente cuando era portavoz'.

El PP mantiene, no obstante, que el caso Piqu¨¦ no ser¨¢ nunca equiparable a la peor ¨¦poca de la corrupci¨®n en Espa?a, que ese partido circunscribe a los gobiernos de Felipe Gonz¨¢lez. Lo dijo el portavoz del PP, Rafael Hernando, el mi¨¦rcoles y lo repiti¨® ayer, arropado de otros dirigentes, Ignacio Gil L¨¢zaro.