Los datos del horror
Primero las cifras: en la actualidad hay 108 pa¨ªses en el mundo que han suprimido la pena de muerte de sus leyes y de su pr¨¢ctica, pero siguen existiendo 122 Estados que a¨²n estiman ¨²til la pena capital y 64 de entre ellos ejecutaron a alguno de sus ciudadanos en el a?o 2000. China es l¨ªder en la materia, pues dentro de sus fronteras fusil¨® o aplic¨® una inyecci¨®n mortal a m¨¢s de 1.000 personas en 2000 -en 2001 los chinos ya han ejecutado a 1.100 reos- y junto con Ir¨¢n -75 ejecuciones-, Arabia Saud¨ª -123- y EE UU -85- son los responsables del 88% de las ejecuciones que conoce el mundo.
En Ir¨¢n, Irak o Pakist¨¢n son frecuentes las muertes extrajudiciales organizadas desde el poder, como lo prob¨® la a¨²n reciente -se produjo a finales de 1998- razzia contra los intelectuales en Teher¨¢n. En Irak, el a?o pasado, debido a problemas de capacidad carcelaria, las autoridades optaron por fusilar a todos los presos condenados a m¨¢s de 15 a?os de c¨¢rcel, inform¨® ayer Fran?oise Bri¨¦, de la Asociaci¨®n por los Derechos Humanos. 'Si las familias quieren recuperar los cuerpos les hacen pagar las balas'. El poder iraqu¨ª se sostiene en el terror: 'Las cabezas de opositores que fueron decapitados, amanecieron en el dintel de las puertas de sus hogares'.
Racismo y arbitrariedad
En Arabia Saud¨ª la brutalidad se suma a la arbitrariedad y al racismo. Seg¨²n Lamri Chirouf, de Amnist¨ªa Internacional, 'todo el sistema penal se sostiene en la confesi¨®n. El acusado no tiene derecho a abogado. Las mujeres y los trabajadores extranjeros son las principales v¨ªctimas'. Beber alcohol, acostarse con una musulmana sin serlo el hombre, robar o blasfemar pueden suponer condenas que van de los bastonazos a la muerte pasando por la amputaci¨®n del miembro delictivo.
'En Ir¨¢n la obsesi¨®n por el sexo permite entretenerse a tarifar -n¨²mero de bastonazos, de reincidencias, etc¨¦tera, hasta llegar siempre a la muerte- la homosexualidad gestual, la que incluye sodom¨ªa y la que no, la femenina, acostarse con una mujer casada o de la familia, y as¨ª hasta el infinito', detall¨® Karim Lahidji, de la Federaci¨®n Internacional de Derechos Humanos. 'En caso de adulterio se precisa el tama?o de las piedras con que deber¨¢ ser lapidada la pecadora, para que el suplicio no resulte demasiado breve'.
Pero no todo iban a ser malas noticias. El periodista Manuel D¨¦lano, colaborador de EL PA?S, explic¨® que 'Chile acaba de abolir la pena de muerte en un gesto que corresponde mucho m¨¢s a las convicciones de la clase pol¨ªtica que a un sentimiento de la opini¨®n p¨²blica, cada vez m¨¢s favorable a dicha pena'. Para D¨¦lano, 'la campa?a desatada por los medios, en su gran mayor¨ªa controlados por fuerzas muy conservadoras, sobre problemas de drogas e inseguridad ciudadana tiene mucho que ver con que hoy un 69% de los chilenos se muestre a favor de la pena capital'.
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