Trimble pide sanciones contra el Sinn Fein si el IRA incumple su compromiso de desarme

Trimble neg¨® que su salida del Ejecutivo aut¨®nomo lleve al colapso de las instituciones auton¨®micas y pidi¨® el apoyo del primer ministro brit¨¢nico y del viceministro principal de Irlanda del Norte, el nacionalista Seamus Mallon, en su estrategia de choque contra el movimiento rep¨²blicano. 'Estamos preparados para cargar una parte considerable del peso, pero no podemos hacerlo en solitario', dijo a los 860 miembros del Consejo Unionista.

Durante el refer¨¦ndum del Acuerdo de Viernes Santo, en mayo de 1998, Blair prometi¨® a la comunidad unionista que el desarme del IRA se efectuar¨ªa en un plazo m¨¢ximo de dos a?os. Fue una promesa p¨²blica que exced¨ªa la letra del acuerdo, en tanto que la responsabilidad de lograr el desarme de los grupos paramilitares se deposita en todos los partidos firmantes. Mallon, por su parte, se?al¨® en un congreso de su partido, el SDLP, de filo nacionalista moderado, que 'cumpliremos rigurosamente los t¨¦rminos del acuerdo y retiraremos de sus cargos oficiales a aquellos que lo deshonren descaradamente'.

En las ¨²ltimas semanas, no s¨®lo el Gobierno brit¨¢nico, sino tambi¨¦n su socio irland¨¦s y los nacionalistas del Ulster dan signos visibles de estar perdiendo la paciencia con el Sinn Fein. Ambos presionan al dirigente republicano Gerry Adams para que abandone difinitivamente la doble estrategia de 'urnas y armas'. Incluso John Hume, arquitecto del proceso de paz a ra¨ªz de la apertura del di¨¢logo con Adams en plena campa?a terrorista del IRA, acus¨® d¨ªas atr¨¢s al Sinn Fein de retrasar el proceso con la negativa a poner en marcha la inutilizaci¨®n de las armas de una forma segura y verificable. Trimble necesita el apoyo del SDLP para imponer las sanciones contra el Sinn Fein que se contemplan en el acuerdo. Esto llevar¨ªa a la salida forzada de los dos ministros republicanos mientras el IRA preserve su armamento. Los principales partidos, con la excepci¨®n del Unionista Democr¨¢tico, que se opone al Acuerdo de Viernes Santo, regresan ma?ana a la mesa de negociaci¨®n en un ambiente de pesimismo. La tensi¨®n intercomunitaria, el regreso del Ej¨¦rcito brit¨¢nico a las calles de Belfast y otros enclaves norirlandeses, el refuerzo de tropas ante las inminentes marchas orangistas, son signos del polvor¨ªn que puede explotar en la conflictiva provincia.