S¨¢lvese quien pueda

El delegado del Gobierno, Francisco Javier Ansu¨¢tegui, recomend¨®, tras el horrible crimen de Pozuelo, que la gente contratara empresas privadas de seguridad. Le agradecemos su franqueza. El problema es que ya tenemos planes de pensiones privados, y seguros m¨¦dicos privados y colegios privados y universidades privadas. Y la vivienda se ha puesto por las nubes, mire usted, de modo que no sabemos de d¨®nde vamos a sacar unas pesetas para financiarnos una polic¨ªa privada tambi¨¦n. Comprendo que ustedes son muy liberales y que conf¨ªan una barbaridad en la iniciativa privada. Lo que no comprendo es su afici¨®n a tener un sueldo del Estado. El liberalismo econ¨®mico bien entendido deber¨ªa empezar por uno mismo. Pero nos hacemos cargo de que afuera hace mucho fr¨ªo, se?or Ansu¨¢tegui. Cada d¨ªa es m¨¢s dif¨ªcil ganarse la vida, aunque morir, en cambio, empieza a estar chupado, al menos en Madrid. Tres veces llam¨® a la polic¨ªa la esposa del abogado degollado en Pozuelo. Tres veces llam¨® a la polic¨ªa la madre de la ni?a violada en Pozuelo. Tres veces llam¨® a la polic¨ªa la se?ora herida en Pozuelo por un criminal que hab¨ªa sido detenido nueve veces. Eso no es justo.

Dir¨¢ usted con mucha raz¨®n que, si queremos una justicia de lujo, contratemos a jueces privados. Pero es que no nos llega el presupuesto, porque los sueldos de la gente est¨¢n privatizados, se?or Ansu¨¢tegui. O se renuncia a la hipoteca, o se renuncia al plan de pensiones, o se renuncia a la guarder¨ªa privada. Por cierto, que tambi¨¦n esta semana hemos le¨ªdo que en una guarder¨ªa municipal de Torredelones golpeaban, insultaban y vejaban a los ni?os oblig¨¢ndoles a comerse sus propios v¨®mitos. Luego les daban duchas de agua fr¨ªa con las ventanas abiertas en pleno invierno. El caso fue denunciado tantas veces como la se?ora de Pozuelo llam¨® a la polic¨ªa, pero el concejal de Educaci¨®n de Torrelodones, compa?ero suyo en el PP, prohibi¨® que se investigara el asunto. Quiz¨¢ pens¨® con toda la raz¨®n que, si la gente quer¨ªa guarder¨ªas en las que no se maltratara a los ni?os, la gente deber¨ªa pagarlas de su propio bolsillo. El mejor liberalismo es el que se aprende con la pr¨¢ctica. Si a usted le atienden en un pasillo cuando va a urgencias, lo l¨®gico es que contrate un seguro m¨¦dico privado para que la pr¨®xima vez le atiendan como Dios manda. Metan al ni?o en una guarder¨ªa privada, por favor. Hay que ver la man¨ªa que tenemos todos de vivir a cuenta del Estado.

De modo que la se?ora de Pozuelo cuyo marido fue salvajemente asesinado llam¨® tres veces a la polic¨ªa, que se acerc¨® a ver qu¨¦ pasaba. Parece que observaron la casa por fuera y, como no se escuchaban gritos ni sal¨ªa sangre por las ventanas, se fueron con la m¨²sica a otra parte. Y es que hay asesinos muy listos, ya ve usted, que act¨²an en silencio y que amordazan a sus v¨ªctimas para que no giman mientras las violan. Esto se le ocurre a cualquier polic¨ªa privada. Por eso el se?or Ansu¨¢tegui y los economistas liberales insisten tanto en que no acudamos a los servicios del Estado para nada.

Intentaremos no acudir, desde luego, pero a ver qui¨¦n nos resuelve el asunto de las prioridades, que dir¨ªa un pol¨ªtico, porque el problema es que dejas Sanitas para pagarte una empresa de seguridad privada y a los dos d¨ªas te tienen que operar del h¨ªgado. O abandonas el plan de pensiones con el BBV y al mes siguiente quiebra la Seguridad Social. Aznar est¨¢ pensando en ir a medias con Bush en la versi¨®n naval del escudo antimisiles, pero nosotros no necesitamos que nos protejan de gente que no nos persigue, sino de enemigos reales como la enfermedad, la vejez, la delincuencia, la falta de educaci¨®n y las alergias.

Nosotros no queremos que al marcar el 112 se presente en nuestro sal¨®n un submarino nuclear, sino un polic¨ªa que sepa leer el silencio de una vivienda en la que se est¨¢n produciendo cr¨ªmenes atroces. Somos menos ambiciosos nosotros que nuestros gobernantes, qu¨¦ le vamos a hacer. Queremos guarder¨ªas en las que no se maltrate a los peque?os y representantes p¨²blicos que sean sensibles a las denuncias de torturas cuando ¨¦stas se producen. Y no es que permanezcamos sordos a las amenazas gubernamentales. Ya digo que pagamos seguros m¨¦dicos privados y planes de pensiones privados y peajes privados y colegios privados. Pero nos gustar¨ªa que el Estado nos protegiera de agresiones como la que se produjo el otro d¨ªa en Pozuelo. Lo de contratar empresas privadas de seguridad ya se nos hab¨ªa ocurrido, pero es que un sueldo privado no da para tanto, se?or Ansu¨¢tegui. S¨¢lvese quien pueda.