Fil¨®sofos de las dos orillas proponen pensar el Holocausto desde miradas m¨¢s amplias

Desde Madrid, Buenos Aires y M¨¦xico llega una rareza en el panorama del pensamiento hispanoamericano. Un monogr¨¢fico de la revista Isegor¨ªa, que publica el Instituto de Filosof¨ªa del CSIC, trata de llenar el vac¨ªo que Reyes Mate, editor del n¨²mero, califica como 'la gran incultura hispana sobre el Holocausto'.

Un vac¨ªo que parece mayor frente al alud de textos y testimonios, nuevos o reeditados, que aparecen en Europa ¨²ltimamente. Reyes Mate no olvida el caso se?ero de Jorge Sempr¨²n, ni aquel libro pionero de Monsterrat Roig, ni la serie de los Campos de Max Aub, y aunque aprecia acercamientos recientes a las barbaries del siglo como el de Mu?oz Molina en Sefarad, pone el acento en que 'Sempr¨²n escribe en franc¨¦s, como Michel del Castillo', y en que 'ellos son los dos espa?oles que m¨¢s cosas han dicho sobre la Shoah'.

El trabajo desarrollado por el equipo de una veintena de investigadores de ambas orillas y distintas disciplinas ha durado ocho a?os y ha culminado con la edici¨®n del n¨²mero La Filosof¨ªa despu¨¦s del Holocausto, con textos de Jacques Derrida, Juan Mayorga con el propio Mate, Jos¨¦ Jim¨¦nez Lozano, Santiago Kovadloff, Juan Antonio Zamora, Jos¨¦ Miguel Marinas, Miguel Garc¨ªa-Bar¨® y otros.

Tanto Jim¨¦nez Lozano como Marinas subrayan que Espa?a ha sido la campeona hist¨®rica en la cuesti¨®n jud¨ªa, en la demonizaci¨®n del semitismo. Su idea es que la identidad antisemita espa?ola, materializada en la expulsi¨®n sistem¨¢tica de todos los jud¨ªos, sent¨® las bases del Holocausto, esa cosa innombrable y atroz que, sin embargo, vieron venir algunos avisadores del fuego como Kafka o Walter Benjamin, como recuerdan Mate y Mayorga en su art¨ªculo com¨²n.

Otros denuncian el peligro de banalizar la tragedia, la conversi¨®n del exterminio nazi en un espect¨¢culo m¨¢s, por ejemplo su traslaci¨®n al cine en La lista de Schindler, pel¨ªcula calificada por Mate, Antonio Gimeno y Marinas como 'una trampa, una mirada falsa y ficticia, a veces obscena y de final feliz, que ayuda al p¨²blico de masas a pensar que la barbarie es agua pasada'.

Ricardo Forster y Kovadloff insisten en sus textos en denunciar que no hay razones para estar satisfechos del presente, porque otros holocaustos siguen sucediendo aqu¨ª y ahora: en ?frica, Asia, Am¨¦rica Latina...

En paralelo a este nuevo compromiso de los fil¨®sofos latinoamericanos y espa?oles con las v¨ªctimas de la Shoah, Mate, Gimeno y Marinas recuerdan el clamoroso silencio hist¨®rico de los intelectuales espa?oles ante la tragedia ('Ortega no le dedic¨® ni una l¨ªnea', dice Mate), y el de los pol¨ªticos europeos ante la dimensi¨®n industrial que adquiri¨® la maquinaria nazi.

Y a?aden que la visi¨®n que Steiner da de una Europa disociada, que no distingue el bien del mal, que por la ma?ana escucha a Mozart y por la tarde extermina revela la actual decadencia de la cultura occidental. Se tratar¨ªa, pues, de refrescar esa cultura, de estimularla con visiones m¨¢s amplias y cruzadas, de dialogar con las tendencias francesas y anglosajonas, de superar la posmodernidad que nos sume en el olvido.

Para ello hace falta, dicen los fil¨®sofos, que los libros educativos espa?oles empiecen a ocuparse seriamente del asunto (lo apuntan B¨¢rcena y M¨¦lich al final del libro-revista), y, sobre todo, que los supervivientes espa?oles comiencen a salir del anonimato, a dar sus testimonios, a romper su silencio de hielo. 'Porque ellos son las mejores fuentes para conocer la verdad del horror'.