El escritor y sus muelas
El escritor Pedro Antonio de Alarc¨®n, muerto hace 110 a?os, recibi¨® sepultura el viernes pasado en el cementerio de Guadix (Granada) tras un macabro traj¨ªn de idas y venidas que ha durado m¨¢s de un mes. El anacronismo es una debilidad que nace de la pasi¨®n excesiva. No es el ¨²nico anacronismo f¨²nebre que uno ha presenciado. Hace a?os tuvimos la oportunidad de asistir a un funeral en memoria de Isabel la Cat¨®lica y lo ¨²nico que echamos en falta fue la mano sudorosa y tr¨¦mula de los deudos para estrech¨¢rla con el debido vigor a la salida de la catedral.
El Ayuntamiento de Guadix ha demostrado su pericia en las pompas funerarias. Nadie discute la legitimidad, e incluso la obligaci¨®n, que tienen las autoridades de cuidar la memoria de sus creadores y de divulgar su obra mediante fundaciones, publicaciones o congresos. Otra cosa, m¨¢s peregrina, es convertir el homenaje en un sorprendente ejercicio de necrofilia que ha incluido un examen minucioso de los restos gracias al cual tenemos la certeza de que el escritor sufri¨® de muelas cariadas.
Exagerada fue la inhumaci¨®n en Madrid de los restos entre recitados medio po¨¦ticos, elogios y c¨¢maras de televisi¨®n; exagerado el velatorio en el sal¨®n de actos de Guadix y extraordinario, en fin, el que su alcalde, Jos¨¦ Luis Hern¨¢ndez, decidiera guardar las botas del muerto, tal como hab¨ªan salido de la tumba, con el barro y los despojos vegetales, en un armarito de su despacho y las ense?ara a los visitantes como si fuera un in¨¦dito o las obras (las botas) completas del autor.
Pero lo que raya en el desprop¨®sito es que investigadores de la Universidad de Granada hayan examinado los huesos durante veinte d¨ªas, los hayan limpiado de impurezas org¨¢nicas y aplicado un tipo de barniz costos¨ªsimo para, a continuaci¨®n, darles sepultura en perfecto estado de conservaci¨®n. Eso s¨ª, el millonario trabajo ha servido para confirmar que el escritor sufr¨ªa de caries, padec¨ªa arrebatos de melancol¨ªa a cuenta de una malformaci¨®n craneal y dispon¨ªa de una frente ancha a causa, dice literalmente el estudio, de un 'metopismo frontal'. ?Cu¨¢ntos autores dejar¨ªan hoy de escribir si adivinaran la brega que les espera a sus huesos por culpa de su ingenio y fantas¨ªa? En fin.
Pero este art¨ªculo quedar¨ªa incompleto si despu¨¦s de los ata¨²des no aludi¨¦ramos a las cajas: otro h¨¢bito anacr¨®nico. La Caja de Granada tiene una curiosa y casi secreta inclinaci¨®n po¨¦tica. Como se sabe, la caja inaugur¨® hace unos d¨ªas su nueva sede, un cubo de hormig¨®n poderoso. Para celebrar la apertura la caja encarg¨® a su poeta secreto unos versos libres para acompa?ar las invitaciones. Estos son: 'Levantada en hormig¨®n, piedra y luz./ La caja sabe abrirse al norte/ y a las vistas de la Granada so?ada./ Sabe cerrar, protegerse del fuerte sol del sur/ con artilugios de sombra./ Sabe atrapar la luz a su interior,/ para crear un espacio m¨¢gico'. A nadie escapa que al norte est¨¢ la caja de Ja¨¦n y al sur Unicaja, pero las met¨¢foras, como sabe cualquier lector, se atienen a la libre interpretaci¨®n y tambi¨¦n pueden significar cielo y suelo, cabeza y planta.
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