Montesinos compartir¨¢ c¨¢rcel con el l¨ªder de Sendero
El ex fugitivo ocupar¨¢ la prisi¨®n de alta seguridad dise?ada por ¨¦l mismo
Con una calvicie m¨¢s pronunciada, sin cambios notorios en su rostro y esposado, pero con las manos cubiertas, descendi¨® ayer en Lima, de un avi¨®n Antonov de la Polic¨ªa Nacional que lo traslad¨® desde Caracas, quiz¨¢ el hombre m¨¢s corrupto de la historia peruana, Vladimiro Montesinos.
El propio ministro del Interior de Per¨², el general Antonio Ket¨ªn Vidal, fue el encargado de traerlo nuevamente a Lima y, por tanto, el primer peruano en tener contacto con uno de los mayores delincuentes en la historia de este pa¨ªs, pues hasta el momento Montesinos no ha sido presentado a la prensa.
Vidal, el polic¨ªa que captur¨® a otro de los peruanos considerados m¨¢s peligrosos, el l¨ªder de Sendero Luminoso, Abimael Guzm¨¢n, acompa?¨® al siniestro ex asesor del antiguo presidente Alberto Fujimori durante todo el viaje de regreso. El actual ministro del Interior y Montesinos trabajaron juntos en el Servicio de Inteligencia Nacional en la d¨¦cada de los ochenta, relaci¨®n que se vio interrumpida por diferencias insalvables entre ambos.
El ex asesor de Fujimori fue trasladado a los calabozos tras llegar escoltado por la polic¨ªa
Representando con su mano derecha el s¨ªmbolo de la victoria, el ministro Vidal fue el primero en descender del avi¨®n. Despu¨¦s convers¨® brevemente con el juez Sa¨²l Pe?a, magistrado a cargo del caso Montesinos, mientras que efectivos de la Polic¨ªa Nacional de Per¨² resguardaban al ex brazo derecho del mandatario Alberto Fujimori hasta el helic¨®ptero que lo llev¨® a los calabozos del Poder Judicial. All¨ª ser¨¢ entregado a las autoridades judiciales encargadas de llevar a cabo los 40 juicios y m¨¢s de 100 investigaciones que pesan sobre ¨¦l.
Montesinos, quien fuera durante la d¨¦cada pasada el hombre m¨¢s poderoso de Per¨², se encuentra desde ayer en los calabozos como cualquier delincuente com¨²n.
Hasta all¨ª lleg¨® en medio de un gran desorden, en el que decenas de periodistas pugnaban por registrar el rostro de su derrota. Una hora antes estuvo en la sede de la Divisi¨®n de Operaciones Especiales de la Polic¨ªa Nacional (Dinoes), donde fue sometido a una revisi¨®n m¨¦dica de acuerdo con la ley.
En el Palacio de Justicia lo esperan los seis jueces anticorrupci¨®n, liderados por el magistrado Sa¨²l Pe?a, y los seis fiscales encargados de los procesos en su contra. Tras interrogarlo, el juez Pe?a decidir¨¢ la prisi¨®n en la que Montesinos ser¨¢ encerrado; con toda seguridad ser¨¢ la prisi¨®n de la base naval de El Callao, la ¨²nica que ofrece garant¨ªas suficientes y donde cumplen condena los reos m¨¢s peligrosos: Abimael Guzm¨¢n y Elena Iparraguirre, de Sendero Luminoso, y V¨ªctor Polay Campos y Peter C¨¢rdenas, del Movimiento Revolucionario T¨²pac Amaru. Parad¨®jicamente, esa c¨¢rcel fue dise?ada por el propio Vladimiro Montesinos.
Entretanto, el presidente en funciones de Per¨², Valent¨ªn Paniagua, convoc¨® una sesi¨®n extraordinaria del Consejo de Ministros. Durante m¨¢s de tres horas, el Gobierno decid¨ªa la suerte del ex socio del presidente Fujimori.
Hoy cumplen condena en Per¨² todo tipo de personajes que formaron parte de la red de corrupci¨®n dirigida por Montesinos. Entre ellos figuran funcionarios p¨²blicos, testaferros, congresistas, magistrados, miembros de las Fuerzas Armadas y policiales, periodistas, empresarios de medios de comunicaci¨®n, ex ministros del Estado, alcaldes, funcionarios del Jurado Nacional de Elecciones, de la Superintendencia Nacional de Administraci¨®n Tributaria, banqueros, familiares y amigos.
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