El origen de las especies

El enigma de los neandertales sirve para que nos hagamos preguntas que van m¨¢s all¨¢ de ese caso concreto. Imaginemos que los neandertales hablaban como nosotros, un poco m¨¢s despacio y m¨¢s torpemente si se quiere, ?no hace eso imposible que fueran una especie distinta?

Esta cuesti¨®n, que tanto nos intriga, no inquieta en cambio a un zo¨®logo. Claro que pueden convivir, responder¨ªa, especies pr¨¢cticamente iguales. ?No hay en nuestros campos p¨¢jaros que s¨®lo difieren en el color de algunas plumas, o roedores, insectos, etc¨¦tera, que son pr¨¢cticamente indistinguibles?

Las nuevas especies aparecen por dos mecanismos diferentes. Uno es el de transformaci¨®n completa de una especie anterior. De esta manera los pre-neandertales, como los de la Sima de los Huesos en la Sierra de Atapuerca, se convirtieron en neandertales. Otro modo es el que se conoce como 'especiaci¨®n' y consiste en que aparece una nueva especie a partir de tan s¨®lo una porci¨®n de la especie antepasada, que contin¨²a existiendo como si tal cosa. En el primer caso no hay aumento del n¨²mero de especies, pero en el segundo s¨ª donde hab¨ªa una, ahora hay dos). Es la especiaci¨®n la responsable del incremento de biodiversidad. Si el ¨¢rbol de la vida no se hubiera ramificado tantas veces no ser¨ªa un ¨¢rbol.

La especiaci¨®n se produce cuando una poblaci¨®n de la especie ancestral queda aislada gen¨¦ticamente del resto de las poblaciones, es decir, cuando ya no puede intercambiar genes con ellas. ?Cu¨¢ndo y por qu¨¦ ocurre eso? Hay varias posibilidades. A veces empieza por un cambio en la ¨¦poca de apareamiento. Otras veces se modifican primero los rituales de cortejo y los individuos de la nueva especie ya no reconocen como compa?eros sexuales a los miembros de la especie madre. En ocasiones se alteran los ¨®rganos reproductores, o los cromosomas, y eso hace imposible que se produzcan h¨ªbridos, o que ¨¦stos sean f¨¦rtiles. Lo importante es que pasa, y una vez que sucede nadie puede hacer nada al respecto, no importa cu¨¢n parecidas sean morfol¨®gicamente la especie madre y la especie hija. Por otro lado, hay acuerdo general en que es m¨¢s probable que la especiaci¨®n se produzca en una poblaci¨®n peque?a que ya estaba previamente aislada geogr¨¢ficamente. Es dif¨ªcil imaginar de qu¨¦ manera podr¨ªa una variedad convertirse en especie nueva si convive con las formas normales (t¨ªpicas) de la especie ancestral. Al no impedirse el cruzamiento ser¨ªa muy complicado que se produjera el aislamiento gen¨¦tico.

?sta es una cuesti¨®n que preocupaba mucho a Darwin, pero a la que no encontr¨® soluci¨®n en su famoso libro El origen de las especies de 1859; el t¨ªtulo de la obra es poco apropiado, porque precisamente en el problema del origen de las especies es donde Darwin estuvo menos inspirado. No cre¨ªa mucho en la especiaci¨®n geogr¨¢fica en espacios peque?os (como islas, a pesar de la importancia que ¨¦l le dio a lo que observara en las Gal¨¢pagos) y pensaba que cuanto m¨¢s grande fuera el territorio habr¨ªa m¨¢s competencia y m¨¢s evoluci¨®n.

En la evoluci¨®n humana gran parte de la variaci¨®n es de origen geogr¨¢fico (la que se observa en la especie actual, aunque leve y muy por debajo del nivel de las subespecies, tambi¨¦n se ha producido en regiones separadas). Pensamos ahora que dentro del g¨¦nero Australopithecus debieron de existir numerosas especies en las diferentes regiones de ?frica (sur, este y centro) que el g¨¦nero habit¨® a lo largo de su existencia de varios millones de a?os. Las especies de australopitecos eran muy parecidas entre s¨ª, como lo son ahora las dos especies de chimpanc¨¦s que existen a un lado y otro del r¨ªo Congo. Y el fen¨®meno de la especiaci¨®n no tendr¨ªa por qu¨¦ detenerse con la aparici¨®n del g¨¦nero Homo, ya que todo lo que hace falta es aislamiento geogr¨¢fico.

Sabemos que esa separaci¨®n geogr¨¢fica se ha mantenido entre las poblaciones humanas de Europa y ?frica durante mucho tiempo, cientos de miles de a?os; entonces, ?qu¨¦ problema hay en admitir que los neandertales y nosotros podamos haber llegado a ser dos especies distintas, aunque muy parecidas mentalmente?

Juan Luis Arsuaga, paleont¨®logo, ha editado y prologado La danza del tigre de Bj?rn Kurt¨¦n (editorial Plot), en el que se discute en clave de novela la posibilidad de mestizaje entre neandertales y croma?ones.