'No me he vuelto c¨ªnico, s¨®lo m¨¢s realista'
Cuando Steven Spielberg conoci¨® a Stanley Kubrick, el autor de 2001, una odisea en el espacio le hizo ver a trav¨¦s de sus ojos. 'Me puso a mirar por ese peque?o periscopio que hab¨ªa inventado para poder ver dentro de la maqueta del hotel de El resplandor y ense?arme c¨®mo consegu¨ªa sus ¨¢ngulos', recuerda Spielberg. El encuentro tuvo lugar en 1979 y el resto fue una amistad de 20 a?os en la que ambos mantuvieron continuas conversaciones, casi siempre telef¨®nicas (Spielberg contaba incluso con una l¨ªnea de fax exclusivamente para comunicarse con el cineasta). Kubrick, siempre interesado en el secreto detr¨¢s de un ¨¦xito de taquilla; Spielberg, lleno de respeto hacia una de las principales figuras del cine contempor¨¢neo.
'Kubrick y yo ¨¦ramos amigos aficionados al cine. La mayor parte de nuestra relaci¨®n consist¨ªa en Stanley pregunt¨¢ndome cosas. Era como tener una aspiradora en el cerebro'
Este intercambio tiene ahora un t¨ªtulo, AI, las siglas en ingl¨¦s de Inteligencia Artificial, un filme que Kubrick nunca pudo llegar a realizar, truncada su carrera por la muerte en 1999, y que Spielberg ha hecho posible en honor al maestro. La pel¨ªcula (que en Espa?a se estrenar¨¢ el 21 de septiembre) es la mezcla de las dispares sensibilidades de ambos cineastas donde el propio realizador reconoce que ha evitado el tono edulcorado de muchas de sus otras pel¨ªculas. 'Pienso que es una historia con una gran advertencia para que no dejemos que algo as¨ª ocurra', resume del filme donde Haley Joel Osment interpreta a David, un joven robot programado para amar y ser amado, con una necesidad de cari?o mayor que la que los humanos son capaces de ofrecer. Una historia mucho m¨¢s oscura que la inocencia reflejada en E. T. o Encuentros en la tercera fase. Una historia que, seg¨²n la cr¨ªtica de The New York Times, es 'el mejor cuento de hadas, el m¨¢s perturbador, complejo e intelectual que ha hecho Spielberg'. 'Eso s¨ª, si Stanley la hubiera dirigido, nadie hablar¨ªa de extraterrestres. ?se es el estigma que lleva mi nombre', bromea el realizador ante un grupo reducido de periodistas.
A sus 53 a?os, Spielberg dice que ha aprendido a ver la vida a trav¨¦s de la c¨¢mara de Stanley Kubrick. Y recuerda sus encuentros con Kubrick: 'Lamento que nadie le reconoce como una de las personas con m¨¢s humor que puedas conocer. Era un humor cargado de iron¨ªa donde siempre te estaba tomando el pelo. S¨®lo le vi en persona una docena de veces, en su casa de St. Albans, en Inglaterra, pero habl¨¢bamos mucho por tel¨¦fono, en ocasiones una vez al d¨ªa, una a la semana. Mis facturas han sido tremendas de tanto hablar porque, eso s¨ª, siempre me llamaba a cobro revertido'.
Pregunta. ?C¨®mo surgi¨® la idea de hacer AI?
Respuesta. Stanley me habl¨® por primera vez de esta historia de Brian Aldiss en 1984. Durante una d¨¦cada me tuve que rendir a su mundo, a sus comentarios no tanto sobre sus intenciones tem¨¢ticas o hasta qu¨¦ punto ve¨ªa la inteligencia artificial como una amenaza y una realidad en el futuro, sino c¨®mo quer¨ªa que la pel¨ªcula se viera en pantalla y se dejara sentir. Eso hasta que me pidi¨® que la dirigiera en 1994. Y luego, tras su muerte.
P. ?Qu¨¦ ha cambiado para que finalmente la haya dirigido? ?Es un homenaje?
R. Stanley nunca necesit¨® de homenajes. Odiaba la adulaci¨®n. Si le expresabas tu admiraci¨®n cambiaba de tema. Nunca me hubiera dejado que le adulara. Creo que la historia de Stanley, su visi¨®n, hizo mella en m¨ª. Ahora est¨¢ m¨¢s en sincron¨ªa con mis sentimientos, m¨¢s que cuando me la cont¨® en 1984, porque yo acababa de finalizar E. T. y me encontraba en otro momento de mi vida. A medida que han pasado los a?os la historia ha encontrado un lugar en mi coraz¨®n. Ocurri¨® lo mismo con La lista de Schindler. No podr¨ªa haberla dirigido cuando compr¨¦ el libro en 1982. Tuve que esperar 11 a?os hasta llegar a un punto en el que no edulcorara algo como el holocausto.
P. ?Cree que ha perdido la inocencia?
R. No creo que me haya vuelto un c¨ªnico, s¨®lo un poco m¨¢s realista sobre el mundo. El hecho de adaptar la historia de Stanley Kubrick, de ir a un ¨¢rea m¨¢s oscura para m¨ª donde las respuestas no son tan f¨¢ciles, creo que no s¨®lo es un honor a Stanley, sino que me permite ser m¨¢s honesto conmigo mismo, con mi propia edad.
P. La visi¨®n del futuro que ofrece en AI no es especialmente optimista.
R. Hay una frase que me parece clave en la pel¨ªcula. Cuando la madre se vuelve a David y le dice: 'Lo siento, nunca te he hablado del mundo'. En eso me he vuelto algo c¨ªnico porque creo que vamos a todo gas a la hora de empeorar el efecto invernadero y destrozar la capa de ozono s¨®lo porque cuesta demasiado dinero arreglarla y porque eliminar¨ªa los beneficios de las grandes compa?¨ªas. S¨¦ que el calentamiento de la atm¨®sfera y el deshielo de los casquetes polares tambi¨¦n son parte de la evoluci¨®n geol¨®gica y que ocurrir¨¢n hagamos lo que hagamos. Vivimos en un planeta que tiene su propia evoluci¨®n, pero nosotros estamos ayudando a acelerarla.
P. Para ser alguien tan interesado en temas tecnol¨®gicos, su visi¨®n no parece muy favorable a los ¨²ltimos avances en campos como la rob¨®tica.
R. Supongo que, hablando de manera filos¨®fica, yo tengo dos hijos que he adoptado con Kate [Capshaw] y soy un firme defensor de la adopci¨®n antes de depositar tu cari?o en una m¨¢quina para satisfacer las necesidades humanas. Debemos ser responsables a la hora de proyectar nuestro cari?o en una m¨¢quina o un objeto inanimado. Tenemos tal deseo y tal necesidad de ser amados que en ocasiones depositamos en un objeto m¨¢s amor del que nos es requerido en la esperanza de que nos sea devuelto. AI es una maravillosa historia que contar, una historia que contiene una gran advertencia para que no dejemos que algo as¨ª ocurra. No soy de los que me gustar¨ªa que un d¨ªa mi ordenador IBM comenzara a andar alrededor de la casa.
P. ?Cu¨¢les son las soluciones que propone frente a este futuro?
R. No tengo muchas porque adem¨¢s cada vez que hablamos de peligros como los de la globalizaci¨®n s¨®lo hablamos de disturbios y manifestantes sin que nadie llegue a entender de qu¨¦ estamos hablando. Desde luego que no me gustar¨ªa que en el futuro los diferentes pa¨ªses perdieran sus identidades en aras de una gran corporaci¨®n global. Avances como la moneda ¨²nica en Europa no son de mi agrado.
P. Pese a su aprensi¨®n tecnol¨®gica, el uso de Internet en la campa?a publicitaria de AI es muy innovador, abriendo nuevas posibilidades en este medio.
R. Siempre existe un lado oscuro en la libertad de Internet, pero lo que es cierto es que le ha dado a las nuevas generaciones un lugar en el que pueden ser vistos y o¨ªdos. No tienen que esperar hasta llegar a la universidad para dejar su huella. Claro que tambi¨¦n es una tecnolog¨ªa que amenaza con apropiarse de nuestras vidas.
P. ?sta era la visi¨®n de Kubrick en el HAL 9000 en 2001.
R. Stanley siempre estuvo muy, muy a la ¨²ltima en los avances de la inteligencia artificial. Era un bombardeo constante el que me hac¨ªa llegar. Recuerdo que fue la primera persona que predijo Internet. Me habl¨® de c¨®mo cambiar¨ªa la comunicaci¨®n mediante los ordenadores a la altura de cuando estrenaba E. T. Record¨¦ este car¨¢cter prof¨¦tico de Stanley en su funeral.
P. ?De qu¨¦ m¨¢s hablaban durante sus largas conversaciones?
R. De nuestro hijos, de nuestras vidas, pero, principalmente, de cine. Eramos amigos aficionados al cine. La mayor parte de nuestra relaci¨®n consist¨ªa en Stanley pregunt¨¢ndome cosas. Era como tener una aspiradora en el cerebro. Obten¨ªa todo lo que ten¨ªa en la mente y cuando pensaba que no quedaba nada m¨¢s me dec¨ªa: 'Te tengo que dejar. Hasta luego', y me colgaba. Conmigo era una m¨¢quina de hacer preguntas, aunque ten¨ªa diferentes clases de amigos, siempre al tel¨¦fono o en el fax.
P. ?Cu¨¢les son sus pr¨®ximos proyectos?
R. A¨²n no lo s¨¦. Espero acabar el pr¨®ximo martes el rodaje de Minority report para celebrar el D¨ªa de la Independencia con mi familia en Long Island (EE UU). Est¨¢ basada en otro relato de ciencia-ficci¨®n, en esta ocasi¨®n de Philip K. Dick, el autor original de Blade Runner, que protagonizan Tom Cruise, Max von Sydow y Colin Farrell. Despu¨¦s ir¨¦ a Espa?a. He estado en dos ocasiones, pero nunca de vacaciones.
Babelia
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