Una celda de lujo en La Haya
El ex presidente comparte c¨¢rcel con sus fieles esbirros y con sus ac¨¦rrimos enemigos croatas y bosnios
Frente a los altos muros de la c¨¢rcel de m¨¢xima seguridad que la ONU tiene en Scheveningen, un balneario de lujo situado a tan s¨®lo un par de kil¨®metros al noroeste de La Haya, se aguardaba ayer con expectaci¨®n la llegada de los abogados defensores de Slobodan Milosevic. Posiblemente consciente de que su entrega al Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia era ya inevitable, el ex dictador nombr¨® el pasado marzo un letrado, Toma Fila, con un amplio curr¨ªculo en la defensa de criminales de guerra. Considerado un nacionalista radical serbio, Fila es un viejo conocido en La Haya, donde ha defendido a cuatro acusados para los que consigui¨® penas m¨ªnimas y la liberaci¨®n en un caso.
Mientras la puerta de la prisi¨®n que da acceso a la parte de los delincuentes comunes se pod¨ªa franquear sin ninguna oposici¨®n, la entrada del ala nueva que alberga las 48 celdas de m¨¢xima seguridad, era lo m¨¢s parecido a un b¨²nker vigilado por polic¨ªas, periodistas y curiosos. En su interior, Milosevic ha entrado ya en la rutina de la vida carcelaria junto a los otros 38 reclusos, a pesar de que no va a estar en contacto con ellos hasta dentro de diez d¨ªas, el periodo habitual de adaptaci¨®n.
All¨ª le aguardan viejos conocidos como la ex presidenta de los serbios de Bosnia, Biljana Plavsic, a la que por deferencia a su sexo le han concedido dos celdas; el general Radislav Krstic, responsable de la matanza de Srebrenica y otros 20 serbios m¨¢s que cumplieron durante a?os sus ¨®rdenes. Tambi¨¦n tendr¨¢ que compartir instalaciones con quienes eran, hasta hace poco, sus m¨¢s ac¨¦rrimos enemigos: 11 croatas, entre ellos, el general Tihomir Blaskic, que encerrado desde el 1 de abril de 1996, es el inquilino m¨¢s antiguo, y dos bosnios.
Seg¨²n el director de la c¨¢rcel, el irland¨¦s Timothy McFadden, la procedencia ¨¦tnica carece de relevancia en la prisi¨®n: 'Una vez que se encuentran en el mismo barco, todos tienen un enemigo com¨²n, la fiscal Carla del Ponte. Se apoyan los unos a los otros, cocinan juntos, se desean suerte en los juicios y se consuelan cuando las cosas no van como esperan'.
Milosevic disfrutar¨¢ de muchos m¨¢s lujos de los que ha tenido en la prisi¨®n central de Belgrado desde su detenci¨®n el pasado 1 de abril. El edificio dispone de una biblioteca, salas para hacer deporte, patio donde los prisioneros disputan partidos de f¨²tbol y balonvolea, habitaciones de descanso para jugar a las cartas y a los dardos, gimnasio, cocinas para hacer de vez en cuando las comidas que les apetecen y salas donde pueden pintar y hacer trabajos con barro.
A pesar de que el mobiliario de la celda es austero y sus medidas no muy amplias, unos 20 metros cuadrados, dispone de cuarto de ba?o privado, un armario y una mesa y ventana a un gran patio. Adem¨¢s, reciben las televisiones nacionales en su propio idioma v¨ªa sat¨¦lite, peri¨®dicos y hasta un ordenador port¨¢til. Milosevic, que tiene derecho a una hora de paseo matutino, recibir¨¢, al igual que los dem¨¢s, unas 400 pesetas diarias como dinero de bolsillo y si se aplica en labores de limpieza y lavado podr¨¢ ganar un extra que duplique su salario. Tambi¨¦n podr¨¢ acudir a los servicios religiosos ortodoxos, recibir masajes y clases de ingl¨¦s y si lo precisa, la ayuda de psic¨®logos que le ayuden a pasar el trago.
Los problemas psicol¨®gicos son m¨¢s habituales aqu¨ª que en otras c¨¢rceles. Uno de los reos se ahorc¨® en noviembre de 1998. 'La mayor¨ªa de ellos nunca han estado en prisi¨®n, son de edad mediana o avanzada y han tenido una vida muy c¨®moda y altos cargos privilegiados', explica McFadden. 'De repente, se encuentran a muchos kil¨®metros de sus casas, amigos y familias, no pueden recibir visitas con la frecuencia propia de una c¨¢rcel normal por razones econ¨®micas y, adem¨¢s, los procesos pueden durar a?os'. Es muy probable que en los pr¨®ximos d¨ªas su esposa, Mirjana Markovic, se traslade a La Haya. Milosevic podr¨¢ estar con ella entre las 9 de las ma?ana y las 16.45 de la tarde y dispondr¨¢n de una sala aparte.
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