Arafat ironiza sobre las propuestas de paz de Sharon y afirma que su paciencia tiene un l¨ªmite

"No estoy pidiendo la Luna; estoy pidiendo lo que fue firmado, lo que acordamos que se aplicara en Oslo, en Par¨ªs, en Washington, en Wye River, en El Cairo y en Sharm el Cheik", insist¨ªa Arafat mientras subrayaba con bromas y chascarrillos la agresividad del Gobierno y del Ej¨¦rcito israel¨ª, que "est¨¢n humillando a nuestro pueblo en todas partes, destruyendo nuestras casas, arrancando miles de olivos... es decir, provocando un verdadero desastre en nuestra econom¨ªa".

Arafat se precia de haber recuperado el buen humor, tras meses de abatimiento en los que su ¨²nica terapia efectiva han sido las frases de consuelo de su amigo y colega, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, o los viajes sin escalas, ni reposo, por el extranjero, pidiendo ayuda para su pueblo. Ayer, sin embargo, el secreto de su alborozo estaba vinculado a la larga conversaci¨®n que horas antes hab¨ªa mantenido con Colin Powell, que ha supuesto un "importante paso y el compromiso de Estados Unidos de continuar protegiendo y empujando hacia delante el proceso de paz".

Arafat, como si disfrutara con las preguntas impertinentes o escandalosamente fr¨ªvolas, lanz¨® un silbido cuando alguien le pregunt¨® si aceptar¨ªa el ¨²ltimo plan de paz anunciado por Sharon, en el que ¨¦ste propone el control israel¨ª sobre Jerusal¨¦n Este y la devoluci¨®n a los palestinos de s¨®lo un 56% de Cisjordania y Gaza.

"?Cincuenta y cu¨¢ntos? ?Cincuenta y seis? ?Esto es demasiado!", brome¨® Arafat. Pero a rengl¨®n seguido, como si tratara de evitar caer en una trampa de las descalificaciones mutuas e intentara olvidar que ¨¦l hab¨ªa sido tildado d¨ªas atr¨¢s de "jefe de una banda", asegur¨® que para ¨¦l, Sharon s¨ª es su interlocutor en el proceso de paz, con el que deber¨¢ dialogar, y al que respeta ya que ha sido elegido por su pueblo.

La conversaci¨®n distendida no logr¨®, sin embargo, esconder el momento tr¨¢gico que vive su pueblo, que seg¨²n ¨¦l no ha renunciado en ning¨²n momento a la Intifada, y que prosigue d¨ªa a d¨ªa en las escuelas, en las calles, en todas partes, incluido el interior de Israel o frente a la Casa Blanca. Y como si fuera una advertencia final levant¨® la voz para exclamar en un ingl¨¦s transparente: "Nuestra paciencia tiene un l¨ªmite".

[Anoche, Arafat se reuni¨® con el ministro de Exteriores de Israel, Simon Peres, en la residencia del primer ministro portugu¨¦s, Ant¨®nio Guterres?, en Lisboa, donde ambos asisten a la reuni¨®n de la Internacional Socialista, informa Reuters.]