Los servicios empujan la inflaci¨®n
La hosteler¨ªa, los carburantes y el turismo han llevado el IPC a la cota m¨¢s alta desde 1995
Que al ministro de Econom¨ªa le cueste 400 pesetas tomarse un caf¨¦ en un hotel y lo diga a micr¨®fono abierto despu¨¦s de un mal dato de inflaci¨®n significa una acusaci¨®n en toda regla. Rodrigo Rato puso hace unas semanas este ejemplo para demostrar que el de la inflaci¨®n no es s¨®lo un problema de falta de competencia. En Espa?a hay unos 300.000 bares, restaurantes o cafeter¨ªas, uno por cada 132 ciudadanos. M¨¢s que tiendas de alimentaci¨®n o farmacias.
?ste es el sector que en el ¨²ltimo a?o m¨¢s ha contribuido a ese 4,2% de inflaci¨®n que se registr¨® en mayo pasado. Seg¨²n c¨¢lculos realizados con la suma de las repercusiones mensuales, esta subclase del ¨ªndice de precios al consumo (IPC) ha aportado 0,53 puntos a ese 4,2% de subida general en el ¨²ltimo a?o. Le han seguido los carburantes y lubricantes (0,22 puntos), los servicios tur¨ªsticos (0,21 puntos) y el tabaco (0,18 puntos).
No es que estos productos sean los que m¨¢s han subido, sino que son (seg¨²n la ponderaci¨®n que establece el INE) los que m¨¢s han determinado ese IPC del 4,2%, el peor resultado desde el a?o 1995. En algunos casos, como el de la hosteler¨ªa y los servicios tur¨ªsticos, no cabe, en efecto, hablar de falta de competencia. Todo lo contrario de lo que sucede, en la pr¨¢ctica, con los carburantes o el tabaco.
A Jos¨¦ Luis Guerra, secretario general de la Federaci¨®n Espa?ola de Hosteler¨ªa, el comentario de Rato le parece 'que no ven¨ªa a cuento'. En cualquier sitio de Espa?a un caf¨¦ cuesta entre 130 y 150 pesetas, pero, 'si el ministro se lo toma en un hotel como el Palace o el Ritz, pues 400 pesetas a¨²n me parece barato', explica Guerra. '?Sabe cu¨¢nto le cuesta tomar una cerveza en Francia?', a?ade, 'no menos de 400 pesetas. Estamos en un proceso de convergencia de rentas, ?no?, pues tambi¨¦n habr¨¢ que acercarnos en precios'.
Exceso de oferta
Coincide, eso s¨ª, en que en el sector 'hay un exceso de oferta'. Entonces, ?cu¨¢l es el problema? El secretario general de los hosteleros explica que en el encarecimiento 'terrible' de los alimentos est¨¢ la clave. Desde comienzos de a?o ha subido todo: la carne, el pescado, las patatas... La hosteler¨ªa ha elevado sus precios entre mayo de este a?o y el mismo mes del a?o anterior un 4,7%, es decir, por encima de la media, pero por debajo del alza de los alimentos (un 6,4%). Si la inflaci¨®n se mira por los grandes grupos de productos, los alimentos son los que m¨¢s han subido en el ¨²ltimo a?o (6,4%), incluso por delante de los carburantes y combustibles (5,9%). Es un aumento que no se conoc¨ªa en Espa?a desde marzo de 1995, cuando la sequ¨ªa lleg¨® a ser casi tan desoladora como la situaci¨®n pol¨ªtica. En este ¨²ltimo invierno de fin de siglo no ha habido sequ¨ªa, sino inundaciones, y los precios se han disparado igualmente, en especial los de los alimentos frescos (10,6%).
En Espa?a dif¨ªcilmente se renuncia al caf¨¦ en el bar o a tomar una ca?a, pero lo que ya no se puede esperar es que se corte por lo sano en productos como la leche, la fruta, las carnes tradicionalmente m¨¢s baratas e incluso las patatas o el pan. Y ¨¦stos son los productos que m¨¢s subidas han experimentado en el ¨²ltimo a?o. La patata ha sido el producto del IPC que m¨¢s se ha disparado (un 36,3%), y tambi¨¦n est¨¢ entre los de repercusi¨®n m¨¢s alta (0,14 puntos). Espectacular ha sido tambi¨¦n lo ocurrido con la carne de cerdo (28,5% de subida en un a?o), la de cordero (22,2%), la de pollo (18,4%). No se quedan muy atr¨¢s la leche (9,7%) y la fruta (9%).
A la vista de tales porcentajes se podr¨ªa pensar que los agricultores se han forrado en estos ¨²ltimos meses. Fernando Moraleda, secretario general de la Uni¨®n de Peque?os Agricultores (UPA), lo niega de forma tajante. El problema, dice, es la distribuci¨®n y la subida de costes como el gas¨®leo y los fertilizantes, adem¨¢s de la climatolog¨ªa adversa. 'El Gobierno oculta la diferencia entre el precio final al consumidor y el percibido por el agricultor', explica Moraleda.
M¨¢rgenes comerciales
Los datos que calcula UPA son escalofriantes. En la patata, por ejemplo, el precio en origen es de 40 pesetas y al consumidor le cobran 100 pesetas por kilo; en el cordero, el margen est¨¢ entre 700 y 1.500 pesetas; en el cerdo, entre 320 y 700, y en el pollo, entre 15 y 300. Moraleda llama la atenci¨®n sobre la patata, donde 'no hay proceso de transformaci¨®n alguno que justifique esa diferencia'. Lo m¨¢s curioso entre los datos de inflaci¨®n de los ¨²ltimos meses es que, en plena crisis alimentaria, la carne de vaca no s¨®lo no ha bajado de precio, sino que ha subido (1,7% en el ¨²ltimo a?o). Mientras, las carnes alternativas como el pollo, el cerdo o el cordero se han puesto por las nubes. Para Moraleda, la responsabilidad es de las carnicer¨ªas, que 'han repercutido en otros productos lo que han perdido con el vacuno'.
El tercer problema vivido por el sector agroalimentario radica en el aumento de costes. En especial, el de los fertilizantes, seg¨²n explica el secretario general de UPA. Este producto llega a los agricultores a trav¨¦s de una sola empresa, Fertiberia, a la que UPA estudia demandar ante el Tribunal de Defensa de la Competencia. Los precios del gas¨®leo tambi¨¦n han repercutido negativamente en los costes de los agricultores, y Moraleda se queja de que las petroleras bajan en los ¨²ltimos d¨ªas los precios de las gasolinas pero no los de los gas¨®leos.
A diferencia de lo que ocurre con los caf¨¦s, nadie, ni siquiera el ministro de Econom¨ªa, puede encontrar precios para las gasolinas o gas¨®leos muy distintos entre unos establecimientos y otros. ?sta es la segunda causa directa de la inflaci¨®n en el ¨²ltimo a?o, aunque sus efectos en todo el entramado econ¨®mico a¨²n tardar¨¢n en desaparecer. Y como aqu¨ª todo el mundo se pasa la pelota, las petroleras se quejan de que el Gobierno no les ha dejado repercutir todo el alza del precio del crudo en los precios al consumidor.
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