"Con los pilotos, resistir es ganar"
Se subleva cuando ve un anuncio de la competencia 'haciendo el agosto' con la huelga de Iberia. Pero est¨¢ convencido de que con los pilotos 'resistir es ganar'. Advierte de los peligros del cartel de pilotos de algunas compa?¨ªas europeas y no cree que el relevo generacional de los pilotos sea la soluci¨®n: 'Es f¨¢cil imaginar que repetir¨ªan las actitudes endog¨¢micas del cuerpo' afirma.
Pregunta. P¨²blica o privada, Iberia vive amenazada por un mal end¨¦mico: el de los pilotos y sus reivindicaciones, siempre insaciables. No s¨¦ si estar¨¢ dispuesto a explicar con sinceridad por qu¨¦ en aquella etapa de empresa p¨²blica no se supo, o no se quiso, hincarle el diente al problema.
Respuesta. Iberia tiene un problema con sus pilotos que es muy parecido al que tienen todas las compa?¨ªas que han tenido una historia parecida, que han sido empresas p¨²blicas: que nunca hab¨ªa mandado la cuenta de resultados. En aquellas empresas la reflexi¨®n era clara: si hay un problema con los pilotos que puede crear un problema de orden p¨²blico, y ese problema se puede solucionar con dinero, se solucionaba con dinero, con dinero p¨²blico, naturalmente. Y as¨ª se ha llegado a la situaci¨®n actual, por esa filosof¨ªa a mi modo de ver nefasta.
P. Pero los gobiernos socialistas afrontaron la reconversi¨®n de Sagunto. No es f¨¢cil de entender que no fueran capaces de encarar el problema de los pilotos.
R. Bueno, la verdad es que hubo presidentes que intentaron hacerlo. Espinosa de los Monteros intent¨® hacerlo, nuestro predecesor Juan S¨¢ez, y tambi¨¦n Javier Salas intentaron hacerlo. Pero no tuvieron el apoyo pol¨ªtico necesario para meterle mano al asunto. Y, al final, les dejaron colgados, precisamente en el momento en el que estaban dando la batalla seria por racionalizar las posiciones de los distintos grupos dentro de la compa?¨ªa. Les dejaron colgados. Porque lo importante no era tanto ganar una huelga o perderla frente a los pilotos, sino cambiar toda una cultura que estuvo a punto de empezar a cambiar si se hubiera aguantado el tir¨®n en aquellas ¨¦pocas de los gobiernos anteriores. Es evidente que los socialistas no tuvieron el coraje suficiente para abordar los problemas de Iberia. Y, la verdad, ¨¦sa es una diferencia que yo he notado con el Gobierno del PP. Este Gobierno, durante los cinco a?os que nosotros llevamos, ha dejado absolutamente a los gestores que, con criterios de empresa, gestionemos la compa?¨ªa. Y eso nos ha servido: uno, en los enfrentamientos que hemos tenido con algunos colectivos, sobre todo con los pilotos, y dos, en el proceso de saneamiento de toda la red de Iberia y en el que nos hemos enfrentado con casi todas las comunidades aut¨®nomas, con montones de alcaldes que nos han llamado de todo. Cuando esos poderes han intentado presionar al Gobierno les ha respondido: 'Eso es problema de Iberia'. Y a nosotros nos han dejado las manos libres.
P. Y, con las manos tan libres que tienen ustedes, ?c¨®mo es que no son capaces de solucionar el problema de los pilotos de una vez por todas?
R. Es que el problema de los pilotos no se arregla ganando una batalla como la de ahora. Es un problema de cambio cultural, que va a llevar a?os. Por otra parte, estamos sujetos a una legislaci¨®n laboral que en este pa¨ªs, afortunadamente, es muy proteccionista de los derechos de los trabajadores. Pero, cuando los utilizan y abusan de ellos colectivos privilegiados como los pilotos, pues est¨¢n desnaturalizando y abusando de esa protecci¨®n. Y no s¨®lo abusan de esos derechos, sino que est¨¢n haciendo rehenes, de esos supuestos derechos suyos, a toda la poblaci¨®n. Empezando por sus propios compa?eros de la empresa, que son los que pagan el pato y los que se tienen que enfrentar con los clientes.
P. Pero sus pilotos, se?or Mullor, andan muy crecidos. Y adem¨¢s est¨¢n obteniendo el apoyo de los pilotos de otras compa?¨ªas europeas. Parece que se est¨¢ fraguando algo muy grave, ?no?
R. ?Sin duda, sin duda! Los pilotos de toda Europa est¨¢n yendo hacia un proceso de cartelizaci¨®n, creando un cartel. Pero, al mismo tiempo, en Europa hay compa?¨ªas, algunas de ellas muy fuertes, que est¨¢n realmente con el agua al cuello. Sabena est¨¢ a punto de presentar suspensi¨®n de pagos, Swissair ha perdido este a?o m¨¢s dinero que en toda su vida, AOM est¨¢ tambi¨¦n en suspensi¨®n de pagos. Todas las que no se adapten van a caer, inexorablemente. Y ese cartel de los pilotos ha surgido precisamente porque ellos perciben que su situaci¨®n hist¨®rica de privilegio se est¨¢ acabando, se les acaba. Es su forma de intentar detener un proceso de racionalizaci¨®n empresarial del que surgir¨¢ inevitablemente un cambio al que ellos no est¨¢n dispuestos. Lo que no quieren ver es que ese cambio es imprescindible para sobrevivir. Porque, si no cambiamos ya, hay multitud de empresas peque?as que est¨¢n creciendo rapid¨ªsimamente, que nos puede hacer desaparecer en algunos a?os de algunos mercados.
P. Lo cual no les debe hacer mucha gracia a los actuales propietarios de Iberia. Tampoco ustedes, como empresa privada, han sido capaces de poner pies en pared.
R. ?Llevamos ya cinco a?os actuando con los par¨¢metros de una empresa privada! Y eso se nota precisamente en que, en los ¨²ltimos conflictos con los pilotos, la empresa no los ha resuelto, como se hac¨ªa antes, disparando con p¨®lvora del rey, sino partiendo de la base, irrenunciable, de que cualquier acuerdo ten¨ªa que ser soportable por nuestra cuenta de resultados, como as¨ª se ha hecho. Hemos tenido conflictos muy duros con los pilotos, y en todos los casos hemos llegado hasta donde nuestra cuenta de resultados nos lo ha permitido. Y nada m¨¢s. Ahora, en este conflicto, est¨¢ pasando lo mismo. Hubiera sido muy f¨¢cil ceder a lo que nos planteaban los pilotos hace ya quince d¨ªas. Pod¨ªamos evitar esta huelga, e incluso, como la compa?¨ªa est¨¢ muy saneada, pod¨ªamos tener por delante dos o tres a?os de tranquilidad. Nos pod¨ªamos poner una medalla y nos qued¨¢bamos todos tan contentos. Eso s¨ª, dentro de dos o tres a?os la compa?¨ªa volver¨ªa a entrar en p¨¦rdidas. Eso es una responsabilidad que ni nosotros ni nuestro consejo de administraci¨®n, al que le hemos expuesto las cifras de nuestro conflicto, estamos dispuestos a asumir. Por eso el consejo ha apoyado absolutamente la actitud que mantenemos y mantendremos.
P. O sea, que la propiedad de Iberia est¨¢ en eso tan cl¨¢sico de que 'resistir es ganar'.
R. Sin duda que para Iberia resistir a los pilotos es ganar. Por una raz¨®n: estamos perdiendo ahora muchos miles de millones de pesetas, pero, hecha la proyecci¨®n l¨®gica de lo que nos supondr¨ªa acceder hoy a lo que nos est¨¢n exigiendo los pilotos, perder¨ªamos much¨ªsimo m¨¢s dentro de cuatro o cinco a?os. A m¨ª lo que me preocupa es que mientras tanto les estamos dando unas oportunidades innecesarias a peque?os competidores que van a hacer su agosto, y nunca mejor dicho, a costa de Iberia. Yo, personalmente, estoy convencido de que tendremos que seguir negociando, pero que el conflicto, probablemente, se va a endurecer. Aunque en t¨¦rminos de racionalidad los pilotos tendr¨ªan que reconocer que se les ha dado todo lo que se les puede dar, que es infinitamente m¨¢s de lo que se est¨¢ firmando en cualquier convenio en este pa¨ªs. Lo que me temo es que, a pesar de que son conscientes de que no van a ganar este pulso, lo van a mantener precisamente porque saben que son sus ¨²ltimas oportunidades de echar pulsos.
P. Pero son los pilotos los que ponen a volar los aviones. No s¨¦ c¨®mo van a resistir esa evidencia.
R. Los que ponen a volar los aviones no son s¨®lo los pilotos. Son sus ayudantes, son los t¨¦cnicos de mantenimiento tambi¨¦n. Y gracias a ellos los aviones de Iberia vuelan. Pero es que, adem¨¢s, los pilotos ya est¨¢n percibiendo el rechazo a sus pretensiones de los trabajadores de tierra. Ellos creen que tienen la sart¨¦n por el mango y no se dan cuenta de que ese mango se les est¨¢ quemando. Lo lamentable es que para cuando lo perciban habr¨¢n quemado a toda la compa?¨ªa.
P. Quiz¨¢s la ¨²nica soluci¨®n ser¨ªa echar el cierre y empezar de nuevo, sin tanto lastre.
R. ?sa es una situaci¨®n que se puede producir. No es que echemos el cierre, sino que eso es lo que pasa en realidad cuando surgen otras compa?¨ªas nuevas. Ellas s¨ª que est¨¢n surgiendo de cero, sin nuestros problemas hist¨®ricos y a las que estamos regalando miles y miles de pasajeros que son nuestros y que, quiz¨¢s, ya no van a volver a Iberia. Estamos suicid¨¢ndonos. Eso es lo que est¨¢n haciendo los pilotos con Iberia: conseguir que Iberia se suicide.
P. Oy¨¦ndole a usted, se?or Mullor, da para pensar que los pilotos est¨¢n dispuestos a comerse la gallina de los huevos de oro, que est¨¢n haciendo verdadera rapi?a con su propia empresa.
R. La verdad es que es dif¨ªcil entender cu¨¢l es el esquema mental de los que hoy est¨¢n dirigiendo el SEPLA. Porque ellos, mejor que nadie, deber¨ªan entender cu¨¢les son las limitaciones de la compa?¨ªa. Nosotros les hemos dicho: 'Todo lo que ped¨ªs os lo damos, siempre que se produzcan los resultados econ¨®micos que lo hagan posible'. Porque lo contrario ser¨ªa una irracionalidad por parte nuestra. Eso es lo que nos separa. Ellos quieren todo garantizado, pase lo que pase con la cuenta de resultados.
P. Esto en Estados Unidos no pasa, se?or Mullor. Cuando se va a producir una huelga en una compa?¨ªa de aviaci¨®n, el presidente Bush sale y la para.
R. Es que Iberia no tiene armas legales para obligar a los pilotos a volar, como sucede en Estados Unidos, donde las huelgas han sido prohibidas pr¨¢cticamente. Aqu¨ª hace falta una legislaci¨®n que permita a la Administraci¨®n tomar cartas en el asunto. ?sa ser¨ªa la soluci¨®n, sin duda alguna.
P. Pero hay miles de pilotos en paro. ?No estar¨ªa ah¨ª otra soluci¨®n?
R. No. No tienen la experiencia necesaria. Para que puedan pilotar un avi¨®n de Iberia tendr¨ªan que pasar muchos a?os. Adem¨¢s, las nuevas generaciones podr¨ªan repetir las mistas actitudes endog¨¢micas que los anteriores.
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