Literatura furtiva en el metro
CC OO publica un libro, a favor de los trabajadores de Sintel, donde recoge las mejores pintadas del subterr¨¢neo
?Qui¨¦n no ha tenido alguna vez la tentaci¨®n de escribir en los carteles gigantes de publicidad que hay en los andenes del metro? Sacar el bol¨ªgrafo de manera furtiva y poner una declaraci¨®n de amor, de odio, la letra de una canci¨®n o simplemente una firma sigue siendo una pr¨¢ctica habitual entre algunos de los viajeros del subterr¨¢neo madrile?o. Sobre todo a partir de ciertas horas de la noche, cuando los pasillos del metropolitano est¨¢n medio vac¨ªos.
El sindicato Comisiones Obreras (CC OO) ha editado el libro Las frases del metro, donde el poeta Indio Juan refleja m¨¢s de trescientas pintadas, recopiladas durante 20 a?os, con las que la an¨®nima imaginaci¨®n popular ha decorado el subterr¨¢neo madrile?o. Los beneficios de la venta de este libro (que se puede adquirir al precio de 1.000 pesetas) ir¨¢n a parar a los trabajadores de Sintel, acampados en el paseo de la Castellana desde el pasado 29 de enero en protesta por su situaci¨®n laboral (llevan un a?o sin cobrar).
Esta empresa de m¨¢s de 1.800 trabajadores, que perteneci¨® al grupo Telef¨®nica, fue vendida en 1996 por 4.900 millones a una sociedad americana llamada MasTec, a pesar de que ten¨ªa encargos de trabajo por encima de los 75.000 millones. El 9 de junio de 2000, los nuevos gestores presentaron en los juzgados de Madrid la suspensi¨®n de pagos con un pasivo de 24.000 millones y un activo de 33.000 millones. La Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n abri¨® diligencias al hallar indicios de irregularidades en la venta y gesti¨®n de la sociedad, tras una denuncia presentada por el comit¨¦ de empresa que recoge, entre otras presuntas tropel¨ªas, el desv¨ªo de dinero por parte de los administradores a para¨ªsos fiscales como las Islas V¨ªrgenes.
El libro Las frases del metro, que ha sido prologado por el Gran Wyoming e ilustrado por Pepe Molleda, est¨¢ dedicado a 'quienes han ayudado a entender el verdadero significado de la palabra Dignidad, o sea, a todos los compa?eros de Sintel'.
Seg¨²n explica Indio Juan en su obra, a algunos de los poetas del metro de Madrid les dio por ponerse irreverentes: 'Dios, t¨®mate un a?o sab¨¢tico, tronko', 'Bienaventurados los borrachos, porque ver¨¢n a Dios dos veces', 'Cristianos, a los leones' o 'Jes¨²s no naci¨® en nuestro barrio, porque aqu¨ª no hay v¨ªrgenes' son algunas de las ocurrencias dejadas por los improvisados escritores.
Tambi¨¦n hay sitio para mezclar la religi¨®n con la pol¨ªtica: 'Felipe tiene tanto del PSOE como Jes¨²s de rockero'; o s¨®lo para la pol¨ªtica: 'Tanto jode, jode tanto, Fuerza Nueva como Franco'. Algunos pol¨ªticos tambi¨¦n desatan pasiones entre los viajeros del metro: 'Matanzo, si te cojo te capo (To?i)' o 'Cuando despert¨®, Manuel Fraga todav¨ªa estaba all¨ª', en clara referencia al famoso cuento del dinosaurio de Augusto Monterroso, considerado el relato m¨¢s corto de la historia de la literatura.
Los ecologistas y la naturaleza urbana tambi¨¦n inspiran a los escritores del metro: 'De los espacios verdes nacieron las ciudades. De las ciudades nacen, como pueden, los tiestos' o 'A ciertos ecologistas, el ¨¢rbol les impide ver al hombre'.
El Ej¨¦rcito y la polic¨ªa tampoco salen muy bien parados en esta literatura que se desarrolla bajo tierra. 'Gastos militares para birras en los bares', 'Haz el amor, no la mili' (despu¨¦s alguien agreg¨®: 'Haz la mili con amor') o 'Colabora con la polic¨ªa, p¨¦gate a ti mismo'.
El propio metro tambi¨¦n es fuente de inspiraci¨®n para los an¨®nimos viajeros diarios y sus bol¨ªgrafos: 'El metro es de todos, destroza tu parte', 'Saludos a todos los del metro' o, ante la disminuci¨®n de trenes durante el verano, 'En agosto, el metro mide menos'. Alguno se desesper¨® mientras esperaba a su tren y escribi¨®: 'Solos t¨² y yo y el metro que no viene... ?cago en...!'
Tambi¨¦n hay reflexiones de todo tipo: 'Hoy ha llegado el Guernica, ?por qu¨¦?', 'A la rabiosa actualidad la tienen vacunada', '?A los que matan el tiempo los detienen?', 'Te quiero, mam¨¢, ?por qu¨¦?', '?Y si los hombres menstru¨¢ramos?'. Y para las pasiones literarias y los juegos de palabras: 'Hoy hemos descubierto a Pessoa, somos unos hijos de puta felices (Lola y Ana)' o 'El pueblo de Tanmarsata antes del terremoto se llamaba Santa Marta'.
'Pienso, luego Egipto'
Hay sitio para los graciosos: 'Bienaventurados los vikingos por tener las ideas desmontables'; para los graciosos metaf¨ªsicos: 'Pienso, luego Egipto (Tuthankamon)'; para los narcisistas: 'Mam¨¢, hazme de nuevo'; para los que prefieren insultar: 'Cuando miro tu cara me recuerda a un hospital, no porque eres enfermera, sino porque eres anormal'; y para los cursis: 'Rosa, no llores que las l¨¢grimas no te dejar¨¢n ver el sol' (al d¨ªa siguiente le agregaron: 'Si los horteras volaran, el cielo estar¨ªa lleno de gilipollas').
Y, por supuesto, espacio dedicado al amor y al sexo: 'Tanto buscar mi media naranja y cuando la encuentro viene un hijo de puta y me la hace zumo', 'Ser virgen no es una virtud, sino falta de ocasi¨®n' o 'M¨¢s vale cond¨®n en pene que ni?o el a?o que viene'.
Como se puede ver, temas para todos los gustos. El metro sigue siendo fuente de inspiraci¨®n y un perfecto escaparate para que cada uno d¨¦ rienda suelta a su imaginaci¨®n. Uno le quiso dejar un mensaje a una amiga: 'Despierta, Charo, que llegas tarde'. Y otro, con pocas ganas de pensar, dej¨® como legado al subterr¨¢neo una frase para la posteridad: 'Tengo sue?o, buenas noches'.
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