'...valiente como Chamorro'

Jes¨²s Vicente Chamorro, el fiscal Chamorro, como era conocido por todos, falleci¨® recientemente. Y en este momento de reflexi¨®n y dolor quiero contribuir con mi testimonio a dar una peque?a -quiz¨¢ torpe- pincelada en la tela de su retrato. No s¨®lo en los ¨¢mbitos forenses es conocida, proverbial, la inteligencia de Jes¨²s Vicente Chamorro. Para m¨ª, descomunal. Puedo decir, porque disfrut¨¦ de su amistad y ense?anzas durante a?os, que Chamorro acompa?¨® esa inteligencia con una profunda cultura apoyada en una memoria brillante, la agudeza, la respuesta certera y fulgurante, y la belleza de su lenguaje tan preciso y escueto como su sobriedad personal.

Baltasar Graci¨¢n tiene la f¨®rmula para este caso, al hablar del 'entendimiento por origen de toda grandeza'. Dice: 'Ad¨®rnase esta capital prenda de otras dos, fondo de juicio y elevaci¨®n de ingenio, que forman un prodigio si se juntan'. En Chamorro se juntaban. Esta condici¨®n dio pie hace a?os a un art¨ªculo period¨ªstico en que la apolog¨ªa de la clarividencia de Chamorro llevaba a su autor a acu?ar la frase: 'Valiente como Cascorro, inteligente como Chamorro'. Expresi¨®n que, siendo afortunada, se queda en una media verdad porque no refleja del todo las virtudes del personaje y parece como si la inteligencia de Chamorro, as¨ª expuesta, impidiera la comparaci¨®n con el valor de Eloy Gonzalo, el madrile?o h¨¦roe del Cascorro. Y es que efectivamente Chamorro fue un maestro.

Yo quiero poner el acento en la otra media verdad. Porque, '?qu¨¦ importa que el entendimiento se adelante si el coraz¨®n se queda?'. La misma pregunta del aragon¨¦s Graci¨¢n debi¨® hacerse el extreme?o Chamorro y la instaur¨® como norma de vida. Jes¨²s fue un hombre de un coraje propio de los hombres de acci¨®n. No fue un intelectual contemplativo ni empe?ado en justas literarias; volc¨® su actividad, siempre beligerante, en la defensa del d¨¦bil, como fiscal comprometido.

Ciertamente, como advirti¨® el ministro Manuel Becerra al forastero Amadeo de Saboya: 'Entre espa?oles, de valor no se habla'. No es a ese valor al que hago menci¨®n. Jes¨²s super¨® esa medida y con una particularidad noble: su intrepidez fue consecuencia y estuvo al servicio de su generosidad. Chamorro se entreg¨® a los dem¨¢s hasta llegar a la heroicidad. Le he visto exponer y mantener p¨²blicamente sus ideas en defensa de la libertad en los peores e interminables tiempos de la dictadura. Soy testigo de c¨®mo era vigilado y controlada su correspondencia por la Brigada Pol¨ªtico Social, de c¨®mo a pesar de eso cuando alg¨²n amigo o compa?ero era detenido, por razones pol¨ªticas, Jes¨²s aparec¨ªa en la comisar¨ªa de turno para inquietar con su presencia a los captores, abrigando en lo posible a aqu¨¦l; aunque eso comprometiera su carrera y su comodidad personal y hubiera podido comprometer m¨¢s cosas. Me consta que otras veces fue escudo de perseguidos.

Mezcla de desprendimiento y valor personal que hay que destacar para no quedarnos en la superficie de su semblanza. Inteligente s¨ª, tanto como valiente. Aunque su arrojo no tuvo otro campo de batalla donde contrastarse que la vida civil, es menester se?alar esta otra condici¨®n en sus justos t¨¦rminos. Chamorro fue distinto, ¨²nico y adem¨¢s dotado de un cerebro privilegiado y de un coraz¨®n que no le fue a la zaga: que 'no se quedaba'.

Jos¨¦ Mar¨ªa G¨®mez es fiscal de Valencia.