Conchita Mart¨ªnez reivindica sus opciones
La aragonesa llega a cuartos por primera vez en los ¨²ltimos cinco a?os
Hace dos a?os, ganar a la joven tenista rusa Lina Krasnoroutskaya habr¨ªa entrado dentro de la normalidad en la trayectoria de Conchita Mart¨ªnez. Ahora, sin embargo, cada victoria debe celebrarse como un gran acontecimiento. ?Tanto han cambiado las cosas en el circuito? No. Donde han cambiado muchas cosas es en la cabeza de la aragonesa que ha vivido en los ¨²ltimos tiempos con dudas evidentes sobre su capacidad.
Sin embargo, sus golpes estaban ah¨ª, escondidos, aletargados, esperando el mejor momento para volver a resurgir. No es la primera vez que algo parecido le ocurre a la aragonesa. En 1999, cuando se descubri¨® que su padre padec¨ªa un c¨¢ncer, Conchita lo acus¨® de tal forma que todo su juego qued¨® afectado. Hasta que al final de la temporada, cuando Cecilio hab¨ªa superado ya la enfermedad, recuper¨® la alegr¨ªa y, por primera vez en muchos meses, solt¨® su brazo y tuvo contra las cuerdas a Venus Williams en el Masters.
Aquel partido lo perdi¨®. Pero la euforia se mantuvo intacta en su cabeza y le permiti¨® alcanzar las semifinales del Open de Australia y la final de Roland Garros el pr¨®ximo a?o. Ahora, ya con 29 a?os, ha recuperado la sonrisa tras una temporada plagada de infecciones, lesiones, rupturas -con Patricia Tarabini, su ex entrenadora y compa?era de dobles-, reencuentros -con Eric Van Harpen- y problemas cr¨®nicos como el de su saque -tira mal la bola- y el del tend¨®n de Aquiles, que arrastra desde hace ocho meses.
Y cuando sonr¨ªe todos los problemas parecen esfumarse. Confiesa que el tend¨®n de Aquiles le duele menos y que ya puede andar incluso sin dolor cuando se levanta por la ma?ana. Agrega que est¨¢ encontrando soluciones con su saque, y que est¨¢ recuperando toda la potencia de su juego. Sencillamente, vuelve a tener confianza en s¨ª misma. Y cuando eso ocurre se transforma en la jugadora que gan¨® en Wimbledon en 1994.
Por eso, ayer no tuvo problemas para imponerse a la rusa Lina Kranoroutskaya (37? mundial), de 17 a?os, que se ha convertido en una de las revelaciones de la temporada, despu¨¦s de alcanzar los cuartos de final en Roland Garros y los octavos en Wimbledon. Conchita no hizo nada especial, o s¨ª lo hizo: jug¨® a su nivel. Sirvi¨® lo mejor que pudo y fue eficaz con este golpe, puesto que perdi¨® s¨®lo ocho puntos de saque. Lanz¨® su cl¨¢sico rev¨¦s cortado, profundo bajo, sin permitir que la bola se levantara. Utiliz¨® bien su drive para abrir ¨¢ngulos y ganar los puntos. Y fue suficiente. El resto lo puso su rival. Krasnoroutskaya qued¨® tan desencajada en la pista, que cometi¨® 29 faltas directas y nunca pareci¨® capaz de dar la vuelta al partido.
Eso no significa que Conchita est¨¦ en condiciones de ganar el torneo. Es algo que est¨¢ por ver. Sin embargo, s¨ª parece preparada para lograr una nueva victoria ante la belga Justine Henin (8? cabeza de serie), que ayer elimin¨® a la alemana Anke Huber, que lleg¨® a Wimbledon tras imponerse en el torneo de Rosmalen y que adquiri¨® una total confianza en su juego en Roland Garros donde alcanz¨® las semifinales. Hasta ah¨ª puede llegar con su juego actual. 'Si juego bien puedo hacerlo', dice Conchita. Pero a partir de semifinales, se encontrar¨ªa con Capriati o Serena Williams. Y esas dos s¨ª han cambiado algunas cosas en el circuito.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.