Pugna por el Hospital General
Presiones sobre la junta de acreedores obligan a aplazar la adjudicaci¨®n del centro sanitario
La junta de acreedores que deb¨ªa tomar la decisi¨®n ten¨ªa cinco miembros: Seguridad Social, Hacienda, Ayuntamiento de Sant Cugat, Servicio Catal¨¢n de la Salud y representantes de los trabajadores. Los informes preliminares presentados anteayer por Hacienda y la Seguridad Social se inclinaban por Catalana de Diagn¨®stico y Cirug¨ªa por presentar la oferta econ¨®mica m¨¢s alta y ser la m¨¢s ventajosa desde el punto de vista de la forma de pago. Los trabajadores, por su parte, hab¨ªan votado en una asamblea de forma pr¨¢cticamente un¨¢nime en favor de esta opci¨®n, por entender que era la econ¨®micamente m¨¢s s¨®lida y la que se hab¨ªa comprometido de forma m¨¢s clara por el mantenimiento de los puestos de trabajo.
Los informes del Servicio Catal¨¢n de la Salud eran ecl¨¦cticos: sosten¨ªan que tanto la oferta de Catalana de Diagn¨®stico y Cirug¨ªa como la de Mutua de Terrassa eran t¨¦cnica y sanitariamente 'solventes y viables'. S¨®lo hac¨ªan notar en una apostilla que se consideraba positiva la experiencia de Mutua de Terrassa en el Vall¨¨s como centro de XHUP (Red Hospitalaria de Utilizaci¨®n P¨²blica, que engloba a los centros concertados), mientras que del otro candidato no hab¨ªa referencias sobre este aspecto.
La reuni¨®n se inici¨®, pues, con una votaci¨®n que presumiblemente iba a inclinarse por la oferta de Catalana de Diagn¨®stico, con la posible abstenci¨®n o voto en contra del Servicio Catal¨¢n de la Salud y del Ayuntamiento de Sant Cugat. Pero a la hora de la verdad, el ¨²nico voto decidido era el de los trabajadores. Una ronda de llamadas de ¨²ltima hora, que se prolongaron ya comenzada la reuni¨®n, impidi¨® que se alcanzara un acuerdo y finalmente se decidi¨® aplazar la decisi¨®n durante 48 horas.
Los trabajadores atribuyeron el bloqueo de la decisi¨®n a presiones del Gobierno de la Generalitat sobre los representantes de Hacienda y de la Seguridad Social y emitieron un duro comunicado en el que denunciaban una posible manipulaci¨®n pol¨ªtica del concurso. A ¨²ltima hora de la tarde, un nutrido grupo de trabajadores se manifest¨® ante el Ayuntamiento de Sant Cugat.
La decisi¨®n qued¨® aplazada, pero la reuni¨®n de ayer evidenci¨® una fuerte pugna por los despojos de un gran proyecto que se inaugur¨® en 1983 con la aportaci¨®n econ¨®mica de 70.000 catalanes que no s¨®lo han perdido todo el dinero que invirtieron, sino los derechos que supuestamente adquir¨ªan al invertir en el proyecto. Pero los despojos, en este caso, no son cualquier cosa: un edificio de 97.000 metros cuadrados -de los que s¨®lo est¨¢n ocupados 50.000- situado en una zona privilegiada del Vall¨¨s y con capacidad para albergar 750 camas, de las que ahora mismo s¨®lo est¨¢n en servicio 270.
El valor inmobiliario del compejo es alto, pero su viabilidad futura como centro sanitario depende de las inversiones que el nuevo propietario est¨¦ dispuesto a realizar. La auditor¨ªa de 2000 revela que el centro sigue teniendo un d¨¦ficit anual de 1.300 millones de pesetas.
El sue?o de la sanidad privada catalana, en el que se recaudaron m¨¢s de 7.000 millones de pesetas en aportaciones populares, se esfum¨® pronto. En 1988, cinco a?os despu¨¦s de su inauguraci¨®n, el centro acumulaba ya un d¨¦ficit de 8.000 millones. Cuando en noviembre de 1999 present¨® quiebra voluntaria tras varios a?os de lucha tit¨¢nica por la supervivencia bajo el paraguas de una suspensi¨®n de pagos, las p¨¦rdidas acumuladas a lo largo de su historia sumaban 34.000 millones.
La junta de acreedores constituida tras la quiebra recibi¨® tres ofertas: una de una sociedad radicada en las Bahamas sin ninguna experiencia en el ¨¢mbito sanitario; otra de la empresa Catalana de Diagn¨®stico y Cirug¨ªa, y otra de Mutua de Terrassa, entidad concertada por la Seguridad Social.
Los estudios iniciales descartaron r¨¢pidamente la oferta de las Bahamas por las sospechas de que se trataba de una opci¨®n meramente especulativa destinada a negociar con los terrenos y el edificio. En cambio, las otras dos eran netamente sanitarias, solventes y ambas representaban a importantes intereses econ¨®micos.
Catalana de Diagn¨®stico y Cirug¨ªa es filial de Ib¨¦rica de Diagn¨®stico y Cirug¨ªa, cuyo principal accionista es la sociedad CVC (Citibank Venture Capital), un fondo inversor y de pensiones que en los ¨²ltimos a?os ha invertido en Catalu?a 200.000 millones en la compra, entre otras sociedades, de Torras Papel y Revlon. Ib¨¦rica de Diagn¨®sticos tiene nueve hospitales en Espa?a, en Murcia, Albacete, Badajoz, C¨¢ceres y Toledo, entre otras ciudades, y est¨¢ construyendo uno en Madrid. El de Sant Cugat se convertir¨ªa en el buque insignia del grupo.
Mutua de Terrassa es un operador sanitario muy conocido en el Vall¨¨s que opta al Hospital General de Catalu?a a trav¨¦s de una sociedad en la que tendr¨ªa como socios a importantes empresarios sanitarios pr¨®ximos o vinculados a CiU. Entre ellos a Carles Sumarroca, fundador de Converg¨¨ncia Democr¨¤tica, con participaci¨®n en numerosos negocios, varios de ellos sanitarios. Sumarroca es presidente de General Lab, SA, y Medical Lab, sociedades que han sido objeto de importantes adjudicaciones de anal¨ªtica por parte del Departamento de Sanidad y que han sido denunciadas por la oposici¨®n socialista en el Parlament como beneficiarias de una pol¨ªtica de amiguismo en las adjudicaciones de servicios extrahospitalarios.
La Alianza General Lab se constituy¨® durante la crisis de La Alianza como consecuencia de la privatizaci¨®n del laboratorio de an¨¢lisis cl¨ªnicos de la entidad. La decisi¨®n se tom¨® en contra de la opini¨®n de los trabajadores, alegando falta de rentabilidad del servicio, pero la nueva empresase revel¨® muy pronto como un negocio muy rentable. Entre las personas de su Consejo de Administraci¨®n figuran Miquel Esquirol, tambi¨¦n fundador de Converg¨¨ncia, y Llu¨ªs de Jaureguizar, que ejercieron la presidencia y la direcci¨®n general de La Alianza a lo largo de la crisis de esta entidad.
En la oferta de Mutua de Terrassa para el Hospital General de Catalu?a participa tambi¨¦n Jordi Setoa¨ªn, empresario impulsor del poderoso grupo privado Cetir, especializado en diagn¨®stico por la imagen y medicina nuclear, que ha acaparado siempre las adjudicaciones de estas pruebas extrahospitalarias y ha sido objeto tambi¨¦n de pol¨¦mica porque durante muchos a?os se han realizado sin ning¨²n tipo de concurso p¨²blico pese a que sumaban miles de millones de pesetas.
Estos son los actores en juego. Y estas sus ¨²ltimas ofertas por el Hospital General de Catalu?a: Catalana de Diagn¨®sticos y Cirug¨ªa ofrece por los activos 1.200 millones al contado o 1.600 en seis a?os, y una inversi¨®n adicional el primer a?o de 1.800 millones de pesetas en utillaje. Tambi¨¦n se compromete a mantener la plantilla.
Mutua de Terrassa ofrece 1.700 millones por los activos, a pagar 250 millones ahora y el resto en 15 a?os, lo que representa una oferta real de 1.380 millones de pesetas una vez deducidos los costes del aplazamiento.
La mutua considera que se ha de realizar una inversi¨®n de choque, estimada en 7.000 millones, para hacer viable el hospital, pero no se compromete a invertirlos: 'Se har¨¢n a medida que el propio hospital genere los recursos', explic¨® ayer Jaume Soana, director general de la mutua. Soana es consciente de que su oferta es econ¨®micamente inferior, pero cree que lo que cuenta es el papel de su entidad en la red sanitaria del Vall¨¨s. 'La decisi¨®n, en este caso, debe ser pol¨ªtica', dijo.
No lo ve as¨ª su contrincante: 'Espero que la decisi¨®n sea t¨¦cnica. La nuestra es una oferta econ¨®micamente m¨¢s solvente, y eso es lo que esperamos que se tenga en cuenta', dijo V¨ªctor Madera, consejero delegado de Catalana de Diagn¨®stico. 'Nuestro objetivo es convertir el Hospital General en el centro de referencia del grupo no s¨®lo en Espa?a, sino en Europa'.
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