La 'regularizaci¨®n' de Fern¨¢ndez-Miranda

Los viejos galenos sol¨ªan recomendar cambios de aires a sus pacientes. El delegado del Gobierno para la Extranjer¨ªa, Enrique Fern¨¢ndez-Miranda, conoce bien los peligros de aquella vieja receta. No s¨®lo porque es m¨¦dico; tambi¨¦n porque el ¨²ltimo cambio de aires que se ha producido en el Ministerio del Interior le ha provocado un fuerte catarro pol¨ªtico, seg¨²n diagnostican miembros de varios partidos de la oposici¨®n.

Desde que tom¨® posesi¨®n como ministro del Interior, el 28 de febrero, Mariano Rajoy ha rectificado algunas decisiones de su subordinado. La primera fue la famosa Operaci¨®n Ecuador, por la que Fern¨¢ndez-Miranda pretend¨ªa enviar a Quito a 25.000 inmigrantes con el fin de que regularizaran su situaci¨®n y volvieran a entrar en Espa?a legalmente. De haberse consumado, aquel habr¨ªa sido el mayor contingente humano desplazado por un Gobierno espa?ol a Latinoam¨¦rica desde las levas de la guerra de Cuba.

'Mientras el delegado del Gobierno intentaba justificar la Operaci¨®n Ecuador, Rajoy fumaba un puro y miraba fijamente la alfombra'

Hubo otras rectificaciones. Por ejemplo, la dotaci¨®n presupuestaria del Programa Global de Regulaci¨®n y Coordinaci¨®n de la Extranjer¨ªa y la Inmigraci¨®n en Espa?a, conocido como Plan Greco. Fern¨¢ndez-Miranda se empecin¨® en no fijar una partida econ¨®mica para este Programa. Rajoy, en cambio, consigui¨® que el Consejo de Ministros aprobara 37.000 millones de pesetas para desarrollarlo.

No son ¨¦stas las ¨²nicas se?ales de que no corren buenos tiempos para el delegado del Gobierno. En la constituci¨®n del Consejo Superior de Pol¨ªtica de Inmigraci¨®n, ante consejeros de Asuntos Sociales de las comunidades aut¨®nomas y representantes de ayuntamientos, el titular de Interior dijo que la discusi¨®n del Reglamento que desarrolla la Ley de Extranjer¨ªa era una oportunidad para recuperar el consenso que nunca debi¨® ser perdido y para intentar recoger los derechos fundamentales de los inmigrantes.

'Me dieron ganas de aplaudirle', recuerda el consejero de Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno de Canarias, Marcial Morales. 'Su discurso fue jur¨ªdicamente arriesgado, porque un reglamento no puede corregir una ley. Pero hubo un asentimiento general'. Fern¨¢ndez-Miranda, que en su d¨ªa hab¨ªa negado la inclusi¨®n en la Ley de Extranjer¨ªa de los derechos de reuni¨®n, asociaci¨®n, manifestaci¨®n y huelga de los irregulares, estaba junto al ministro y no hizo comentarios.

Los partidos pol¨ªticos han aprovechado las reuniones sobre el Reglamento de Extranjer¨ªa para tomar la temperatura pol¨ªtica al delegado del Gobierno. Todos coinciden en que cuando Jaime Mayor Oreja era el ministro del Interior, Fern¨¢ndez-Miranda llevaba la voz cantante en Inmigraci¨®n. Con Rajoy las cosas han cambiado.

'Yo no creo que Mayor le tuviera un cari?o infinito', argumenta Susana L¨®pez, que acudi¨® a la negociaci¨®n en representaci¨®n de Izquierda Unida. 'M¨¢s bien pienso que Fern¨¢ndez-Miranda es amigo del presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, y que al ministro no le quedaba m¨¢s remedio que respaldar sus errores'.

Pero en la reuni¨®n que mantuvo el 5 de junio en el Ministerio del Interior algo hab¨ªa cambiado. 'Rajoy fumaba un puro y miraba fijamente la alfombra mientras Fern¨¢ndez-Miranda intentaba explicarnos los motivos que le llevaron a organizar la Operaci¨®n Ecuador. Nos preguntaba c¨®mo pod¨ªamos echarle en cara que se hubiera sentido conmovido tras el accidente de Lorca . Nos dijo: '?Me vais a reprochar que sea sensible?'. El ministro no le apoy¨® una sola vez', recuerda L¨®pez.

Pocos d¨ªas antes, tambi¨¦n Consuelo Rum¨ª, responsable de pol¨ªticas sociales y migratorias en el PSOE, observ¨® cambios apreciables en la actitud del delegado del Gobierno durante su entrevista con ¨¦l y con el ministro. 'Antes de comenzar la reuni¨®n, Rajoy me pregunt¨® si quer¨ªa que entrara el asesor que me acompa?aba. Le respond¨ª que no hac¨ªa falta, aunque iban a ser dos contra uno. El ministro hizo caso omiso de la presencia de Fern¨¢ndez-Miranda y dijo: 'Somos uno contra uno'. Y no le defendi¨® cuando hice un dur¨ªsimo repaso de la pol¨ªtica de inmigraci¨®n que hab¨ªa heredado. El delegado aguant¨® el chaparr¨®n sin abrir la boca'.

Carles Campuzano, de Converg¨¨ncia i Uni¨®, tambi¨¦n observ¨® lo que define como 'un cambio latente' en el tratamiento de la inmigraci¨®n por el Gobierno. Otra persona que acudi¨® a las entrevistas sobre el Reglamento afirma que percibi¨® 'una sumisi¨®n exagerada' del delegado del Gobierno ante el ministro.

Los interlocutores consultados precisan que los cambios que han constatado hasta el momento en la pol¨ªtica de inmigraci¨®n se reducen al talante. 'Con el proceso de regularizaci¨®n que ha abierto, Rajoy ha corregido los acuerdos parciales con encerrados que estaba haciendo Fern¨¢ndez-Miranda. Pero se trata de un proceso jur¨ªdicamente inseguro', dice Paloma L¨®pez, responsable de inmigraci¨®n en CC OO. 'La pol¨ªtica de fondo sigue siendo la misma', a?ade Almudena Fontecha, de UGT. 'Y cuando termine este periodo transitorio, la aplicar¨¢n con la m¨¢xima dureza'.

En sus 14 meses al frente de la Secretar¨ªa de Estado para la Extranjer¨ªa, Enrique Fern¨¢ndez-Miranda se ha enfrentado con la oposici¨®n, con los sindicatos y con las ONG, a las que, en tono de broma, ha lanzado advertencias como ¨¦sta: 'No mordais la mano que os da de comer', en referencia a las subvenciones que les da el Gobierno. Pero tambi¨¦n se quejan de su actitud altos funcionarios del los ministerios de Trabajo y de Interior. 'Antes de que Rajoy fuera nombrado, la gente del Imserso ven¨ªa a Canarias amedrentada', cuenta el consejero Morales. 'Fern¨¢ndez-Miranda nos regatea la informaci¨®n', se queja un funcionario de Interior.

As¨ª las cosas, la regularizaci¨®n de Fern¨¢ndez-Miranda en el Ministerio que dirige Mariano Rajoy resulta problem¨¢tica. 'Est¨¢n viendo c¨®mo quitarlo de ah¨ª', afirma Susana L¨®pez. 'Hay rumores de que cuando sea aprobado el Reglamento podr¨ªan enviarlo a Sanidad', aventura Campuzano. Mustafa El Mirabet, portavoz del la Asociaci¨®n de Trabajadores Inmigrantes Marroqu¨ªes (ATIME), ironiza: 'Si es as¨ª, cuidado con nuestra salud'.