El euro

En apenas seis meses tendremos los primeros euros en nuestros bolsillos. No resultar¨¢ f¨¢cil habituarse a una nueva moneda, pero hay un factor que dificultar¨¢ a¨²n m¨¢s su uso en las primeras semanas, y es el periodo de convivencia de euros y pesetas, establecido en principio en medio a?o y recortado posteriormente a dos meses. ?Se imaginan el caos que puede suponer pagar en una moneda y recibir el cambio en otra? Pongamos por caso un art¨ªculo que cuesta 1.700 pesetas. Entregamos un billete de 2.000, y en base al principio de 'no obligaci¨®n, no prohibici¨®n', podemos recibir el cambio en pesetas o en euros. En el ejemplo anterior, pues, el cambio que recibiremos ser¨¢ de 300 pesetas, o su equivalente en euros, 1,80. Me parece ca¨®tico. Eso por no hablar de la marabunta de monedas y billetes que llevaremos encima. ?No ser¨ªa mucho m¨¢s l¨®gico eliminar completamente este periodo? Al fin y al cabo, cuando viajamos utilizamos sin previa 'pr¨¢ctica' una moneda totalmente desconocida para nosotros, pero sabemos que, si entregamos un billete de 5.000 por un producto valorado en 4.500, el cambio que debemos recibir es 500. Y fuera problemas. Adem¨¢s, no entiendo en qu¨¦ se basan los diferentes gobiernos de la Uni¨®n para decidir la duraci¨®n del periodo de convivencia de las dos monedas. ?Qu¨¦ diferencia hay entre alargarlo seis meses o recortarlo a ocho semanas?