Manolete (El Monstruo)
Hace un par de semanas volv¨ª a visitar el Museo Taurino de C¨®rdoba y me detuve especialmente en la sala dedicada a Manolete. La sangre seca en la camisa que luc¨ªa la tarde de su cogida en Linares y la piel disecada del toro Islero me llevaron a escribir estas l¨ªneas evocadoras de El Monstruo cordob¨¦s. Adem¨¢s, desde que se pas¨® el 50? aniversario de su muerte en 1947, es como si Manolete no hubiera existido.
El apelativo de El Monstruo se lo puso el cr¨ªtico K-Hito despu¨¦s de que les cortara a los toros Tolosano y Afligido del Conde de la Corte cuatro orejas, dos rabos y dos patas en corrida celebrada en Alicante en el a?o 1943. Este tipo de haza?as se repiti¨® con cierta frecuencia, como en aquella ocasi¨®n, dos a?os m¨¢s tarde, cuando acompa?ado por Arruza y Pepe Luis V¨¢zquez les cortaron los m¨¢ximos trofeos a una corrida de Patas Blancas en Plasencia: 12 orejas, 6 rabos y 6 patas.
Manolete disfrutaba en el campo. Sol¨ªa pasar largas temporadas durante el invierno en las fincas de conocidos ganaderos charros, donde aprovechaba para cazar, tentar y tertuliar. El primer conejo que cobr¨® lo hizo en Hernandinos de Galache y dec¨ªa que le hab¨ªa producido m¨¢s emoci¨®n que matar a un toro. No le gustaba tentar m¨¢s de tres vacas en cada tentadero, puesto que era partidario de apurarlas hasta el final. Seg¨²n ¨¦l, 'la que es brava lo es hasta el ¨²ltimo momento'.
Hay quien puede pensar que las figuras del toreo, debido a la facilidad con la que torean, no pasan miedo. Cuando Manolete le confes¨® a Camar¨¢ que pasaba miedo en la cara del toro, ¨¦ste replic¨®: '?Usted, con lo que se arrima?' 'Pues por eso, por lo que me arrimo', le contest¨® el diestro.
Los toros de anta?o eran poseedores de importantes dosis de casta y bravura, manifestada, a menudo, en forma de fiereza. Por eso, era casi obligado doblarse por bajo al comienzo de la faena de muleta. Manolete sol¨ªa hacer caso omiso de esta costumbre, y ¨¦se es el motivo por el que Domingo Ortega le pregunt¨® en su d¨ªa la raz¨®n de por qu¨¦ no lo hac¨ªa. La contestaci¨®n de Manolete fue la siguiente: 'Mientras usted se dobla con el toro, yo ya le he dado seis naturales'.
Se dice que un toro es lucero cuando tiene una amplia mancha blanca en la frente, a menudo triangular, con la base en el testuz y el v¨¦rtice apuntando hacia el hocico. Muy de tarde en tarde se ven toros luceros en los que la mancha adopta la forma de uve. Perdig¨®n, toro de Jos¨¦ Escobar (puro graciliano), fue estoqueado por Manolete en la feria de julio de Valencia en 1944. Manolete regal¨® la cabeza disecada de Perdig¨®n a Winston Churchill en recuerdo a su famoso signo de la uve, poco despu¨¦s de terminar la Segunda Guerra Mundial. Parece ser que a¨²n la conservan sus descendientes.
En Pamplona actu¨® 12 tardes, entre 1940 y 1947, con sonados ¨¦xitos y fracasos. Cuando m¨¢s se prodig¨® fue en 1942 y 1943, con ocho actuaciones en total. Su ¨²ltima actuaci¨®n, la del 10 de julio de 1947, est¨¢ catalogada como una de las tardes m¨¢s brillantes de la historia de la plaza, ya con casi 80 a?os de vida. Junto con Juli¨¢n Mar¨ªn y Gitanillo de Triana, estoquearon toros del encaste murube?o de Urquijo. Manolete cort¨® cuatro orejas y cobr¨® 10 veces m¨¢s que sus compa?eros de terna. No necesitaba morir en el ruedo para ser considerado figura del toreo.
Antonio Purroy Unanua es vicerrector de Investigaci¨®n y Transferencia Tecnol¨®gica de la Universidad P¨²blica de Navarra.
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