La resurrecci¨®n del Beti Jai
El hist¨®rico front¨®n de Marqu¨¦s de Riscal saldr¨¢ de su estado de abandono y albergar¨¢ un hotel y un gimnasio
El hist¨®rico front¨®n Beti Jai, construido en 1894 sobre un solar de casi 4.000 metros cuadrados en la calle del Marqu¨¦s de Riscal, 7 (distrito de Chamber¨ª), y actualmente en un grave estado de deterioro, albergar¨¢ un hotel y un gimnasio si se cumplen los planes de la empresa propietaria, Nuevo Beti Jai, SL. El proyecto inicial, sin embargo, debe ser modificado para que sea 'compatible con la categor¨ªa de monumento hist¨®rico de m¨¢xima protecci¨®n que tiene, seg¨²n la directora general de Patrimonio, Victoria Mar¨ªn. Fuentes de la empresa declaran que est¨¢n negociando con Patrimonio c¨®mo llevar a cabo la iniciativa y conf¨ªan en lograr el visto bueno tras el verano.
Los vecinos del front¨®n llevan a?os resignados ante el abandono del centenario recinto deportivo. 'Hace m¨¢s de dos a?os que pusieron unos andamios en la acera para que no cayeran cascotes. Y aqu¨ª se han quedado', explica Carmen Cort¨¦s, una vecina de la cercana calle de Fortuny. 'Con lo abandonado que est¨¢, cualquier d¨ªa se cae', a?ade. ?ngel Gonz¨¢lez, conserje del n¨²mero 29 de la misma calle, se queja de los 'problemas de humedad en la finca por culpa del front¨®n [con el que comparte el interior de la manzana]'. 'Hay un hueco entre los muros de los dos solares que debe de estar lleno de agua. No hemos podido arreglarlo porque no hay manera de hablar con los propietarios', lamenta.
La empresa Nuevo Beti Jai defiende el proyecto porque 'es necesario rentabilizar la elevada inversi¨®n que requiere rehabilitar el front¨®n', seg¨²n Jes¨²s Zanco, arquitecto de la empresa, quien insiste en que su deseo es 'mantener la singularidad del edificio'. Los responsables de la empresa no quieren hacer m¨¢s declaraciones ante 'las negociaciones' que mantienen con Patrimonio.
Victoria Mar¨ªn, directora general de Patrimonio, considera que 'el front¨®n no corre ning¨²n riesgo. Est¨¢ sin usar desde hace tiempo, pero los t¨¦cnicos no han detectado ninguna deficiencia grave'. Mar¨ªn asegura que en el caso de que el abandono del front¨®n pusiera en peligro su estructura, la Comunidad 'actuar¨ªa de oficio para garantizar su protecci¨®n'.
El front¨®n original consta de una pista de 70 metros de largo por 40 metros de ancho y tiene unos grader¨ªos de tres pisos de hierro forjado y madera que pod¨ªan albergar hasta a 3.000 personas. Su fachada es 'digna de conservarse y una de las mejores de su ¨¦poca', seg¨²n consta en el informe de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, que elev¨® en 1991 la propuesta, aprobada por la Comisi¨®n de Patrimonio, para declarar el Beti Jai bien de inter¨¦s cultural con protecci¨®n integral.
El front¨®n era propiedad de una empresa brit¨¢nica que entr¨® en quiebra en los a?os ochenta, por lo que fue subastado judicialmente el 9 de septiembre de 1989. Una filial del Grupo Peugeot-Citro?n se lo adjudic¨® con una puja de 1.058 millones de pesetas, seg¨²n fuentes pr¨®ximas a la operaci¨®n. En aquellas fechas, el concejal socialista Jes¨²s Espelos¨ªn denunci¨® que un precio tan alto, el triple de la tasaci¨®n fijada por el juzgado, s¨®lo pod¨ªa responder a la voluntad de los compradores de dar un uso comercial al edificio.
Pistas de 'squash'
La denuncia tom¨® visos de realidad tres a?os despu¨¦s, cuando el Ayuntamiento, del PP, aval¨® inicialmente el intento de los propietarios de convertir el front¨®n en un complejo de oficinas equipado con dos pistas de squash y un peque?o gimnasio.
Sin embargo, la protecci¨®n del edificio y el alto coste de su rehabilitaci¨®n (estimado entonces en m¨¢s de mil millones de pesetas) hicieron fracasar el proyecto, por lo que los actuales propietarios, Nuevo Beti Jai, pagaron s¨®lo 385 millones de pesetas en 1999 para comprarlo, seg¨²n las mismas fuentes. Esta empresa gestiona otros dos frontones en Pamplona y San Sebasti¨¢n.
El front¨®n Beti Jai fue construido en 1894, cuando el deporte de la pelota alcanz¨® gran popularidad en Madrid. Con el f¨²tbol a¨²n en pa?ales, las apuestas que se hac¨ªan en los frontones se convirtieron en una de las actividades de ocio m¨¢s populares entre los madrile?os. La capital lleg¨® a albergar en la primera d¨¦cada del siglo XX hasta una decena de instalaciones de este tipo, hoy desaparecidas por el impulso inmobiliario. Un decreto de la dictadura de Primo de Rivera, que prohibi¨® las apuestas, provoc¨® la clausura del front¨®n.
Desde entonces, la estructura del edificio ha permanecido abandonada a su suerte, con ocupaciones intermitentes de gente que viv¨ªa en los grader¨ªos del recinto que ten¨ªan una capacidad de unas 3.000 personas. El piso de la cancha de juego fue ocupado tras la guerra civil por distintas actividades industriales cuyos restos a¨²n lo ocupan. Hace dos a?os, seg¨²n los vecinos, se clausuraron los ¨²ltimos talleres de coches, cuyos carteles todav¨ªa pueden observarse en la fachada.
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