Conductores de metro

Quiero protestar por la actuaci¨®n carente de toda consideraci¨®n para con los usuarios de algunos conductores del metro y, por acci¨®n u omisi¨®n, de la direcci¨®n de la EMT. En una ocasi¨®n vi c¨®mo un usuario era atrapado por el brazo en el and¨¦n al cerrarse las puertas de sopet¨®n. El conductor se puso a gritar e insultar como un loco y sin salir de la cabina, no abri¨® las puertas. No tuve m¨¢s remedio que tirar de la palanca de emergencia. El conductor sali¨® de su cabina hecho una furia buscando al que hab¨ªa activado la alarma. Al indicarle que hab¨ªa sido yo, lo primero que dijo, palabras textuales, fue: 'Hijo de puta'.

Al recriminarle, me contest¨® que no se hab¨ªa dirigido a m¨ª, sino al 'cerdo inmigrante'. Una vez olvidado este contratiempo -pens¨¦ que era un hecho puntual de un xen¨®fobo y racista d¨ªscolo-, me encuentro con que le ocurri¨® exactamente lo mismo a mi compa?era en la l¨ªnea roja (Urquinaona): Estaba esperando para entrar en el vag¨®n, en la cola, y justo cuando va a entrar, le atrapan el brazo y la dejan fuera. Considero que ya est¨¢ bien, pues el trato que nos dispensan a los usuarios raya lo vejatorio. Se?ores de la direcci¨®n de la EMT, hagan el favor de dar las directrices claras. Primero, parar los vagones totalmente antes de abrir las puertas; segundo, dejen un margen de tiempo para tocar el silbato; tercero, no se olviden de cambiar los vagones de la l¨ªnea 5, pues est¨¢n m¨¢s que obsoletos, y cuarto, den un servicio, eficaz, puntual y, en el trato a los usuarios, profesional.