La globalizaci¨®n de los pilotos

Cuando, el a?o pasado, los pilotos de la estadounidense United Airlines, pese a ser en su mayor parte propietarios de la compa?¨ªa, llevaron a cabo una huelga de celo en demanda de incremento salarial, nada hac¨ªa presagiar que una cadena de conflictos entre los pilotos y las compa?¨ªas a¨¦reas se pon¨ªa en marcha a nivel internacional. United increment¨® sustancialmente los salarios de sus tripulaciones tras caer a los ¨²ltimos lugares en el ranking de puntualidad, y luego le lleg¨® el turno a Delta. Sus pilotos intentaron la misma forma de protesta, y la compa?¨ªa, despu¨¦s de aguantar una huelga en su filial regional Comair que casi acaba con ella, firm¨® los sueldos m¨¢s altos de su historia. La ALPA, la asociaci¨®n de pilotos de l¨ªneas a¨¦reas de Estados Unidos y Canad¨¢ (con 66.000 pilotos afiliados de 47 compa?¨ªas), se apuntaba una nueva victoria. Y, de paso, reafirmaba su poder.

El sindicato americano ALPA aconseja a otras organizaciones c¨®mo negociar y hacer huelga

Meses despu¨¦s, United acaba de anunciar el recorte del dividendo en un 84%, y Delta, unas p¨¦rdidas de 140 millones de d¨®lares en el segundo trimestre del a?o. Pero los pilotos siguen con su ofensiva. Advirtieron de huelgas en American Airlines y la escandinava SAS; las llevaron a cabo en la alemana Lufthansa, y compa?¨ªas como la espa?ola Iberia y la hong-konesa Cathay Pacific est¨¢n en pleno conflicto. Las reivindicaciones han sido casi siempre las mismas: aumentos salariales que generalmente se sit¨²an entre el 15% y el 20%, y mantener unas privilegiadas condiciones de trabajo. Y est¨¢n poniendo a muchas compa?¨ªas al borde del abismo.

Momento delicado

El sector atraviesa un delicado momento. Mayo, un mes tradicionalmente bueno para el negocio, ha dejado ver que los efectos del enfriamiento econ¨®mico, especialmente en Estados Unidos, han hecho mella. Seg¨²n los datos de la Asociaci¨®n Europea de Compa?¨ªas A¨¦reas (AEA), el tr¨¢fico internacional ha ca¨ªdo un 2%, y en determinados mercados, como el norteamericano, la ca¨ªda ha sido del 5,6%. Las revisiones de beneficios a la baja -ya lo han hecho Lufthansa y KLM-, la reducci¨®n de la oferta -Iberia y British Airways- y las p¨¦rdidas -110 millones de d¨®lares en el segundo trimestre en American Airlines- est¨¢n a la orden del d¨ªa. La ca¨ªda de la demanda, especialmente la norteamericana -los aviones van con un ¨ªndice de ocupaci¨®n del 76,3%, el m¨¢s bajo en mayo desde hace siete a?os- amenaza unos resultados que quedar¨¢n tambi¨¦n lastrados por los conflictos con los pilotos.

'Estan muy bien organizados', dice Sefik Yuksel, director general para Asuntos Sociales de la AEA, 'y llevando las cosas al l¨ªmite, proporcionando much¨ªsimas dificultades a las compa?¨ªas a¨¦reas'. Para el director general, es la respuesta de los pilotos, especialmente de los americanos, a la pol¨ªtica de alianzas de las compa?¨ªas, que hace que americanos y europeos compartan mercados. 'Los americanos', afirma, 'no quieren entrar en competencia con los pilotos de las dem¨¢s l¨ªneas a¨¦reas, ya sean de su misma alianza o no, que tienen sueldos m¨¢s bajos, as¨ª que est¨¢n ayudando a los europeos a subir los suyos'.

Cooperaci¨®n internacional

Y los europeos, encantados. Tras las ¨²ltimas subidas, un comandante de Delta o United puede ganar m¨¢s de 300.000 d¨®lares al a?o (59 millones de pesetas) el doble aproximadamente de un comandante europeo, con unas condiciones de trabajo que, seg¨²n el sindicato espa?ol, SEPLA,no difieren sustancialmente de las europeas. 'El sindicato americano', puntualiza Yuksel, 'es tremendamente fuerte y eficiente, y est¨¢ extendiendo su poder en otras regiones. Incluso sabemos que algunos pilotos de ALPA est¨¢n explicando a sindicatos de otros pa¨ªses c¨®mo organizar huelgas'.

'Globalizar' las condiciones de trabajo es uno de los objetivos p¨²blicamente se?alados por el presidente de ALPA, el comandante Duane E. Woerth. Bajo su mandado, el sindicato ha establecido una Plan de Estrategia Global que incluye la creaci¨®n de una consultor¨ªa, propiedad de ALPA, denominada International Pilot Services Corporation (IPSC) dedicada, entre otras cosas, a aconsejar a otros sindicatos la forma de negociar convenios.

ALPA se ha propuesto tambi¨¦n reforzar el poder de IFALPA, la organizaci¨®n internacional de sindicatos de pilotos -represen-ta a 100.000 pilotos de 90 sindicatos de otros tantos pa¨ªses- y ha auspiciado las dos ¨²ltimas reuniones de la organizaci¨®n, en Tokio y Jamaica. Tambi¨¦n ha ayudado a la creaci¨®n de organizaciones que agrupan a los sindicatos de las compa?¨ªas miembros de las diferentes alianzas, como la ASAP, que representa a los 25.000 pilotos de la Star Alliance.

'Ahora m¨¢s que nunca', escrib¨ªa el vicepresidente primero de ALPA, Dennis Dolan, el pasado mes de enero en la revista del sindicato, 'ALPA debe extender su influencia fuera de las fronteras de Estados Unidos y Canad¨¢. Las compa?¨ªas est¨¢n inmersas en la creaci¨®n de alianzas, en organizaciones mamut, en sistemas de aviaci¨®n interconectados, pero existen inc¨®gnitas sobre los reales beneficios que las alianzas tienen para los trabajadores. Uno de los objetivos de ALPA es abordar la organizaci¨®n de la industria y ello requiere expandirse en el escenario internacional'.

Un escenario lleno de sindicatos de pilotos que se apoyan entre s¨ª. El director de AEA, Karl Heinz Neumeister, ha dicho que las organizaciones de pilotos han alcanzado acuerdos en algunos temas incluso 'antes que las mismas alianzas', de manera que han conseguido limitar parte de las aspiraciones de las compa?¨ªas miembros.

Seg¨²n la revista Air Transport World, los acuerdos entre sindicatos de pilotos comenzaron con la alianza Northwest-KLM, cuando, tras recibir las empresas la inmunidad antitrust en 1992, suscribieron un protocolo estableciendo c¨®mo se tratar¨ªan los unos con los otros. Luego se han ido extendiendo. IFALPA tiene una pol¨ªtica de 'solicitud de ayuda' que incluye pedir a los pilotos que no vuelen las rutas afectadas por una huelga, y pilotos de alianzas como Oneworld o SkyTeam intentan que las reuniones de sus respectivos sindicatos, hasta ahora meramente informativas, tengan mayor contenido.

El caso de Lufthansa

Como el que tiene la de Star Alliance. Cuarenta delegados de la ASAP, en representaci¨®n de los pilotos de las 13 compa?¨ªas que componen la alianza, se reunieron del 12 al 15 de junio pasado en Aspen (Colorado, Estados Unidos), en una de sus conferencias habituales. Pero esta vez, adem¨¢s de temas generales en el sector, trataron un asunto especialmente caliente: su colaboraci¨®n en el conflicto de Lufthansa. Varios d¨ªas de huelga de pilotos y la cancelaci¨®n de miles de vuelos provocaron que el conflicto terminara en manos de un mediador que se acerc¨® mucho en sus decisiones a las peticiones de los pilotos. Consiguieron un incremento salarial que var¨ªa, seg¨²n las fuentes, entre el 15% y el 26%, pero la compa?¨ªa redujo su previsi¨®n de beneficios un 25%.

El hecho de que J¨¹rgen Weber, presidente de Lufthansa durante a?os, aceptara semejante incremento ha hecho llevarse las manos a la cabeza a muchos de sus colegas europeos. Algunos s¨®lo encuentran una explicaci¨®n: a Weber le queda un a?o de mandato. Pero el aumento que han conseguido sus pilotos se ha convertido en referencia para los dem¨¢s. SAS ha aumentado el sueldo a sus pilotos entre el 15% y el 16% en dos a?os, y se ha negado a cuantificar el aumento de costes que ellos supone; Iberia asegura haber ofrecido hasta el 26% en cuatro a?os y Cathay Pacific ofreci¨® ayer un paquete de m¨¢s de 5.000 millones de pesetas que incluye un aumento salarial del 9%, y ayudas para educaci¨®n, compra de vivienda y maternidad, adem¨¢s de otros pagos por aumento de productividad.

'En un mundo globalizado las condiciones de trabajo tienen que serlo tambi¨¦n', ha dicho en el sindicato espa?ol, SEPLA. A?ade la cautela de tener en cuenta las distintas condiciones de vida de los diferentes pa¨ªses, algo que, seg¨²n la AEA, los pilotos, muchas veces, no recuerdan. Mientras, siguen tejiendo su inmensa red de poder.