'A m¨ª no me pilla'
La resignaci¨®n y una extra?a calma cunden entre los jubilados del barrio de Santa Mar¨ªa de Gracia
Bartolom¨¦ Nieto y Ram¨®n S¨¢nchez Gomariz ten¨ªan demasiadas papeletas en la loter¨ªa de la legionella. Ambos residen en el barrio de Santa Mar¨ªa de Gracia y tienen el perfil preferido de la bacteria: hombres y mayores. Al primero, agente de seguros jubilado de 61 a?os, le realizaron las primeras pruebas el jueves. El segundo, zapatero retirado de 64 a?os, sinti¨® el pasado viernes los primeros s¨ªntomas. Ambos ingresaron el s¨¢bado en la planta quinta del hospital Morales Meseguer, en el ala que normalmente est¨¢ cerrada y que se ha abierto exclusivamente para este inesperado uso. Ambos permanec¨ªan ayer en la planta. 'Hoy he empezado a comer', dec¨ªa Ram¨®n, con impaciencia por salir, mientras su compa?ero Bartolom¨¦ habla ya sin mascarilla por el tel¨¦fono m¨®vil.
En la misma planta se encuentra Andr¨¦s Monerri Cenavos, cristalero jubilado de 73 a?os. La semana pasada, cuando se encontraba en la playa, le diagnosticaron 'un virus raro'. A Monerri le recetaron en principio una pomada 'para los huesos' porque, al parecer, ten¨ªa escalofr¨ªos. Fuensanta Torres, de 72 a?os y esposa de Andr¨¦s, lo explica en su casa del barrio de Santa Mar¨ªa de Gracia, un barrio modesto en el que viven muchos jubilados. Construido a principios de los sesenta por la Obra Sindical del Hogar, all¨ª todav¨ªa es posible encontrar a gente como Marina, la hija de Fuensanta, cocinando con la puerta de la calle ¨²nicamente protegida por una persiana. En la penumbra y con el ventilador se soportan mejor los 40 grados que ayer, cosa no poco usual, se alcanzaron en Murcia.
Bartolom¨¦, Ram¨®n y Andr¨¦s esperan ser dados de alta en breve. Se han habituado a la mascarilla que distingue a los afectados, mascarilla que se puede encontrar en el ala rehabilitada del hospital Morales Meseguer. Bartolom¨¦ insiste en que a¨²n hay cierta psicosis en el barrio, aunque Santiago Ayuso, el ¨²nico tendero que tiene la tienda abierta con horario ininterrumpido, discrepa: 'Hoy est¨¢ esto tranquilo'. Y es verdad que lo est¨¢; no es como el d¨ªa anterior, en el que los peri¨®dicos volaban y en el que incluso se difundi¨® el rumor de que hab¨ªa que caminar con la cara tapada por la zona afectada. 'Ya se ha acabado la psicosis', dice Ayuso, 'aunque claro que conozco a alg¨²n enfermo'. En este barrio, todo el mundo conoce a alg¨²n enfermo o a m¨¢s de uno.
'Si es que la gente habla mucho', explica Ana L¨®pez Barba, esposa de Ram¨®n S¨¢nchez. S¨ª, por el barrio la gente habla mucho. Habla mucho del cartero de la zona, que est¨¢ ingresado con neumon¨ªa. Habla mucho en el hogar de la tercera edad, 'el hogar' para los vecinos, en el que ha habido varios hospitalizados. Y quien m¨¢s quien menos est¨¢ tomando medidas, como Manuel Bernab¨¦u, vecino que piensa quitar la alcachofa de la ducha y empezar a ducharse 'a grifo limpio'. ?Y eso? 'Por si acaso. A m¨ª no me pilla'.
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