El partido de los ciudadanos
El autor considera que el PSOE debe modernizarse, adecu¨¢ndose a los cambios que de forma vertiginosa se vienen sucediendo, e introducir las reformas necesarias para atraer al nuevo partido socialista a un amplio n¨²mero de ciudadanos.
Conceptos como igualdad, libertad, solidaridad o justicia social constituyen el conjunto de valores que definen en su verdadera esencia al socialismo democr¨¢tico.
Los partidos socialdem¨®cratas deben contribuir a alcanzar mayores cotas de libertad, igualdad y justicia
Los socialistas espa?oles somos plenamente conscientes de que vivimos en una nueva sociedad -lo somos porque formamos parte de ella-, una nueva realidad a la que no s¨®lo debemos adaptarnos con rapidez, sino a la que debemos incorporar los principios irrenunciables que constituyen las verdaderas se?as de identidad del socialismo.
Sin embargo, la plena vigencia de esos valores no significa que debamos seguir aplicando viejas recetas. Nuevos retos requieren nuevas soluciones. Por ello, los socialistas debemos impulsar algunas transformaciones en nuestro partido. Nuestra organizaci¨®n debe mejorar moderniz¨¢ndose, adecu¨¢ndose a los cambios que de modo vertiginoso vienen sucedi¨¦ndose en los albores del nuevo milenio.
La nueva sociedad espa?ola requiere de un nuevo partido socialista. ?ste es el reto que comenzamos a afrontar a partir de los cambios introducidos en el ¨²ltimo congreso federal y en los que queremos seguir profundizando en la Conferencia Pol¨ªtica que vamos a realizar los pr¨®ximos d¨ªas, coincidiendo con el primer aniversario de ese importante c¨®nclave que fue el 35? Congreso del partido socialista.
Un partido centenario como es el PSOE, orgulloso de su identidad, pero que no vive ensimismado en su historia, ha demostrado a lo largo de la misma que no tiene miedo a los cambios. Muy al contrario, los alienta. Tan es as¨ª que incluso accedi¨® por primera vez al Gobierno de la naci¨®n ganando sus primeras elecciones generales con un lema muy sencillo, 'Por el cambio', pero que supo conectar con los deseos de la inmensa mayor¨ªa de la ciudadan¨ªa espa?ola y que dio paso a un periodo de 14 a?os sucesivos de Gobiernos socialistas que llevaron a cabo una profunda transformaci¨®n de Espa?a.
Desde que me afili¨¦ al partido socialista hasta hoy, siendo militante de base entonces o perteneciendo a su direcci¨®n federal como ahora, siempre he cre¨ªdo en un partido socialista para todos, construido por todos. En el que tengamos m¨¢s en cuenta lo que nos une que lo que nos separa. En el que todos seamos conscientes de que lo ¨²nico que puede hacernos da?o es que nos neguemos a ver y a escuchar las verdaderas demandas sociales.
Creo que ha llegado el momento de que el partido socialista introduzca las reformas necesarias para atraer a un amplio n¨²mero de ciudadanos y ciudadanas, incluso a aquellas personas que puedan mostrarse m¨¢s desilusionadas con los partidos o con los pol¨ªticos.
En definitiva, se trata, ni m¨¢s ni menos, de adaptar nuestra organizaci¨®n a los nuevos tiempos, y para ello es necesario llevar a cabo reformas que mejoren la calidad de nuestra democracia interna en particular y de nuestro sistema democr¨¢tico en general.
Democracia es, sin duda alguna, un t¨¦rmino perfectamente asumido e interiorizado por el partido socialista desde sus or¨ªgenes. Los socialistas luchamos en el pasado por ella, tuvimos un papel fundamental en su consolidaci¨®n y tratamos de mejorar su calidad en la actualidad.
El PSOE ha alcanzado alt¨ªsimas cotas de participaci¨®n democr¨¢tica en lo que a su vida interna se refiere. Sin embargo, esto no es obst¨¢culo para que, siguiendo su tradicional voluntad transformadora y con el mismo esp¨ªritu vanguardista que ha caracterizado el devenir de su historia, trate de seguir mejorando su democracia interna.
Vivimos en un buen momento para abordar reformas que profundicen y mejoren la calidad de nuestra democracia, precisamente frente a quienes no creyeron en ella o ahora la deval¨²an manipulando los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos o utilizando, con fines partidistas, instituciones que son de toda la ciudadan¨ªa como hace el Gobierno del se?or Aznar con el Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS).
Lamentablemente, los a?os noventa trajeron aparejado un descr¨¦dito de la actividad pol¨ªtica. La aparici¨®n de fen¨®menos populistas en Francia, Italia, Austria e incluso en algunos puntos de nuestra geograf¨ªa en el ¨¢mbito local denotaban cierto distanciamiento entre las formaciones pol¨ªticas y la sociedad de la que emergen. Este descr¨¦dito se ve¨ªa reflejado en los descensos de la participaci¨®n electoral en todos los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea.
Paralelamente, la proliferaci¨®n de otro tipo de organizaciones y movimientos sociales, y su ¨¦xito fundamentalmente entre los j¨®venes, mostraba tambi¨¦n el distanciamiento de ¨¦stos con las formas de participaci¨®n pol¨ªtica m¨¢s tradicionales.
Frente a la gravedad del distanciamiento y de la p¨¦rdida de cr¨¦dito de las instituciones y de la tarea pol¨ªtica en general, los partidos comenzaron, a finales de la d¨¦cada de los noventa, a dar respuestas en el terreno te¨®rico.
Hemos estrenado nuevo milenio, un nuevo tiempo lleno de incertidumbres, pero tambi¨¦n de grandes posibilidades y esperanzas. Ha llegado la hora de pasar de la teor¨ªa a la pr¨¢ctica. Del diagn¨®stico al tratamiento. Los socialistas apostamos decididamente por la flexibilizaci¨®n de nuestra organizaci¨®n, por su apertura y por el aumento del nivel de participaci¨®n en la misma, convencidos como estamos de que con ello podremos seguir aportando lo mejor de nosotros mismos al desarrollo de este proyecto colectivo que es Espa?a.
La democracia c¨ªvica, eje de nuestro discurso pol¨ªtico, se fundamenta en el ejercicio efectivo de una ciudadan¨ªa formada, bien informada y participativa en la toma de decisiones. En consecuencia, uno de los objetivos de la Conferencia Pol¨ªtica es el de propiciar un doble acercamiento: el del PSOE a los ciudadanos y el de ¨¦stos al PSOE.
La transparencia es sin duda un elemento que facilita el recorrido de este camino en su doble direcci¨®n. El car¨¢cter p¨²blico de la financiaci¨®n de los partidos requiere que la ciudadan¨ªa conozca cu¨¢nto le cuesta la pol¨ªtica, pero es necesario que lo sepa sin subterfugios y sin hipocres¨ªa, porque es el mejor ant¨ªdoto contra el populismo y la visi¨®n peyorativa de la actividad pol¨ªtica.
Tambi¨¦n la mejora de los canales de participaci¨®n ciudadana en la toma de decisiones que se materializan a trav¨¦s de los partidos pol¨ªticos facilitar¨¢ ese acercamiento.
La elecci¨®n directa de candidatos -las com¨²nmente denominadas primarias-, la utilizaci¨®n de listas abiertas en la elaboraci¨®n de candidaturas de los representantes pol¨ªticos, la limitaci¨®n de mandatos de car¨¢cter general en la vida p¨²blica, la aplicaci¨®n de un r¨¦gimen de incompatibilidades que impida la acumulaci¨®n excesiva de cargos en una sola persona y la realizaci¨®n efectiva de la igualdad de g¨¦nero, junto con el respeto de las minor¨ªas, son buenos ejemplos de lo que el nuevo partido socialista quiere ofrecer a la sociedad para recuperar el buen nombre de la tarea pol¨ªtica y para acercarla a la ciudadan¨ªa.
La celebraci¨®n de conferencias anuales que enriquezcan el debate y ayuden a formular propuestas atractivas para el conjunto de la sociedad, el aumento de la participaci¨®n de las organizaciones sectoriales y de los j¨®venes dentro del PSOE, la adaptaci¨®n de la estructura territorial de la organizaci¨®n a la realidad de la Espa?a plural y la utilizaci¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas para lograr una organizaci¨®n plenamente adaptada a la sociedad del conocimiento son propuestas para la modernizaci¨®n de nuestras estructuras que mejorar¨¢n la calidad de nuestros servicios a los militantes y al resto de ciudadanos.
Estas reformas har¨¢n del PSOE un partido moderno, porque, en la nueva sociedad, la innovaci¨®n es el reto. Un partido adaptado a la sociedad del siglo XXI, porque la ciudadan¨ªa de hoy exige m¨¢s participaci¨®n y m¨¢s transparencia. Un partido abierto a las nuevas realidades sociales, porque una organizaci¨®n pol¨ªtica debe ser capaz de crear un entorno amigable en el que los ciudadanos se encuentren c¨®modos, favoreciendo con ello su acercamiento.
En una sociedad globalizada, donde unos pocos toman decisiones que afectan a millones de ciudadanos, son precisamente los m¨¢s desfavorecidos los que m¨¢s necesitan del papel corrector de la pol¨ªtica para preservar sus derechos y sus libertades.
Esta situaci¨®n hace que el papel de los partidos socialdem¨®cratas, y especialmente el del Partido Socialista Obrero Espa?ol, contin¨²e siendo fundamental en su contribuci¨®n a la hora de alcanzar mayores cotas de libertad, m¨¢s igualdad y m¨¢s justicia social. Para llevar a cabo esta tarea ha de estar a punto, convenientemente preparado.
Si ustedes prefieren: el objetivo, desde el punto de vista organizativo de una formaci¨®n pol¨ªtica progresista como es la nuestra, es contribuir a forjar una ciudadan¨ªa fuerte que conviva en libertad con la complicidad de un partido fuerte que, en libertad, represente ahora el conjunto de los mejores valores del socialismo democr¨¢tico.
Jos¨¦ Blanco L¨®pez es secretario de Organizaci¨®n y Acci¨®n Electoral del CEF-PSOE.
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