Paso adelante croata
Hay que valorar abiertamente la decisi¨®n croata de cooperar con el Tribunal para la antigua Yugoslavia, aun al precio de una crisis en la coalici¨®n gobernante y la amenaza de elecciones anticipadas si el primer ministro, Ivica Racan, pierde este domingo la votaci¨®n de confianza que ha planteado al Parlamento. Las renovadas presiones del tribunal de la ONU para que Zagreb arreste y entregue a dos generales acusados secretamente de cr¨ªmenes de guerra son hasta ahora la prueba m¨¢s seria sobre sus intenciones afrontada por los reformistas croatas tras su llegada al poder hace casi a?o y medio. Por eso, la Uni¨®n Europea y EE UU deben calibrar como se merece una medida que, adoptada tras una ag¨®nica reuni¨®n del Gabinete y la dimisi¨®n de cuatro ministros, puede provocar a corto plazo rechazo en la calle y brotes de ira de los partidos m¨¢s derechistas del peque?o pa¨ªs centroeuropeo.
La entrega por Belgrado de Slobodan Milosevic ha sacudido el ¨¢mbito de la antigua Yugoslavia, donde, tras diez a?os de sangriento nacionalismo ¨¦tnico, se comienza t¨ªmidamente a examinar el papel jugado en la hecatombe por dirigentes pol¨ªticos, jefes militares y ciudadanos comunes. La fiscal Carla del Ponte, que viaj¨® el fin de semana a Zagreb, quiere aprovechar el momento culminante que supone la presencia de Milosevic en el banquillo y estrecha el cerco a los diferentes Gobiernos implicados. Pero la detenci¨®n de presuntos criminales de guerra tiene un precio pol¨ªtico.
Zagreb se comprometi¨® constitucionalmente en 1996 a colaborar con La Haya, pero en vida del dictador Franjo Tudjman el pacto fue papel mojado. Los nuevos dirigentes croatas han cooperado razonablemente con las potencias occidentales y el alto tribunal de la ONU, que ha juzgado a varios croatas de Bosnia, jefes militares y l¨ªderes pol¨ªticos, notorios por sus atrocidades. El presidente, Stipe Mesic, incluso hizo el a?o pasado una primera limpia castrense, enviando al retiro a siete altos jefes. Fruto de ese entendimiento y de la mejora de la imagen de Croacia son un acuerdo preferente con la UE y la pertenencia de Zagreb a la Asociaci¨®n para la Paz de la OTAN.
Pero ¨¦sta es la primera vez que se conmina a su Gobierno para que detenga a dos de sus generales, que para algunos son h¨¦roes de guerra, por los delitos cometidos durante la masiva ofensiva conocida como Operaci¨®n Tormenta, que en agosto de 1995 concluy¨® con la derrota total de los serbios rebeldes de Croacia. Aquel ataque rel¨¢mpago con apoyo estadounidense dej¨®, adem¨¢s de muchos muertos civiles, centenares de viviendas saqueadas e incendiadas por los croatas.
Como los serbios, los bosniacos o pronto los albanokosovares, muchos croatas rechazan enfrentarse con el lado m¨¢s siniestro de su pasado, expuesto por las guerras de desmembraci¨®n de la antigua Yugoslavia. Pero la pacificaci¨®n definitiva y la reconciliaci¨®n en el espacio m¨¢s tr¨¢gico y convulsionado de Europa en el ¨²ltimo medio siglo depende b¨¢sicamente de que se llegue a hacer una justicia con valor de ejemplo. En ese sentido, el Gobierno de Zagreb est¨¢ dando un paso adelante, aunque sea al precio de una dolorosa cirug¨ªa.
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