Brasil estrena su casillero de triunfos, pero sigue presa del miedo

Per¨² recibi¨® con miedo a Brasil, sin fiarse de la crisis que le ahoga desde hace tiempo. Pero fue a¨²n mayor el miedo que Brasil se tuvo a s¨ª misma. Y por eso decidi¨® desaprovechar las bondades que le cont¨® la cita desde su arranque (un adversario blando entregado de antemano, un universo para mover el bal¨®n con comodidad y un gol r¨¢pido para mandar a paseo los nervios) y dibujar otro partido deplorable. Lejos de aprovechar las posibilidades que le abr¨ªa el 1-0, Brasil apost¨® por condenarse y enredarse voluntariamente en problemas que nadie reclamaba. Gan¨®, lo que ya es todo un acontecimiento, pero no lav¨® su mala imagen.

Volvi¨® a mostrarse como un equipo vulgar. Mir¨® al marcador y al juego con desconfianza. Tras un arranque correcto, en el que las incursiones de Beletti por la derecha insinuaron al fin un rasgo reconocible de la selecci¨®n que fue, Brasil, muy rebajada de calidad en su alineaci¨®n, apost¨® por entregarse a unas precauciones innecesarias y coquetear con otro fracaso.

Per¨², como si en realidad le preocupara m¨¢s no encajar un segundo gol que alcanzar el empate, acept¨® acercarse al fin a la porter¨ªa de enfrente. Sin un gramo de velocidad, sin recurso alguno, todas las opciones de Per¨² pasaron por acciones a bal¨®n parado y por ataques de p¨¢nico que le entraban a los brasile?os en los asuntos defensivos.

Brasil, revolucionada con una alineaci¨®n de acento conservador que cont¨® hasta con seis novedades respecto al duelo ante M¨¦xico -Geovanni se qued¨® en el banquillo y Rochemback ni entr¨® en la convocatoria-, trataba de poner toda la atenci¨®n del mundo. Pero sin fe, dando un paso atr¨¢s presa del p¨¢nico al primer soplido del adversario. S¨®lo cuando Per¨² se qued¨® en inferioridad por la expulsi¨®n Salazar, y ya con Juninho Paulista, el del Atl¨¦tico, y Denilson sobre el campo, Brasil comprendi¨® que aceptando la pelota y atacando de vez en cuando le podr¨ªa ir mejor. Juninho mand¨® la pelota al larguero y Denilson, con un globo sublime, elev¨® el 2-0. Fue entonces cuando Brasil, segura ya de la victoria y con Per¨² en el suelo, descubri¨® que tiene m¨¢s calidad de la que se empe?a en demostrar.