'Yo no soy Indurain'
Beloki mantiene un segundo de ventaja sobre Ullrich, pero se confiesa batido por el alem¨¢n
'Hay dos corredores por encima del resto: Armstrong y Ullrich. Y yo no soy Indurain'. Lo que Joseba Beloki se tem¨ªa despu¨¦s de los dos d¨ªas de los Alpes -que Armstrong era inalcanzable y que Ullrich, sobre el que ten¨ªa la ventaja de la contrarreloj por equipos, era inevitable- se confirm¨® ayer para el corredor vasco. A¨²n resiste por delante del alem¨¢n, un segundo en la general, pero est¨¢ ya a m¨¢s de cuatro minutos de Armstrong. 'Y para que Ullrich no me adelantara el alem¨¢n tendr¨ªa que reventar. Tendr¨ªa que sacarle por lo menos dos minutos y medio en los Pirineos. Y no s¨¦', dijo Beloki, siempre con los pies en el suelo. 'Tendr¨ªa que suceder una debacle para que yo gane este Tour'.
Veremos, pues, al Beloki de 2000. Al extraordinario resistente, al hombre peque?o que gracias a su tenacidad, trabajo, perseverancia y obsesi¨®n es capaz de quedar tercero en el Tour dos a?os consecutivos.
El hombre realista
'Tengo claro que no puedo cebarme intentando coger la rueda de Armstrong y Ullrich', a?ade el l¨ªder del ONCE-Eroski. 'Debo resguardarme y subir a mi ritmo. Prefiero perder 30 segundos todos los d¨ªas que no tres minutos por intentar lo imposible'. Juicioso, reflexivo. El hombre realista. El hombre que no olvida, adem¨¢s, que a¨²n es cuarto en la general, y que para quedar tercero deber¨¢ recuperar 13 minutos y 14 segundos a Fran?ois Simon, que tanto disfruta de amarillo, y 4 minutos y 32 segundos a Andr¨¦i Kivilev, el kazajo al que todo el mundo augura una fuerte explosi¨®n -y 30 minutos de p¨¦rdidas-, pero que es capaz, como ayer, de ser tan temerario de intentar coger las ruedas imposibles de Armstrong y Ullrich. Y, como ayer, no perecer inmediatamente en el intento.
Curiosamente, el ¨²nico mensaje de duda de la jornada lo lanz¨® el propio Armstrong. 'No s¨¦, no s¨¦', dijo el americano que sube como los dem¨¢s bajan (o casi). 'Cada a?o, as¨ª ocurri¨® en los dos Tours anteriores, sufro problemas en la ¨²ltima etapa de monta?a. Hace dos a?os en el Soulor, el a?o pasado en Morzine. As¨ª que estoy nervioso viendo c¨®mo se acerca el final. Adem¨¢s, Jan [Ullrich] est¨¢ m¨¢s fuerte que en los Alpes. No se va a conformar con ser segundo. Es un boxeador que a¨²n est¨¢ de pie y seguro que seguir¨¢ atacando'.
Armstrong tambi¨¦n dijo que, sin embargo, no le iba nada mal la t¨¢ctica actual del alem¨¢n, que s¨®lo ataca en el ¨²ltimo puerto. Eso, claro, ya lo sabe Ullrich. 'Est¨¢ visto que debemos cambiar de t¨¢ctica', dijo el jefe de filas del Telekom. 'Habr¨¢ que intentar atacar desde lejos'.
Por cierto, ?a qui¨¦n atac¨® ayer Ullrich? Todo el mundo crey¨® que iba a por Armstrong, un desaf¨ªo al l¨ªder. Peter Bekker, su entrenador personal, otro m¨¢s del entorno de Ullrich, ten¨ªa otra opini¨®n. 'Evidentemente iba a por Beloki, claro', dijo el alem¨¢n que lleva a Ullrich desde que ¨¦ste ten¨ªa 11 a?os e ingres¨® en la escuela deportiva de Berl¨ªn Este, cuando a¨²n hab¨ªa muro.
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