ETA descart¨® una nueva tregua tras las elecciones de mayo

Los militantes de la banda terrorista ETA se han vuelto a reunir tras las elecciones del 13-M para celebrar una asamblea, algo in¨¦dito en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas de vida de la organizaci¨®n. Y a diferencia de todas las asambleas realizadas por la banda armada desde la V-Asamblea, organizada en dos partes en diciembre de 1966 y en marzo de 1967, no se ha producido, al menos que se conozca, un cisma dentro de la organizaci¨®n. Todo lo contrario.

De hecho, seg¨²n revela en la entrevista el consejero vasco de Interior, Javier Balza, la ¨²nica voz de peso dentro del Comit¨¦ Ejecutivo, ¨®rgano de direcci¨®n de ETA, que abog¨® por reinstaurar un 'marco de distensi¨®n' similar al de la tregua decretada por la organizaci¨®n en septiembre de 1988, fue el jefe del aparato pol¨ªtico, Mikel Albisu, Antza. Sin embargo, Albisu volvi¨® a obtener un fracaso similar al obtenido cuando la direcci¨®n de ETA, ya comandada por los nuevos valores en alza provenientes de la generaci¨®n de la kale borroka como Javier Garc¨ªa Gaztelu (jefe del aparato militar hasta su detenci¨®n en Francia en febrero pasado), decidi¨® acabar con el alto el fuego ordenado a sus comandos en septiembre de 1998.

Alejamiento de la sociedad Al ser interrogado por esa cuesti¨®n, Balza indica que Antza plante¨® en la reuni¨®n 'la preocupaci¨®n' que existe en todo el magma social y pol¨ªtico de la izquierda abertzale por el 'gran da?o que hace la lucha armada', y de su consecuencia m¨¢s inmediata: 'el alejamiento de la sociedad vasca' de los postulados, de las acciones y de los m¨¦todos terroristas empleados por ETA.

Pese a la poca informaci¨®n y poco di¨¢fana que Balza asegura tener de la asamblea, celebrada en territorio belga, el desarrollo de la reuni¨®n fue 'dif¨ªcil'. 'Se cuestion¨® qu¨¦ futuro tiene un grupo cada vez m¨¢s aislado y qu¨¦ sentido tiene asesinar para conseguir objetivos pol¨ªticos', cuando el aislamiento y el rechazo social a los m¨¦todos terroristas crece.

Es sintom¨¢tico y revelador que ETA haya pasado por encima de ese alejamiento, constatado en las urnas el pasado 13 de mayo cuando su brazo pol¨ªtico, Euskal Herritarrok (EH), perdi¨® algo m¨¢s del 40% de sus apoyos electorales y vio reducido su grupo parlamentario en la C¨¢mara vasca de 14 a siete diputados.

Frente a la visi¨®n de Antza -precisamente uno de los dirigentes que cuestion¨® en 1998 las tesis mucho m¨¢s favorables a decretar una tregua defendidas entonces por el tambi¨¦n dirigente de la banda fallecido esta semana, Jos¨¦ Luis Arrieta Zubimendi, Azkoiti-, Balza indica que, como siempre en ETA, 'el resto apost¨® por la radicalidad, la contundencia', algo que 'ha sido una constante' en la historia de ¨¦sta organizaci¨®n armada.

La diferencia es que frente a las asambleas de ETA en las que hab¨ªa sectores enfrentados, primero por el control de la organizaci¨®n y tambi¨¦n por la estrategia a seguir, la ETA de principios del siglo XXI aparece como una organizaci¨®n m¨¢s cohesionada. Y no parece que puedan repetirse a corto plazo las escisiones protagonizadas, por ejemplo, en los a?os precedentes a la muerte de Franco con la divisi¨®n en milis y polimilis o la que se produjo en 1982, con la escisi¨®n entre s¨¦ptimos, que terminaron por disolverse, y octavos, alguno de los cuales acabaron despu¨¦s en ETA Militar. Los efectos m¨¢s inmediatos de la decisi¨®n de mantener la v¨ªa armada son los atentados, algunos de ellos indiscriminados, vividos en las ¨²ltimas semanas. Algo que hace temer a las autoridades de Interior vascas y de Madrid, una ofensiva terrorista similar a la sufrida el verano pasado en toda Espa?a.